Dos continentes, dos fronteras y una sola provincia
El Estrecho de Gibraltar condiciona las relaciones comerciales, estrat¨¦gicas y defensivas en uno de los pasos m¨¢s transitados del mundo
Dos continentes, dos fronteras, cuatro pa¨ªses, un mar y un oc¨¦ano se constri?en en un pasillo de apenas 14,4 kil¨®metros. El Estrecho de Gibraltar es de las angosturas m¨¢s importantes del planeta. Lo atraviesan 120.000 buques al a?o, la mitad del comercio mundial. Es lo que hoy los estrategas militares denominan?choke point y lo que hace 2.700 a?os los fenicios ya supieron apreciar como un cruce de caminos a controlar. Desde entonces, las relaciones culturales, econ¨®micas y de poder son una constante no exenta de sobresaltos.
Nada de lo que ocurre en C¨¢diz, la provincia m¨¢s meridional de Europa, se libra de las din¨¢micas de geoestrategia que marca el Estrecho de Gibraltar. El amplio despliegue de vigilancia y control, la existencia de dos bases militares con presencia estadounidense -la de Rota y la de Mor¨®n, en Sevilla- y de dos fronteras -con Marruecos y, a su vez, con la colonia brit¨¢nica- dan buena cuenta de ello. El puerto m¨¢s importante de Espa?a, el de Algeciras; las tres factor¨ªas de Navantia en la bah¨ªa de C¨¢diz -con 1.700 empleos directos y tres veces m¨¢s indirectos- y la pujante industria aeroespacial -con 2.600 trabajadores- cierran el c¨ªrculo de singularidades.
¡°Estamos en uno de los puntos estrat¨¦gicos m¨¢s importantes. Es frontera entre continentes, culturas y sistemas pol¨ªticos¡±, resume Alejandro del Valle, catedr¨¢tico e Derecho Internacional y responsable del Centro de Estudios Internacionales y Europeos del ?rea del Estrecho. Por este pasillo de apenas 14,4 kil¨®metros de ancho -en su zona m¨¢s angosta- se cita una de las primeras rutas comerciales del mundo, tanto que es el punto m¨¢s transitado del planeta por detr¨¢s del Canal de la Mancha y por delante de los estrechos de Suez o Panam¨¢.
El director general del Puerto de Algeciras, Jos¨¦ Luis Hormaechea lo explica gr¨¢ficamente: ¡°La situaci¨®n es privilegiada. Estamos en las rutas de mercanc¨ªas este-oeste y norte-sur¡±. En la autopista mar¨ªtima que se sucede frente a las costas gaditanas circulan 120.000 buques al a?o. Van y vienen de Asia, Europa, ?frica y el continente americano. En la encrucijada de todo ello, est¨¢ la nave nodriza que dirige Hormaechea, un gigante de gr¨²as que mueve contenedores de forma fren¨¦tica d¨ªa y noche.
La localizaci¨®n del puerto alegecire?o marca su principal actividad, ¡°el tr¨¢fico mayoritario, en torno a un 90% es el de transbordo de mercanc¨ªas¡±, matiza el director. Y, a?o tras a?o, Algeciras pulveriza su propio r¨¦cord. Este 2018 alcanz¨® los 107 millones de toneladas movidas, un 5% m¨¢s que en 2017. ¡°Eso nos convierte en el primer puerto del Mediterr¨¢neo y el cuarto de Europa¡±, presume orgulloso Hormaechea. Tan pujante actividad ya ha hecho que Algeciras rubrique un acuerdo de colaboraci¨®n con el puerto chino de Ningbo-Zhoushan, primero del mundo en tr¨¢fico de contenedores.
Hasta seis millones de pasajeros usaron el a?o pasado el puerto de Algeciras para viajar a Ceuta o T¨¢nger. Todos ellos saben de otras de las peculiaridades que marcan al territorio fronterizo gaditano: las desigualdades sociales. Son tan acusadas que el nivel de renta espa?ol multiplica por nueve al marroqu¨ª, una brecha que est¨¢ ¡°por delante de la de M¨¦xico y Estados Unidos¡±, como explica Del Valle. Estas diferencias norte-sur marcan la presencia de las dos lacras m¨¢s sangrantes -y medi¨¢ticas- de C¨¢diz, el narcotr¨¢fico y la inmigraci¨®n ilegal. ¡°No es balad¨ª. Estrat¨¦gicamente es una amenaza por las mafias que operan. Poner un muro en el Estrecho no es la soluci¨®n¡±, se?ala Luis Romero Bartumeus, periodista y experto en seguridad y defensa.
