Bienvenido al plat¨® de los desahucios
Entre reivindicaciones y demandas, en Argumosa, 11 conviven propietarios, inquilinos de renta antigua, morosos y vecinos que se niegan a pagar
En el edificio de Argumosa 11, en el barrio de Lavapi¨¦s, hay 28 pisos en los que viven 65 personas. Hasta ah¨ª todo normal si no fuera porque casi nada de lo que sucede en ese edificio es lo habitual: para empezar, Argumosa 11, cada cierto tiempo, parece un plat¨® de televisi¨®n. 12 desahucios, retransmitidos en directo, lo contemplan. 12 desahucios (este viernes, el m¨¢s reciente) que se han conseguido parar. [Fotogaler¨ªa: Desahucios en Argumosa, 11 | Infograf¨ªa: El edificio, piso a piso]
Algo tiene que ver en ello la?Plataforma de Afectados por la Hipoteca Centro?(PAH) y otras plataformas vecinales, que han tomado el lugar por bandera de sus reivindicaciones. Planta por planta, puerta con puerta, Argumosa tiene una demograf¨ªa singular, donde se mezclan propietarios reales (3), inquilinos de renta antigua (10), inquilinos que se fueron porque no deseaban pagar un aumento de alquiler pero subarrendaron el piso a terceros -que podr¨ªan ser considerados como ocupantes llave en mano-, morosos, antiguos inquilinos que dejaron de pagar por la subida y ahora est¨¢n bajo la amenaza de desahucio -entre los que est¨¢n Pepi y su familia, la familia Salazar, protagonistas de los ¨²ltimos intentos de desahucio-. Claro est¨¢ que los Salazar ocupan siete viviendas. Tambi¨¦n hay cuatro viviendas tapiadas a cal y canto para que nadie las ocupe y ocho que est¨¢n vac¨ªas o no se conoce ocupante. No es un inmueble normal este de Argumosa 11. Un edificio, eso tambi¨¦n, que perteneci¨® en su totalidad a M¨¢ximo Aguado, hasta que falleci¨® y decidi¨® transmitir su propiedad a sus 8 herederos. Pero, no lo hizo a partes iguales. Nada es normal en Argumosa 11.
Hace justo un a?o, en los rellanos de ese inmueble, empez¨® una cruenta batalla inmobiliaria. De un lado, los inquilinos que habitan las casas. De otro, la propiedad del inmueble, que se reparten entre tres particulares (la familia Aguado) y la empresa Proindivisos. Pero el edificio, de 481 metros distribuidos en cinco plantas, es algo m¨¢s: se ha convertido en un icono de los problemas asociados al auge del precio de los alquileres en las ciudades. En este inmueble habitan las ya casi famosas Pepi, Juani y Rosi. Proindivisos y la familia Aguado reclaman su derecho a subir el alquiler conforme a las normas del libre mercado. Los inquilinos, que en el ¨²ltimo a?o han vivido 12 intentos de desahucio, han decidido plantar cara a lo que consideran un abuso. ¡°Me tendr¨¢n que sacar con los pies por delante, de mi casa no me voy¡±, dice Pepi.
En Argumosa 11 la vida transcurr¨ªa con normalidad hasta hace un a?o. El edificio era propiedad de M¨¢ximo Aguado, que en 2008 lo dej¨® en herencia a sus ocho beneficiarios. Tres de ellos (los hermanos Pedro Aguado y F¨¢tima Aguado y su t¨ªa Estrella Aguado, de 90 a?os), se quedaron con el legado y cinco vendieron su parte a la misma empresa: Proindivisos, dedicada a la compraventa de inmuebles. ¡°Nunca nos avisaron de que vendieron los pisos: nos enteramos porque nos cambiaron la cuenta en la que ten¨ªamos que pagar el alquiler¡±, dice Pepi, como se conoce a Josefa Salazar en el barrio. Tras seis intentos de desahucio -y despu¨¦s de recibir el amparo de una comisi¨®n de la mism¨ªsima ONU-, se ha convertido en una hero¨ªna cotidiana para plataformas antidesahucio como la PAH.
La herencia del se?or Aguado ten¨ªa una particularidad: la propiedad estaba en r¨¦gimen vertical. Es decir, que los propietarios, en lugar de pisos, pose¨ªan un porcentaje de todo el inmueble. Tras la venta, los herederos se quedaron un 67%; Proindivisos, un 33%. Pero en 2018 esto cambi¨®: se pas¨® a propiedad horizontal y cada piso, local y trastero de Argumosa 11 pas¨® a tener un propietario concreto. El reparto de las viviendas qued¨® as¨ª: Proindivisos, 10; los herederos, 18. Ah¨ª empezaron los problemas: en enero de ese a?o, una veintena de inquilinos recibi¨® burofaxes anunci¨¢ndoles que sus contratos no se renovaban y que deb¨ªan irse.
