Barcelona facilitar¨¢ el uso del coche compartido tras el cierre de Avancar
La empresa deja la ciudad, en parte, por el retraso del Ayuntamiento en la regulaci¨®n de un modelo que el Gobierno local defiende como complemento al transporte p¨²blico
El cierre del servicio de veh¨ªculos compartidos Avancar en Barcelona ha ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa entre sus escasos competidores y el propio Ayuntamiento de Barcelona. Su marcha se explica en parte por el retraso acumulado por el Gobierno de Barcelona en Com¨² en regular un modelo que, pese a esa lentitud, le gusta como complemento al transporte p¨²blico. Su objetivo, ya para despu¨¦s de las elecciones municipales y siempre y cuando pueda volver a gobernar, es reservar en la calle plazas para los veh¨ªculos de car sharing para hacerlos m¨¢s visibles e impulsar las flotas de coches el¨¦ctricos.
Avancar afronta sus dos ¨²ltimas semanas en Barcelona, donde naci¨® en 2004 como una iniciativa de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Tras acabar en manos de Zipcar (del grupo Avis), en septiembre del a?o pasado anunci¨® que dejaba Madrid porque el negocio no era suficientemente ¡°beneficioso¡± y ahora deja la capital catalana. Los 400 coches que forman parte de su red son usados por unos 20.000 usuarios. ¡°Es una muy mala noticia¡±, valora Mercedes Vidal, la concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, quien ha solicitado una reuni¨®n con los responsables del servicio para conocer los motivos de su cierre.
La noticia cogi¨® al Gobierno municipal con el pie cambiado. Despu¨¦s de regular los patinetes el¨¦ctricos y los servicios de bicicleta y moto compartida, hab¨ªa llegado el momento de poner en orden el modelo de car sharing. Fuentes del sector aseguran que, en oto?o, el Ayuntamiento se hab¨ªa planteado sacar a concurso unos centenares de plazas de aparcamiento en la calzada reservadas para flotas de estas compa?¨ªas, lo que gener¨® un importante inter¨¦s de los operadores que est¨¢n en Espa?a. El Consistorio niega que haya llegado a hablar de plazas concretas y avisa de que la regulaci¨®n est¨¢ todav¨ªa en manos de los t¨¦cnicos.
?Reduce el tr¨¢fico?
De momento, siete compa?¨ªas compiten en Barcelona. Pero, pese a que en Madrid solo hay dos operadores m¨¢s, su visibilidad es mucho mayor. La diferencia est¨¢ en que la capital espa?ola les reserva plazas en la calle ¡ªespecialmente a los coches el¨¦ctricos¡ª, lo que ha popularizado su uso entre quienes reh¨²san tener coche de propiedad. Pero hay una cuesti¨®n pendiente: ?el car sharing descongestiona el tr¨¢fico?
¡°Esa es la pregunta por resolver¡±, reconoce Vidal. La pregunta es especialmente importante en Barcelona, una de las ciudades m¨¢s densas de Europa. ¡°Si hay ocupaci¨®n de la v¨ªa p¨²blica, se ha de regular, cuantificar y exigir alguna contraprestaci¨®n¡±, afirma la regidora. Y se?ala que, antes de dar autorizaciones, se tienen que valorar las externalidades que puede producir el servicio, ¡°justo para evitar que se vea como negativo entre los ciudadanos¡±.
La idea, sostiene, est¨¢ clara: habr¨¢ plazas a la vista, a pie de calle ¡ªno aclara si se podr¨¢n ocupar plazas de zona azul o verde¡ª, porque ¡°en la calle es m¨¢s importante que haya un coche que se utiliza que no uno que no se mueve¡±. Y se incentivar¨¢ el modelo el¨¦ctrico para luchar contra las acumulaciones de di¨®xido de carbono y de part¨ªculas en el aire.
Avancar apenas dispon¨ªa de plazas en superficie, lo que limitaba su proyecci¨®n p¨²blica y su comodidad de cara al usuario, una de las claves del ¨¦xito en Madrid. ¡°Tengamos m¨¢s coches en la calle para que haya m¨¢s visualizaci¨®n y las familias se den cuenta de que no hace falta tener coche¡±, afirma Jaume Su?ol, director general de Drivy en Espa?a, uno de los operadores de car sharing presente en Barcelona que permite utilizar veh¨ªculos propiedad de particulares y de empresas a cambio de un pago por uso.
Estrategia ¡°a largo plazo¡±
¡°Barcelona ha optado por un modelo de movilidad a largo plazo y eso supone que cueste m¨¢s lograr resultados¡±, asume Su?ol. Es de los que cuestionan que el modelo de Madrid no est¨¢ sirviendo para descongestionar el tr¨¢fico en sus calles, si bien es cierto que hay estudios que consideran que por cada veh¨ªculo compartido en explotaci¨®n desaparecen entre cinco y 20 veh¨ªculos por propietarios que renuncian a tenerlos en propiedad.
Hay una cuesti¨®n que puede condicionar esas ratios: los diferentes tipos de car sharing que ofrece el mercado. Los hay que ofrecen un libre desplazamiento, en el que coges el veh¨ªculo en un lugar y lo puedes dejar en otro distinto. Tambi¨¦n hay otros donde el desplazamiento es siempre de ida y vuelta, con retorno en el mismo lugar donde empez¨® el alquiler del veh¨ªculo.
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