Desconcierto brechtiano en el Teatre Nacional

Regresa Oriol Broggi al Teatre Nacional de Catalunya (TNC) con un cl¨¢sico de Bertolt Brecht, La bona persona de Sezuan,en la espl¨¦ndida traducci¨®n de Feliu Formosa y con Clara Segura como gran protagonista. ?cida reflexi¨®n, envuelta en ropajes de comedia, sobre los l¨ªmites de la bondad en una sociedad enferma que prima la maldad y la explotaci¨®n. En el largo e irregular montaje, coproducido por La Perla 29 y el TNC, Broggi alterna aciertos y desaciertos otorgando un desproporcionado protagonismo a Joan Garriga y su banda, que se marcan un concierto en paralelo que alarga el espect¨¢culo hasta las tres horas.

Funciona mejor la segunda parte, cuando Clara Segura transmite con m¨¢s intensidad la ternura y la grandeza de Xen Te, la prostituta de buen coraz¨®n que ilumina con su bondad la miserable vida de los pobres de Sezuan y que tiene que travestirse en su primo, el d¨¦spota Xui Tau, para sobrevivivir al acoso de una jaur¨ªa de aprovechados que pretenden vivir a su costa. Jugoso desdoblamiento al que Segura saca buen partido.

No hay final feliz en esta par¨¢bola de los males del capitalismo salvaje: ?es posible la bondad sin l¨ªmites en una sociedad acosada por la miseria y la explotaci¨®n? No hay respuesta, y menos en el desencantado ep¨ªlogo, pero en el viaje teatral, el dramaturgo alem¨¢n deja espacios abiertos a la poes¨ªa, el humor, la cr¨ªtica ¨¢cida y el esperpento.

De todo hay en este Brecht al que no acaba de dar el punto justo de cocci¨®n Broggi, que enmarca la acci¨®n en un austero espacio de maderas y en ocasiones mueve de forma desconcertante a los personajes, que corren al galope por el fondo del escenario o bailan como marionetas sin acierto coreogr¨¢fico.

Como nexo entre las numerosas escenas, conf¨ªa en la energ¨ªa musical de Joan Garriga, con quien ya trabaj¨® en Bodas de Sangre. Y es en este apartado donde el espect¨¢culo se tambalea. Acompa?ado por Rambo (Francisco Barista), Mari¨¤ Roch y Madjid Fahem, Garriga interpreta 16 temas en un abanico de estilos con aires folcl¨®ricos, r¨ªtmos del Este y algunas canciones que remiten al cabaret berlin¨¦s, con el cl¨¢sico Lied vom achten Elefanten, de Paul Dessau, como joya de la funci¨®n.

Quiz¨¢ se le ha ido la mano en la raci¨®n musical, y el inesperado ¡ªy desproporcionado¡ª concierto, metido con calzador, alarga el espect¨¢culo hasta las tres horas sin aportar relevancia teatral; al contrario, en ocasiones interfiere, cuando no tapa, parte de los di¨¢logos.

?Joan Carreras encarna con gracia al aviador Sun, que enamora y pretende solucionar su futuro llevando a Xen Te al altar, y Toni Gomila acierta en el retrato del aguador Wang, leal amigo de la prostituta que recibe la visita y el regalo de tres dioses que le permiten comprar un estanco y salir adelante siempre que no traicione su amor al pr¨®jimo. Las buenas caracterizaciones de M¨ªriam Alamany (madre del aviador), Merc¨¨ Pons (la propietaria Mi Tzu) y Jordi Figueres (Xu Fu) destacan en el amplio reparto de esta obra coral.