La alianza entre PSOE y Ciudadanos
Las encuestas empiezan a sugerir que ni la izquierda ni la derecha pueden alcanzar mayor¨ªas parlamentarias sin contar con socios muy inc¨®modos, ya sean los nacionalistas para el PSOE o VOX para Ciudadanos
En los ¨²ltimos meses en la pol¨ªtica espa?ola se est¨¢ erigiendo un muro ideol¨®gico que separa a los ciudadanos en dos bandos. La frontera que divide la izquierda de la derecha es cada vez m¨¢s impermeable y parece imponerse la cl¨¢sica teor¨ªa de las dos orillas, esa consistente en que los ciudadanos equidistantes se ven obligados a nadar hacia una de las orillas si no quieren perecer ahogados.
Ciertamente, nos encontramos ante un escenario pol¨ªtico particularmente polarizado. A priori todo indica que hemos dejado atr¨¢s esos tiempos en los que los ciudadanos ten¨ªan una preferencia mayoritaria por acuerdos pol¨ªticos transversales. En 2016, durante el per¨ªodo previo a la repetici¨®n de elecciones generales, cuando el debate sobre coaliciones y pactos de gobierno dominaba la agenda p¨²blica, la preferencia mayoritaria de los espa?oles era el mestizaje ideol¨®gico. Los votantes del PSOE ten¨ªan como primera preferencia un gobierno tripartito que incluyera tanto a Ciudadanos como a Podemos. Por su parte, los votantes de Ciudadanos deseaban formar parte de un gobierno de gran coalici¨®n formado por PP y PSOE. As¨ª pues, en ambos casos, los espa?oles demandaban compromisos entre la izquierda y la derecha.
El vac¨ªo del centro pol¨ªtico hace que se extienda la sensaci¨®n de que los pactos transversales son inviables
De hecho, en 2016 los votantes del PSOE sent¨ªan que en t¨¦rminos ideol¨®gicos su partido se encontraba esencialmente equidistante entre Podemos y Ciudadanos. Los votantes socialistas consideraban que la posici¨®n de centro izquierda del PSOE situaba al partido justo en el punto intermedio entre un Podemos marcadamente de izquierdas y un Ciudadanos percibido entonces esencialmente como de centro-derecha.
?ltimamente la pol¨ªtica espa?ola ha cambiado de forma muy profunda. El partido de Albert Rivera es ahora una formaci¨®n marcadamente de derechas a ojos del electorado socialista. Y, del mismo modo, los simpatizantes de Ciudadanos consideran que el PSOE se ha movido hacia la izquierda, alej¨¢ndose de las posiciones moderadas del centro-izquierda.
As¨ª pues, el centro pol¨ªtico se est¨¢ vaciando. Esto ha provocado que se extienda la sensaci¨®n de que los pactos transversales o mestizos en lo ideol¨®gico son hoy inviables. No obstante, se trata, a mi entender, de una conclusi¨®n precipitada. Es probable que muchos votantes del PSOE y de Ciudadanos consideren que sus partidos est¨¢n m¨¢s alejados que nunca y que ya poco les queda en com¨²n. A¨²n con ello, las preferencias siempre son relativas y se forman comparando las alternativas viables en ese momento. La deseabilidad de un pacto PSOE-Ciudadanos depende en gran parte de cu¨¢n atractivos sean los pactos alternativos que la aritm¨¦tica parlamentaria permite. Y ¨¦stos son cada vez menos atractivos.
Los nacionalistas catalanes ya no cumplen el papel de garantes de la estabilidad que ten¨ªan en el pasado
Ciertamente los votantes socialistas preferir¨ªan un gobierno de izquierdas junto a Podemos. Sin embargo, las encuestas indican que en el mejor de los escenarios posibles el PSOE s¨®lo podr¨ªa revalidar un gobierno de izquierdas con el benepl¨¢cito de los partidos nacionalistas catalanes. Y actualmente, ERC y PDeCAT son socios altamente inc¨®modos para el PSOE por dos motivos. En primer lugar, son formaciones que generan un importante rechazo a una parte de su electorado y, por lo tanto, pactar con ellos puede acarrearles un desgaste electoral relevante. Y en segundo lugar, los nacionalistas catalanes ya no cumplen ese papel de garantes de la estabilidad que ten¨ªan en el pasado y que permit¨ªan a Espa?a gozar de los gobiernos m¨¢s longevos entre las democracias parlamentarias de nuestro entorno. Actualmente, incluir estos partidos como socios es confiar en una mayor¨ªa parlamentaria inestable.
De forma similar, puede que muchos votantes de Ciudadanos vean ahora al PP como un aliado m¨¢s atractivo que el PSOE. Sin embargo, las encuestas indican que la derecha necesitar¨ªa muy probablemente del apoyo de VOX para alcanzar una mayor¨ªa parlamentaria. La presencia de VOX como pieza fundamental puede propiciar que muchos votantes de centro-derecha acaben de nuevo percibiendo al PSOE como un socio m¨¢s atractivo.
As¨ª pues, en la pol¨ªtica espa?ola se est¨¢n produciendo dos procesos antag¨®nicos. Por un lado, en los ¨²ltimos meses estamos viviendo un importante proceso de polarizaci¨®n en la competici¨®n partidista. Por otro lado, las encuestas empiezan a sugerir que ni la izquierda ni la derecha pueden alcanzar mayor¨ªas parlamentarias sin contar con socios muy inc¨®modos: ya sean los nacionalistas catalanes para el PSOE, o VOX para Ciudadanos. Si bien el primer proceso est¨¢ fomentando la pol¨ªtica de bloques estancos sin posibilidad de acuerdos ideol¨®gicamente transversales, el segundo proceso empuja en sentido contrario. En definitiva, la alianza entre PSOE y Ciudadanos nunca hab¨ªa estado m¨¢s lejos y m¨¢s cerca al mismo tiempo.
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