Una paliza por celos acaba con la vida de un irland¨¦s desaparecido en Torrevieja
El presunto agresor reaccion¨® violentamente al enterarse de que la v¨ªctima hab¨ªa mantenido relaciones con su expareja, seg¨²n la Guardia Civil
Un tri¨¢ngulo amoroso que acab¨® en una brutal paliza est¨¢, seg¨²n los investigadores, detr¨¢s de la muerte de Carl Aidan Carr, un irland¨¦s de 37 a?os que desapareci¨® en septiembre pasado en la localidad alicantina de Torrevieja y cuyo cad¨¢ver fue localizado en una arboleda del municipio de Rojales. Hay cuatro detenidos, actualmente en prisi¨®n: el supuesto agresor y otras tres personas acusadas de encubrimiento, seg¨²n la Guardia Civil.?
La relaci¨®n de la v¨ªctima con la expareja sentimental de su presunto homicida, con el que compart¨ªa piso, acab¨® en un ataque de celos, seguido de una agresi¨®n, en la que el principal acusado del crimen golpe¨® a Carr con un pu?o americano hasta acabar con su vida.
Los hechos arrancan en un local de ocio de Orihuela Costa, una zona pr¨®xima a Torrevieja frecuentada por ciudadanos extranjeros. All¨ª coincidieron Carr y su compa?ero de piso, ambos irlandeses, la pareja y expareja de este ¨²ltimo y otra mujer, todas ellas inglesas. Tomaron varias copas juntos y despu¨¦s cada uno se march¨® a su casa.
Tres d¨ªas m¨¢s tarde, el pasado 20 de septiembre, la pareja de la v¨ªctima denunci¨® su desaparici¨®n. En su declaraci¨®n, la compa?era sentimental de Carr asegur¨® que hab¨ªa pasado por el domicilio de este y su compa?ero de piso le hab¨ªa negado el acceso, aunque por la ventana pudo ver que la habitaci¨®n del desaparecido estaba ¡°demasiado bien recogida y desprend¨ªa un fuerte olor a lej¨ªa¡±, explican los investigadores.?
Los agentes de Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil comenzaron a sospechar que la desaparici¨®n no hab¨ªa sido voluntaria. Los testigos interrogados coincid¨ªan en la primera parte de la historia pero mostraban incongruencias a la hora de explicar el regreso a sus casas. Adem¨¢s comenzaron a presentar a Carr como un individuo ¡°un tanto peligroso¡± que se dedicaba al tr¨¢fico de drogas y era habitual en peleas.
Los investigadores registraron minuciosamente el domicilio que compart¨ªan v¨ªctima y presunto agresor y, seg¨²n averiguaron, el presunto homicida se hab¨ªa enterado de que Carr tuvo relaciones con su expareja y madre de su hijo. Esa relaci¨®n -aunque ambos ten¨ªan parejas estables- desemboc¨® en un ataque de celos y el agresor comenz¨® a golpearle hasta matarlo, seg¨²n el relato de la Guardia Civil.
Los investigadores dieron con el rastro de la posible ubicaci¨®n del cad¨¢ver, una extensa arboleda situada en Rojales, al sur de la provincia de Alicante, y el pasado 31 de enero los agentes descubrieron a la v¨ªctima enterrada junto a dos botellas de lej¨ªa, las que posiblemente se utilizaron para borrar los rastros de sangre en el lugar de los hechos.
La Guardia Civil hab¨ªa detenido a los cuatro implicados, que actualmente se encuentran en prisi¨®n por orden del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Torrevieja. Al principal acusado se le acusa de homicidio, tr¨¢fico de drogas, extorsi¨®n y tenencia il¨ªcita de armas, ya que durante los registros se ha localizado un arma corta. Al resto, su pareja actual, la expareja y un ciudadano espa?ol, se les acusa de encubrir el delito.
Tanto la subdelegada de Gobierno de Alicante, Araceli Poblador, como el jefe de la Comandancia de Alicante, Francisco Rodr¨ªguez, que han presentado el caso junto al jefe de la investigaci¨®n, Francisco Javier Balsalobre, han destacado que este caso se ha resuelto gracias a la cooperaci¨®n policial internacional y a la ¡°minuciosa reconstrucci¨®n de los hechos previos a la desaparici¨®n¡± de Carl Aidan Carr.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.