En el Estrecho, siquiera mencionar la palabra amenaza ya escama. En un radio de apenas 100 kil¨®metros, mantener el status quo de seguridad es vital para el comercio mundial. En esa tarea est¨¢ Espa?a, Marruecos, Estados Unidos, en sus bases, y Reino Unido, en su pe?¨®n. Tan solo nuestro pa¨ªs ¡°tiene seis sistemas de control que vigilan la zona las 24 horas los 365 d¨ªas¡±, a?ade Romero. Tan solo la Armada -que en C¨¢diz tiene 8.442 efectivos- mantiene el 90% del a?o a un buque en labores de control del Estrecho.
Recuperar el control de la zona
Pero no siempre fue as¨ª. La ausencia de pol¨ªtica exterior del franquismo hizo que Espa?a no pudiese asumir el control de la zona. Convenientemente, Reino Unido y Estados Unidos llenaron ese vac¨ªo. ¡°Hoy vamos ganando poco a poco ese papel de guardianes, lo que antes no ¨¦ramos capaces¡±, reconoce el experto de defensa. Sin embargo, eso no ha supuesto que las otras potencias se replieguen. Las bases de Rota y Mor¨®n son ahora, si cabe, m¨¢s importantes para Estados Unidos por su valor como avanzada en ?frica y Oriente Medio. ¡°Es una posici¨®n relevante en un punto clave. Lo importante, m¨¢s que estar, es no dejar que otros est¨¦n¡±, resume Del Valle.
Bajo la sombra de torres de vigilancia y radares del control militar y de inteligencia, la prosperidad econ¨®mica del Estrecho se extiende por toda la costa. ¡°La Bah¨ªa de Algeciras concentra el polo qu¨ªmico m¨¢s importante de Andaluc¨ªa¡±, tal y como recuerda Javier S¨¢nchez Rojas, presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de la Provincia. Las exportaciones, principalmente de los sectores petroqu¨ªmicos y agroalimentarios, tiran del carro andaluz y la provincia es la segunda exportadora de la regi¨®n con un 22,2% del total, seg¨²n datos a diciembre de 2018. Adem¨¢s, la industria tur¨ªstica genera prosperidad con 43.656 plazas hoteleras en la provincia.
Con todo, el man¨¢ del Estrecho no llega a todos los gaditanos por igual. Pese al descenso de las listas del paro, un 27,35% de la poblaci¨®n activa de la provincia sigue sin empleo. Rojas encuentra hasta tres motivos claves para que esto ocurra. De las 60.000 empresas de la provincia, un 82% son micropymes con una capacidad mermada para crear trabajo. Eso no casa bien con la alta densidad de poblaci¨®n de la provincia, 1,2 millones de habitantes cuya franja de edad m¨¢s numerosa es de los 30 a los 50 a?os. Para completar el c¨ªrculo del infortunio, la zona funciona de facto como una tricapitalidad -C¨¢diz, Jerez y Algeciras- que ¡°fija a la poblaci¨®n al territorio¡±, seg¨²n explica S¨¢nchez Rojas.
Esa poblaci¨®n numerosa y fijada a las grandes ciudades se articulan con visiones dispares y con problemas evidentes de comunicaci¨®n interna. ¡°Debemos cambiar el planteamiento e ir con una sola voz a reclamar lo que necesitamos a Sevilla o Madrid¡±, reconoce el presidente de los empresarios. Un ejemplo doble de esta desconexi¨®n es lo que ocurre con la decimon¨®nica l¨ªnea de tren Algeciras-Bobadilla, pendiente de unas mejoras que nunca llegan y que lastran el desarrollo del pujante puerto algecire?o, pero pocas voces en C¨¢diz o Jerez claman contra esta carest¨ªa.
Pese a ello, en el puerto de Algeciras advierten de que ¡°pueden y seguir¨¢n¡± creciendo en a?os venideros. Mientras, en la autopista del Estrecho el flujo constante contin¨²a y aumenta con cada ejercicio. La seguridad y la vigilancia se implementa constantemente. Las empresas prosiguen llegando a la provincia, creciendo y reinvent¨¢ndose. Est¨¢ claro, hace 2.700 a?os esos primeros fenicios no se equivocaron. En C¨¢diz hab¨ªa potencial.
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