El nuevo partido de Puigdemont no encuentra apoyos m¨¢s all¨¢ de sus fieles
ERC rechaza unirse a una lista ¨²nica independentista en Barcelona para las elecciones municipales
La llamada del expresidente catal¨¢n Carles Puigdemont y de su sucesor, Quim Torra, a unir todo el independentismo en candidaturas conjuntas para las elecciones municipales top¨® este domingo con un sonoro portazo por parte de Esquerra Republicana, el partido que las encuestas sit¨²an en cabeza para liderar el secesionismo. Los republicanos quieren aprovechar esos comicios para reorientar su proyecto y alejarse del centroderecha independentista, en horas bajas por la pugna entre Puigdemont y su nuevo partido ¡ªLa Crida¡ª y lo que queda de la vieja Convergencia.
Mientras que La Crida se presenta como un partido dispuesto a llevar adelante la independencia de Catalu?a, incluso de manera unilateral, la estrategia de ERC pasa por bajar revoluciones e intentar sumar m¨¢s apoyos para avanzar hacia la ruptura con el resto de Espa?a pero esta vez sin fijarse plazos. Desde la c¨¢rcel, el presidente del partido, Oriol Junqueras, est¨¢ embarcado en esta lenta maniobra para corregir el rumbo de ERC hacia posiciones m¨¢s pragm¨¢ticas que en el pasado.
Conscientes de que parte de las bases de Esquerra no entienden este viraje y se resisten a abandonar la v¨ªa unilateral, el entorno de Puigdemont insiste en intentar aglutinar bajo su nuevo partido a todos los que siguen apostando por una independencia por la v¨ªa r¨¢pida.
El presidente del grupo parlamentario de ERC en el Parlament, Sergi Sabri¨¤, defiende que su partido representa el ¡°independentismo abierto y efectivo que quiere sumar m¨¢s gente a la causa¡± y que su objetivo es que los Ayuntamientos catalanes tengan mayor¨ªas ¡°republicanas y progresistas¡±, lo que encaja mal con acuerdos con los herederos de la antigua Converg¨¨ncia.
Despu¨¦s del congreso constitutivo de La Crida el pasado s¨¢bado, este domingo Esquerra tuvo mucho inter¨¦s en marcar distancias con el nuevo proyecto. El encargado de hacerlo fue su candidato a la alcald¨ªa de Barcelona, Ernest Maragall, sobre quien se centran todas las presiones de Puigdemont para que acepte formar una candidatura ¨²nica independentista. Maragall dijo que su objetivo es ¡°sumar¡±, pero que esto se tiene que hacer ¡°el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones¡±, no antes. ERC cree que lo que les est¨¢ ofreciendo Puigdemont no es un acuerdo para sumar sino el abrazo del oso: ¡°Se expresa una cierta evidencia de que hay un problema de unidad no resuelta en el campo del centroderecha catal¨¢n y esta cuesti¨®n no resuelta la proyectan hacia afuera a ver si alguien les hace el trabajo y les salva¡±, dijo Maragall. Mientras, desde el entorno de Puigdemont el mensaje que se lanza a ERC es que decida si quiere o no un alcalde independentista para la capital catalana. ¡°?ERC va con Ada Colau o con el PDeCAT¡±, se pregunt¨® este domingo Elsa Artadi, que ir¨¢ en la lista que Puigdemont est¨¢ dise?ando para Barcelona.
El candidato a la alcald¨ªa de Barcelona por ERC tambi¨¦n lanz¨® una pulla a Puigdemont y los neoconvergentes por la actual falta de liderazgo en el espacio del nacionalismo conservador, donde no se sabe hasta d¨®nde llega el poder del expresidente refugiado en Waterloo (B¨¦lgica) y d¨®nde empieza el de la debilitada direcci¨®n del PDeCAT o el del presidente vicario de la Generalitat, Quim Torra. ¡°Cuando tengamos una interlocuci¨®n ¨²nica podremos entrar a trabajar en c¨®mo definimos esa unidad de acci¨®n que, despu¨¦s de las elecciones, nos pueda ayudar a avanzar y gobernar juntos¡±, dijo Ernest Maragall.
Pero no solo est¨¢ en juego la alcald¨ªa de Barcelona. Lo est¨¢, tambi¨¦n, el reparto de poder en los otros 946 municipios catalanes que, de forma mayoritaria, han tenido siempre alcaldes vinculados a la ahora extinta Convergencia i Uni¨®, coalici¨®n que retuvo m¨¢s de 400 alcald¨ªas en los ¨²ltimos comicios contra las 259 de Esquerra Republicana. Por m¨¢s que gobiernen juntos en la Generalitat, las contiendas entre el independentismo de centroderecha y el de centroizquierda alcanzan cotas dif¨ªciles de imaginar entre dos socios que se necesitan entre ellos.
Tambi¨¦n est¨¢ por ver si Puigdemont ser¨¢ capaz de arrastrar a todo el PDeCAT hacia su proyecto de nuevo partido, que por ahora prefiere presentarse como ¡°asociaci¨®n¡± para evitar el choque frontal con las siglas herederas de Convergencia. Lo que est¨¢ haciendo el expresidente con La Crida es una suerte de maniobra envolvente para intentar captar todos los activos pol¨ªticos ¡ªy econ¨®micos¡ª del PDeCAT.
Pero como ya viene siendo habitual en el terreno de juego independentista, las zancadillas entre los diferentes actores se resuelven en privado. Nadie quiere asumir los costes de una ruptura, menos en v¨ªsperas del juicio de los presos del proc¨¦s, que comenzar¨¢ la pr¨®xima semana en el Tribunal Supremo y que, previsiblemente, la pr¨®xima semana vivir¨¢ el primer episodio con el traslado a Madrid de los pol¨ªticos encarcelados.
Por ahora el PDeCAT se limita a mirar con recelo la nueva maniobra de Puigdemont. El objetivo es mantener tanto poder territorial como sea posible en las elecciones del 26 de mayo, pero antes habr¨¢ que dirimir asuntos no menores, como si se permite la tramitaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado. Algunos dirigentes del PDeCAT ven riesgo de fractura interna si Puigdemont utiliza su poder para tumbar las cuentas, pero de momento en el espacio neoconvergente nadie parece dispuesto a rebelarse abiertamente contra el poder de Waterloo.
Un partido camuflado como ¡°asociaci¨®n¡±
Por ahora La Crida se presenta como ¡°asociaci¨®n pol¨ªtica¡± pese a haberse registrado formalmente como partido. Si el PDeCAT se resiste a fusionarse con la nueva formaci¨®n de Puigdemont, La Crida se activar¨¢ formalmente como partido para disputar el poder a la antigua Convergencia. Este domingo lo dej¨® claro el reci¨¦n nombrado secretario general de La Crida, Antoni Morral: ¡°No renunciamos a ning¨²n campo de acci¨®n pol¨ªtica¡±, dijo.
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