El hombre que cambi¨® la vivienda de lujo
El promotor venezolano Axel Capriles hace atractivo el centro de Madrid para las grandes fortunas con la rehabilitaci¨®n de edificios antiguos
La maqueta le gust¨®. Axel Capriles pens¨® de inmediato que estaba ante la obra de un arquitecto con talento. Hab¨ªa visto muchos proyectos en su larga vida de promotor inmobiliario y sab¨ªa reconocer un trabajo bien hecho. Sin embargo, pecaba de sobriedad y ambici¨®n. ?Solo un ba?o en un d¨²plex y encima en la parte de abajo? ?Si uno se despertaba en mitad de la noche ten¨ªa que bajar esas escaleras? ?Y la habitaci¨®n principal, no era demasiado peque?a? Capriles recuerda ahora, cinco a?os despu¨¦s, ese momento como el comienzo de la andadura que le ha llevado a convertirse, junto a su primo Miguel ?ngel Capriles, en un pionero en la construcci¨®n de viviendas de lujo en el centro de Madrid.
Capriles, venezolano de 65 a?os, un empresario de trato amable con una vertiente intelectual muy pronunciada, pidi¨® al arquitecto que sacrificara el n¨²mero de pisos de ese inmueble que ¨¦l, reuniendo a un importante n¨²mero de inversores, hab¨ªa comprado para rehabilitar en la calle Fernando VI. D¨¢ndole la vuelta a la idea inicial, se redujo de 36 a 26 el n¨²mero de apartamentos. "La idea era traer un concepto m¨¢s lujoso insertado en una arquitectura cl¨¢sica. Por fuera, preservar las hermosas fachadas de los edificios hist¨®ricos de Madrid, y por dentro un concepto m¨¢s americano de comodidad, de espacio sin complejo. Ba?o arriba, ba?o abajo. Nada de bajar escaleras", explica en su oficina, frente a la plaza de la Villa de Par¨ªs.
En un momento en el que los promotores locales sufr¨ªan por la crisis, Axel apost¨® por el mercado espa?ol. Y jug¨® a subirlo de nivel, en un intento por igualarlo a la oferta de vivienda exclusiva de Par¨ªs o Londres, salvando las distancias. Y le funcion¨®. Gran Roque, la compa?¨ªa de los primos, comercializa inmuebles de varios millones de euros, lo que ha atra¨ªdo a grandes fortunas, nacionales y extranjeras, al coraz¨®n de Madrid.
"Axel es uno de los principales rehabilitadores del centro, junto a otra compa?¨ªa de capital venezolano como The Corner Group. Ha sido clave porque ha tra¨ªdo un producto de lujo y muy bien hecho a una zona donde antes no se constru¨ªa este tipo de vivienda", cuenta Samuel Poblaci¨®n, director del ¨¢rea de residencial y suelo de CBRE. "Acabamos de vender un piso en Justicia de casi 500 metros por cuatro millones de euros. Esos presupuestos antes se manejaban en otras zonas. El negocio ha cambiado", a?ade Charlotte Prinz, Bussines Development Manager de John Taylor, una inmobiliaria de lujo.
La aventura de Axel Capriles, que ostenta 31 cargos en 26 sociedades diferentes, de acuerdo al registro de la propiedad, es hija a partes iguales de la necesidad y la oportunidad. En Venezuela, donde organizaba eventos farmac¨¦uticos y constru¨ªa y comercializaba con la marca Proyectos y Construcciones Pan¨®ptica, el mercado inmobiliario se hundi¨® a la par que la econom¨ªa del pa¨ªs bajo el r¨¦gimen chavista. El secuestro y desaparici¨®n de uno de sus trabajadores de confianza, N¨¦lson Guti¨¦rrez, cuyo cad¨¢ver nunca fue recuperado, le empuj¨® a hacer las maletas: "La locura colectiva se hab¨ªa vuelto normalidad".
Visit¨® en 2012 Per¨² y Panam¨¢ con la idea de expandirse a estos pa¨ªses, pero no fue hasta que lleg¨® a Barcelona que se enamor¨® de verdad. A esa edad, rondando los 60, buscaba belleza y en Barcelona la encontr¨®. Le pas¨® igual con Madrid. Convenci¨® a gente de que arriesgara su capital en un pa¨ªs que entonces no brillaba. "Este era un pa¨ªs de futuro, y esta ciudad m¨¢s todav¨ªa. Una sociedad robusta, educada, una capital europea de primer nivel. Estaba convencido de que estaba infravalorada en el mundo. 'T¨² est¨¢s loco', me dec¨ªan, 'esos van a la quiebra'. Yo estaba convencido de la recuperaci¨®n", prosigue.
Su idea era encontrar edificios listos para comprar y comercializar, pero se encontr¨®, caminando por el centro, con edificaciones cl¨¢sicas, de fachadas extraordinarias, pero mal conservadas. Se enfoc¨® en la rehabilitaci¨®n y comercializaci¨®n. Comenz¨® con Barquillo, 12, el edificio en cuyo bajo est¨¢ instalado el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Llev¨® a cabo una obra integral. El exterior conserva la fachada se?orial de 1876, pero el interior est¨¢ completamente rehabilitado. ?Lo m¨¢s impresionante? Un garaje robotizado.
Aplic¨® esa f¨®rmula a otros cinco edificios de la misma zona. Invecap, el veh¨ªculo inversor de la familia Capriles, tuvo una cifra de negocios de casi 40 millones de euros en 2016 y de 23 en 2017. Dice Axel que le daba tristeza ver edificaciones hist¨®ricas mal conservadas, joyas arquitect¨®nicas a su parecer, llenas de humedales. ?Esa subida de categor¨ªa no expulsa a los vecinos de toda la vida? ?No es gentrificaci¨®n de manual? "El alto coste de la rehabilitaci¨®n hace que quien quiera hacer negocio tenga que enfocarlo en el lujo. Es un producto exclusivo", argumenta.
