11 tiros por la espalda y una paliza ¡°inhumana¡±
El Supremo confirma la condena de 14 a?os de c¨¢rcel a un guardia civil con trastornos mentales
Para cuando el reloj marcaba las siete y media de la ma?ana, el guardia civil ?ngel Luis Viana ya hac¨ªa rato que circulaba con su BMW por la A-3. Lo hac¨ªa con un machete de 45,5 cent¨ªmetros atado a su espalda y su pistola reglamentaria a mano, una Pietro Beretta del modelo 92 FS. A la altura del kil¨®metro 68, se cruz¨® con el Opel Zafira de Younes Slinanni, un marroqu¨ª de 39 a?os. "Al ver que se trataba de una persona de rasgos magreb¨ªes e inducido por su delirio" ¡ªen palabras del jurado que lo juzg¨®¡ª, sospech¨® que era un terrorista y comenz¨® una persecuci¨®n que acab¨® con la vida de Slinanni. Una persecuci¨®n que ces¨® tras dispararle 11 veces por la espalda, propinarle una "inhumana" paliza y pegarle un tiro en la sien para rematarlo, seg¨²n el Tribunal Supremo, que acaba de confirmar la pena de 14 a?os dictada contra el agresor.
En una resoluci¨®n del pasado 7 de febrero, los magistrados de la Sala de lo Penal han ratificado el dictamen del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que redujo los 16 a?os de prisi¨®n impuestos por la Audiencia Provincial, pero que consider¨® probados los hechos ocurridos aquel 25 de abril de 2016. Seg¨²n el jurado, tras encontrarse los dos coches, Viana decidi¨® parar a su v¨ªctima a "toda costa". Primero, sac¨® su arma e hizo dos disparos intimidatorios. Pero como Slinanni no deten¨ªa el coche, el guardia civil lo embisti¨® con su veh¨ªculo hasta hacerle perder el control. En ese momento, asustado, el marroqu¨ª comenz¨® a huir a pie, mientras el agente efectuaba 11 tiros a las piernas.
Seis balas le alcanzaron. "Cay¨® desplomado al suelo", reza la sentencia, donde se describe c¨®mo Viana se acerc¨® entonces a Slinanni, lo incorpor¨® levemente y comenz¨® a darle pu?etazos con la mano en la que ten¨ªa el arma. "Incrementando innecesariamente su dolor". Porque, inmediatamente, el guardia civil solt¨® a su v¨ªctima, se separ¨® ligeramente, le apunt¨® a la sien desde un metro y medio, y dispar¨® una ¨²ltima bala que le atraves¨® la cabeza. Slinanni ten¨ªa dos hijos, de 7 y 4 a?os.
El Supremo recalca que el condenado presentaba un "deseo de causar un dolor mayor a la v¨ªctima". Ya que, aunque "se admitiera que en su mente estaba deteniendo a un terrorista peligroso", Viana sab¨ªa que con el tiro final en la cabeza era suficiente para matarlo. Por lo que, "con esos golpes, la ¨²nica motivaci¨®n del acusado fue, de manera consciente, causarle a¨²n m¨¢s sufrimiento de forma totalmente innecesaria e inhumana", subrayan los jueces del alto tribunal, que recuerdan que el jurado consider¨® probado que el agente sufri¨® un trastorno psic¨®tico breve "a consecuencia de sus rasgos de personalidad previos, situaciones vitales estresantes y el consumo continuado de hach¨ªs y alcohol".
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