Cuando recibieron las notificaciones, algunos inquilinos se fueron (cuatro). Otros decidieron hacer una ¡°huelga de alquiler¡±; es decir, dejar de pagar la renta. ¡°Eso no es del todo cierto¡±, dice ?ngela G¨®mez, abogada de los propietarios, ¡°porque en realidad, Pepi hab¨ªa dejado de pagar mucho antes. ?C¨®mo vamos a negociar con alguien que no paga la renta desde hace m¨¢s de tres a?os?¡±. Pepi sin embargo lo niega.
En Argumosa 11, la resistencia se organiza en torno a Pepi y a su familia: los Salazar, (Rosi es hermana de Pepi; Juani es su prima y Mayra, otra inquilina, es su cu?ada). Pepi, de 65 a?os lleg¨® hace dos d¨¦cadas con sus dos hijas; en 2015 pagaba 400 euros al mes. Rosi, de 50 a?os, pagaba 300 euros. Juani y Mayra, de 56 y 32 a?os, respectivamente, viven en dos pisos unidos y pagaban 800 euros al mes. ¡°Ambas somos beneficiarias de la renta m¨ªnima: nuestros ingresos son de 240 euros al mes¡±. En el ¨²ltimo a?o han intentado desahuciar a las cuatro: a Juani y a Mayra el viernes. Los pisos de las Salazar, junto al de su vecina Teresa, concentran las demandas de desahucio de los propietarios.
¡°Se ha creado una ficci¨®n con Pepi porque ella no es una persona vulnerable¡±, dice la abogada de los propietarios, ?ngela G¨®mez, ¡°no se trata de personas en un verdadero estado de necesidad, sino que han encontrado una forma de vida en la que residen de forma gratuita. Si no puede pagar, que se vaya a otro sitio¡±. Y agrega: ¡°Adem¨¢s, mis representados no son un banco ni un fondo buitre, son personas individuales que lo pasan mal y tienen miedo¡±. Los propietarios han denunciado, a trav¨¦s de su abogada, haber sufrido ¡°acoso de las plataformas antidesahucio¡±: ¡°A trav¨¦s de las redes sociales y de carteles distribuidos por las calles del barrio¡±. En uno de ellos, colgado en el barrio donde vive una de las propietarias, de la familia Aguado, se puede leer: ¡°Verg¨¹enza, tu vecina (...) deja en la calle a familias¡±. Bajo la frase aparece su foto.
Por su parte, las denunciadas alegan que no tienen a d¨®nde ir. ¡°Estamos esperando la adjudicaci¨®n de una vivienda p¨²blica¡±, dicen Juani y Pepi. Lo que empez¨® con peque?as concentraciones en el edificio cada d¨ªa que se iba a producir un lanzamiento (desahucio), se ha convertido en un fen¨®meno social. El Sindicato de Inquilinas de Madrid; el colectivo vecinal Lavapi¨¦s ?D¨®nde vas?; y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Centro Madrid han hecho suyas sus reclamaciones.
Varios de estos colectivos han llegado a pedir al Ayuntamiento que inicie de manera inmediata un proceso de expropiaci¨®n del edificio. El m¨¦todo, explican, ser¨ªa ¡°el mismo que el propio gobierno de la ciudad ha aplicado en los edificios de Peironcely 10 [el edificio fotografiado por Robert Capa durante la Guerra Civil] y en Velintonia [la casa de Vicente Aleixandre]¡±, explican. El Ayuntamiento sin embargo, prefiere optar otra medida: ¡°buscamos una mediaci¨®n entre propietarios e inquilinos que permita abordar alternativas y soluciones que no pasen por el desahucio¡±.
Mientras tanto, Pepi, Rosi, Juani y Mayra se quedan. Los colectivos de vivienda tienen la intenci¨®n de sentar un precedente con Argumosa 11. Dentro de unas semanas, habr¨¢ otra orden de desahucio. Volver¨¢n las c¨¢maras y los micr¨®fonos. Y la vida seguir¨¢ igual en este inmueble que no parece tener soluci¨®n.
Juani y Mayra: se quedan
La comisi¨®n judicial ha paralizado sin fecha el viernes el desalojo de dos familias. La de Mayra, embarazada y con fecha para una ces¨¢rea el d¨ªa 22 de enero, con dos hijos m¨¢s y la de Juani con una hija de 38 a?os con discapacidad. y con otros dos ni?os menores de edad. Ha sido la tercera vez que estas familias se han visto ante la posibilidad de quedarse sin una casa, pese a que el Comit¨¦ DESC de Naciones Unidas hubiera exigido su paralizaci¨®n hasta que dispongan de una alternativa habitacional adecuada. Este nuevo intento de desahucio se produce sin que las inquilinas cuenten con alternativa habitacional alguna. "El Ayuntamiento no est¨¢ dispuesto a iniciar el proceso de expropiaci¨®n del edificio y dice que carece de viviendas para este tipo de situaciones de emergencia. La Comunidad sigue sin movilizar la vivienda p¨²blica vac¨ªa de la que dispone la Agencia de Vivienda Social (antiguo IVIMA), ejemplo de ello es el edificio de la calle Valencia n¨²mero 17 situado a escasos metros de Argumosa¡±, seg¨²n la plataforma Bloques en Lucha.