La televisi¨®n que conviene

En un hilo en Twitter de noviembre pasado, un ciudadano, Miquel Strubell (que se presenta como editor de TV, independentista y del Bar?a), escrib¨ªa un post para defender el pluralismo informativo ante quienes sosten¨ªan que las televisiones deben agradar al p¨²blico que tienen. Dec¨ªa, y traduzco del catal¨¢n: ¡°La audiencia de TV3 es independentista en un, qu¨¦, 90%? Hagamos que la tele p¨²blica se adapte solamente a este p¨²blico? Qu¨¦ f¨¢cil ser¨ªa, pero no es la tele que quiero para mi pa¨ªs¡±.

Pero es un problema cultural, y pol¨ªtico, que los ciudadanos buscamos escuchar lo que queremos escuchar. En TV3 no son raros los mensajes de telespectadores quej¨¢ndose por la presencia en una tertulia de alguien que contradiga las tesis soberanistas. Las entrevistas con In¨¦s Arrimadas no suelen disfrutar de mucha audiencia, para gozo de este tipo de espectadores. E incluso se han organizado, desde las redes, intentos de boicot a programas protagonizados por personajes que no gustan a este colectivo, llamamientos que alguna vez fracasan como el pasado mes de octubre con un Sense Ficci¨® sobre Joan Manuel Serrat.

Hay quien no duda de la parcialidad de TV3, quien la niega sin paliativos y quien la justifica para compensar un mapa informativo audiovisual hostil a los postulados independentistas. El gran defensor de la pluralidad de TV3 es el Consell de l'Audiovisual Catal¨¤ (CAC) que en todos sus informes la reivindica como la m¨¢s imparcial. Unos datos que su presidente, Roger Loppacher, aseguraba en noviembre que son ¡°incontestables¡±. En el ¨²ltimo informe (mayo-agosto, 2018) figuraba, por ejemplo, como el partido con m¨¢s tiempo en los ¡°teleinformativos¡± el PP-PPC (12%) seguido del PDeCat (7%) y JxC (4,1%). Esta primac¨ªa informativa del PP obedec¨ªa a la actualidad de los cambios en su organizaci¨®n y no era exclusiva de esta emisora. Sin embargo, el dialogo institucional entre los gobiernos catal¨¢n y espa?ol ocupaba el tercer puesto en tiempo dedicado a la noticia en TVE y el octavo, en TV3. Y, a la inversa, el Gobierno catal¨¢n era el primero en ¡°tiempo de palabra¡± en TV3, mientras que el del Estado lo era en TVE.

En las cuentas, enormes, de este informe del CAC figuran informativos, el M¨¦s 324 o FAQS, pero no espacios dedicados, aparentemente, al entretenimiento como Tot es mou, que albergan tertulias pol¨ªticas o editoriales diarios siempre de un mismo signo. Por otra parte, una cosa es el tiempo de noticias dedicado a un partido y otra muy distinta si estas son positivas o negativas, aspecto que no entra en las cuentas del informe del CAC. A pesar de presentarse como ¡°incontestable¡±, los propios consejos del audiovisual son conscientes de su debilidad metodol¨®gica a la hora de evaluar la imparcialidad de un medio. En 2014, el Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa public¨® una verdadera antolog¨ªa sobre las dificultades de esta medici¨®n y el mism¨ªsimo CAC, en 2017, hizo un ¡°ensayo metodol¨®gico¡± con un seguimiento de los espacios de opini¨®n y la idiosincrasia ideol¨®gica de los tertulianos invitados. No basta con una lluvia de datos, hay que entrar en la apreciaci¨®n cualitativa.

El creciente liderazgo de TV3 a remolque del proc¨¦s va asociado al halago a un sector de la audiencia, absolutamente fidelizado. Pero ?es la televisi¨®n que conviene al pa¨ªs? El chalaneo, cuando pueden, de los partidos sobre las televisiones p¨²blicas no da muchas esperanzas.