Asegura que el 70% de sus clientes son espa?oles, frente a lo que pueda parecer debido al boom de inversores latinoamericanos. "Y ninguno es un boliburgu¨¦s (oligarcas enriquecidos al calor del chavismo). Mi apellido los espanta", a?ade Axel, primo lejano de Henrique Capriles, el destacado opositor chavista.
La venta de inmuebles de lujo, en ocasiones, es m¨¢s r¨¢pida que la est¨¢ndar. No hay forma de comprobarlo con datos en la mano, pero es una sensaci¨®n que tiene el presidente del Coam, Jos¨¦ Manuel Ezquiaga, viendo los emails y las consultas que reciben sobre edificaciones en Madrid, donde el precio de la vivienda est¨¢ a m¨¢ximos de 2007, en plena burbuja, seg¨²n un informe de Anticipa Real Estate, y se prev¨¦ un crecimiento de dos d¨ªgitos durante este a?o. "Oferta de este nivel no exist¨ªa. Madrid tiene su hueco ahora en el lujo", abunda. Pone como ejemplo el complejo de lujo Canalejas, que pr¨¢cticamente tiene vendidas las 22 viviendas construidas. La m¨¢s cara, por 10 millones de euros.
El periplo de Axel en este negocio no ha estado exento de sobresaltos. Un d¨ªa, reci¨¦n aterrizado en Caracas para pasar unos d¨ªas, recibi¨® una llamada desde Madrid en la que le informaban que uno de los edificios que hab¨ªa comprado, en el n¨²mero 12 de la calle Barquillo, hab¨ªa sido ocupado. Le dio la risa: "?Pero qu¨¦ co?o, usted me est¨¢ vacilando!". Cuando descubri¨® que el asunto iba en serio sinti¨® un aguijonazo de inquietud. En el negocio inmobiliario, m¨¢s que en ning¨²n otro, un contratiempo de este tipo se traduce en grandes p¨¦rdidas. Hab¨ªa vivido situaciones parecidas en Venezuela, con sus largos y tediosos tr¨¢mites administrativos, y tem¨ªa que el procedimiento de desalojo se eternizase. Descolgar al tel¨¦fono para advertirle a un inversor de que te han arrebatado el edificio de las manos tiene mucho de derrota.
-Lo vi negro.
-?Y qu¨¦ pas¨®?
-Met¨ª una solicitud en los juzgados. Y en tres meses el juez resolvi¨® y orden¨® el desalojo. Qu¨¦ bueno que haya instituciones que funcionan, eso da mucha seguridad a los empresarios. Que la ley funcione es primordial.
Mientras Capriles cuenta esto, en frente, a trav¨¦s de un ventanal de su oficina, se yergue el imponente edificio del Tribunal Supremo. Dentro, en ese preciso momento, est¨¢n juzgando a los pol¨ªticos presos catalanes.
-Ellos no tienen la misma idea de la legalidad en Espa?a que usted.
Negocio mil¨¦nial
En solitario, Axel Capriles ha iniciado un negocio para atraer al los mil¨¦nials. Orinoquia Real Estate es un fondo dedicado al alquiler de temporada, lo que en t¨¦rmino anglosaj¨®n se conoce como Extended Stay Industry. La compa?¨ªa est¨¢ enfocada en dar servicio a las grandes poblaciones flotantes de una ciudad, como los ejecutivos de empresa o los actores que ruedan una pel¨ªcula y necesitan un alojamiento por uno o dos meses. La movilidad transmoderna, lo llama Capriles. Por ahora ha creado una bolsa de vivienda destinada a este sector en ciudades como M¨¢laga o Valencia.
-Mi experiencia es otra.
El promotor ha conocido Madrid a pie. Vive cerca de la oficina, escoge los edificios que rehabilita por los alrededores y por aqu¨ª est¨¢n tambi¨¦n sus bares y restaurantes favoritos. Si quiere escuchar un ciclo de conferencias sobre el conquistador espa?ol Cabeza de Vaca o acerca de Her¨®doto solo tiene que caminar un par de calles abajo. No lo dice, pero se entiende que ve en esos hombres del pasado el ideal de ser humano: el que viaja, descubre y reflexiona.
Mientras pasa por la plaza Villa de Par¨ªs, con un gab¨¢n gris y unas gafas redondas de Dior, se enrolla sobre c¨®mo ha visto levantarse al barrio de Justicia, en lo que cree que ha puesto su granito de arena. Donde languideci¨® la m¨ªtica cafeter¨ªa Riofr¨ªo ahora abrieron varios restaurantes caros.
"Mi trabajo fue dar a conocer el barrio a extranjeros y al propio espa?ol. Les dije que Justicia es mejor que Salamanca. ?Te acuerdas de aquel anuncio de IBM y Apple? Aparec¨ªa un se?or de IBM, trajeado, serio, circunspecto; y un muchacho de Apple, jovial, en jeans, que le da con el tac¨®n a su computadora. Pues bien: Salamanca es IBM y Justicia es Apple", ahonda.
Capriles siente que ha tenido una vida partida en dos: la del acad¨¦mico que ha escrito tres libros y la del hombre de negocios dedicado al mercado inmobiliario. En el mundo acad¨¦mico venezolano, agrega, se le ve como un ultraliberal burgu¨¦s con inquietudes intelectuales y en el mundo empresarial como un intruso de ideas progresistas. A veces esas dos personalidades hacen contacto y ah¨ª est¨¢ Capriles, una noche de entresemana, ofreciendo una conferencia en Madrid sobre el complejo del dinero, rodeado de venezolanos pudientes.
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