¡°Aqu¨ª ven¨ªan Ram¨®n y Cajal y Gregorio Mara?¨®n a afeitarse¡±
Jos¨¦ Carlos Vallejo es peluquero en una barber¨ªa centenaria que resiste como negocio familiar en Lavapi¨¦s
Jos¨¦ Carlos Vallejo (Madrid, 1973) lleva 22 a?os afeitando y cortando el pelo en la Peluquer¨ªa Vallejo, un negocio familiar nacido en 1908 en Lavapi¨¦s (Calle Santa Isabel, 22). Es una excepci¨®n en la ciudad y especialmente en un barrio cada vez m¨¢s tur¨ªstico. Ni su padre ni mucho menos su abuelo, el fundador, Basilio Vallejo, podr¨ªan haber imaginado que aunque buena parte sigue igual ¡ªespecialmente su esencia como barber¨ªa de las de toda la vida¡ª ahora aparecen a menudo en Instagram y su caracter¨ªstica fachada de azulejos ha llegado a salir en la portada de gu¨ªas tur¨ªsticas para estadounidenses que visitan Madrid.
?Qu¨¦ tiene de especial esta peluquer¨ªa?
Es una peluquer¨ªa hist¨®rica, abri¨® en 1908. Es la ¨²nica en Madrid que es centenaria y que ha quedado en manos de una misma familia. La fund¨® mi abuelo, despu¨¦s estuvo mi padre, y ahora estamos mi hermana, mi sobrina y yo. Lo principal es la cercan¨ªa con el cliente. Incluso aunque no hablemos el mismo idioma siempre terminamos teniendo una conversaci¨®n.
En 110 a?os habr¨¢ pasado mucha gente...
Han pasado millones de personas. Al principio se atend¨ªa a m¨¢s de 300 clientes al d¨ªa, ahora recibimos unos 30 o 35 diarios. Cuando la fund¨® mi abuelo, hab¨ªa cerca una parada de autobuses y los viajeros ven¨ªan para afeitarse y cortarse el pelo antes de ir a la Puerta del Sol. Adem¨¢s, el Colegio de M¨¦dicos estaba diez n¨²meros m¨¢s abajo. Aqu¨ª ven¨ªan Ram¨®n y Cajal y Gregorio Mara?¨®n a afeitarse.
?C¨®mo recordaban sus familiares a clientes tan especiales?
Se hicieron c¨¦lebres con el tiempo, cuando ven¨ªan estudiaban en el Colegio de M¨¦dicos, todav¨ªa no era eminencias. Antiguamente la gente ven¨ªa bastante a afeitarse y cada persona que ven¨ªa asiduamente ten¨ªa su propia navaja y brocha en un estuche con su nombre, para no compartirla. A¨²n conservamos la navaja de otro c¨¦lebre, Jacinto Benavente, con su nombre grabado y su cepillo personal.
El trabajo ser¨ªa muy distinto del de ahora...
No se utilizaban maquinillas el¨¦ctricas, cuando yo entr¨¦ mi padre todav¨ªa usaba las maquinillas manuales de cortar el pelo y fui yo quien hizo el cambio. Lo m¨¢s curioso es que en el pasado hab¨ªa escupideras, eran como orinales peque?os, estaban al lado de las butacas donde te cortabas el pelo y uno de los cometidos de los aprendices era limpiar la escupidera.
?Qu¨¦ se ha mantenido de esos tiempos?
Lo que se mantiene es el mismo trato cercano que ten¨ªamos antes y que no tienen las franquicias, que cambian de personal y no sabes la vida de la gente. Al final, esto es un barrio, los clientes vienen cada mes o mes y medio y sabes d¨®nde viven, si est¨¢n casados, d¨®nde van de vacaciones... Ahora est¨¢n viviendo bastantes turistas. En el barrio solo hacen apartamentos tur¨ªsticos cuando la gente mayor fallece.
Tambi¨¦n el mobiliario es centenario...
Conservamos muchas cosas, como las butacas. Guardamos bastantes muebles e instrumentos antiguos, pero hubo una ¨¦poca en la que lo que ahora es vintage no ten¨ªa valor y se tiraba todo.
?Cu¨¢les son las reacciones al ver la fachada de azulejos pintados a mano?
Todos los d¨ªas vemos gente que se hace fotos y nos encontramos con muchas en Instagram. Ni mi padre ni mi abuelo podr¨ªan haberlo imaginado. Hemos salido hasta en la portada de una gu¨ªa tur¨ªstica sobre Madrid editada en Estados Unidos. Hay un mont¨®n de turistas que vienen despu¨¦s de ir al Reina Sof¨ªa, de camino hacia el centro. Cuando dejamos la puerta abierta entran hasta el fondo de la peluquer¨ªa, se quedan mirando todo, hacen fotos y se van.
?Las barber¨ªas est¨¢n de moda?
S¨ª, y ahora hay muchas. Las montan con estilo vintage y hay algunas bastante chulas. Muchas ya no quieren el estilo de una franquicia de cortar el pelo como en una cadena de producci¨®n. Es un concepto m¨¢s tradicional, ha vuelto el m¨¦todo del afeitado, vuelve lo antiguo. Sin embargo, no es lo mismo una peluquer¨ªa antigua que una r¨¦plica.
Se dejan atr¨¢s los tiempos m¨¢s duros...
En los a?os 80 la gente se dejaba el pelo largo y esa ¨¦poca fue bastante complicada. La peluquer¨ªa pas¨® de tener 20 oficiales a tener cinco. Fue un caos. Ahora los hombres quieren afeitarse, ir m¨¢s arreglados, no llevar el pelo mal cortado.
?Seguir¨¢ el negocio?
Espero que s¨ª. Mi sobrina tiene 25 a?os y est¨¢ en ello. Pero hay que tener en cuenta que este local es alquilado, la renta se va actualizando y puede ser que dentro de 10 a?os sea demasiado alta y se tenga que dejar el local. Esperemos que no ocurra.
Comercios tradicionales en peligro de extinci¨®n
El barrio donde est¨¢ la centenaria peluquer¨ªa se ha transformado. Cada vez tiene m¨¢s turistas y menos comercios castizos. "Quedan muy pocos negocios tradicionales, es una pena. Antes hab¨ªa zapater¨ªas, droguer¨ªas, tiendas de ultramarinos. Ahora quedamos nosotros, la farmacia de enfrente, que es del siglo XIX, y poco m¨¢s. Muchos locales eran de renta antigua y al actualizarla no han podido pagarla, o bien los hijos de los due?os no han querido seguir con el negocio".
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