Serenos contrastes

La Real Academia Galega de Belas Artes ha celebrado el mi¨¦rcoles 16 el primer concierto de 2019 dentro del ciclo a beneficio de entidades ben¨¦ficas que organiza conjuntamente con Orphelion Ensemble. Este primer concierto del a?o ha sido protagonizado por el Tr¨ªo Schubert, formado por Fumika Yamamura, viol¨ªn, Gabriel Bussi, viola, y Anne Yumino Weber, violonchelo. En programa, obras de Franz Schubert, (1797 - 1828), Paul Hindemith (1895 - 1963) y Ludwig van Beethoven (1770 ¨C 1827).

La denominaci¨®n Tr¨ªo Schubert es toda una declaraci¨®n de sus intenciones como conjunto de c¨¢mara y el Movimiento para tr¨ªo de cuerdas es, en este sentido, una introducci¨®n m¨¢s que adecuada para un programa como el propuesto. Los miembros del tr¨ªo ofrecieron una lectura llena de delicadeza, buena precisi¨®n r¨ªtmica y los contrastes din¨¢micos propios de su estilo.

El inicio del Tr¨ªo para cuerdas, op. 34 de Hindemith marc¨® un gran contraste con la obra anterior y fue una muestra de la ductilidad delgrupo. La gran fuerza teatral del un¨ªsono inicial de su primer movimiento, Toccata, se multiplic¨® en los ecos y di¨¢logos entre sus tres voces. La extrema sutileza que imprimieron al Langsam un mit grosse Ruhe cre¨® un precioso ambiente sonoro en el que luci¨® de forma muy hermosa la delicadeza de las melod¨ªas y la armon¨ªa con las que Hindemith escribi¨® este movimiento.

Los ritmos y din¨¢micas del tercer movimiento, M?ssig schnelle Viertel, tuvieron todo su car¨¢cter juguet¨®n en manos del Tr¨ªo Schubert, con unos pizziccati llenos de p¨ªcara gracia y en el movimiento final destacaron el ensamblaje de sus temas fugados, el contraste de estos con la tranquilidad de su segunda secci¨®n, Sehr ruhige Achtel, y de esta con la iron¨ªa del Sehr lebhaft y la vivacidad del Prestissimo final.

La segunda parte del concierto tuvo como protagonista a Beethoven. Los di¨¢logos de la introducci¨®n de su Tr¨ªo para cuerdas en sol mayor, op. 9 n¨²mero 1 fueron expresados con serenidad y una sensaci¨®n de trascendencia en la que no faltaron las caracter¨ªsticas oleadas de fuerza beethovenianas. Estas fueron administradas con bastante mesura a lo largo de toda la interpretaci¨®n del tr¨ªo y fue de destacar el bello canto de Yamamura en el Adagio y el apoyo como un eco de la viola de Bussi. En el Scherzo fue notable la gracia inicial del conjunto y la fuerza contenida del chelo de Weber, extendida y multiplicada en sus Tr¨ªos. Esta misma fuerza elegantemente contenida caracteriz¨® el Presto final.