T¨¤pies y Albert Serra, del suelo a la sala de exposici¨®n
La fundaci¨®n del pintor muestra la serie ¡®Certeses sentides¡¯ y proyecta ¡®Roi Soleil¡¯, del cineasta
A la Fundaci¨®n T¨¤pies le sientan bien los domingos. Despu¨¦s del ¨¦xito que vivi¨® al inaugurar ese d¨ªa, nada corriente para hacerlo, la muestra Diumenge, de Oriol Vilanova en la que m¨¢s de dos mil personas acudieron con el af¨¢n de ver y comprar postales. Ayer, los responsables de este centro de la calle Arag¨®n repitieron experiencia para dar a conocer la nueva exposici¨®n con obras del artista y la pel¨ªcula del inclasificable cineasta Albert Serra, dos propuestas dispares de entrada, pero, que en el fondo, tienen mucho que ver. Como no pod¨ªa ser de otra forma, la jornada festiva y de puertas abiertas se sald¨® con otro d¨ªa de fiesta plena, ya que fueron m¨¢s de medio millar las personas que respondieron a la propuesta de disfrutar del arte y tomar un aperitivo.
Cuando la T¨¤pies abri¨® sus puertas a las 11 de la ma?ana ya hab¨ªa publico dispuesto a pasarse los 62 minutos viendo como Luis XIV se retuerce y se arrastra por el suelo antes de morir ¡ªsin ¨¢nimo de hacer espoiler¡ª al final de la pel¨ªcula. Antes o despu¨¦s de ver el filme, los visitantes pod¨ªan ver las 21 obras de Certeses sentides que T¨¤pies pint¨® en 1991; unas piezas creadas sobre textil sint¨¦tico despu¨¦s de utilizarlas para proteger el suelo del estudio mientras pintaba.
Entre las personas que no quisieron perderse la jornada matutina estuvo el propio Albert Serra que apareci¨® a las 12 del mediod¨ªa acompa?ado de Huc Malla, propietario de la galer¨ªa Bombelli de Cadaqu¨¦s donde la cinta se proyect¨® un d¨ªa del pasado verano. El de Banyoles, con la tranquilidad que le caracteriza, hablaba con todo el que lo reconoc¨ªa sobre su pel¨ªcula Roi Soleil despu¨¦s de felicitarlo. Mientras, abajo, en la sala donde se proyectaba el filme te?ido de rojo pasi¨®n, medio centenar de personas segu¨ªan, sin pesta?ear, los movimientos de Llu¨ªs Serrat, encarnando al rey Luis XIV, que durante ocho d¨ªas (cuatro o cinco horas diarias) film¨® Serra en una galer¨ªa de Lisboa. ¡°Siempre filmo con tres c¨¢maras, pero aqu¨ª solo utilic¨¦ una y sin sonido los primeros d¨ªas¡±, explicaba el director.
La sinton¨ªa entre las dos propuestas es total. La pel¨ªcula de Serra habla de la agon¨ªa y de la muerte. ¡°Todo el mundo muere, incluso los reyes, aunque est¨¦n rodeados de los mejores m¨¦dicos¡±, explica el director de la cinta. Las 21 obras de la serie Certeses sentides de T¨¤pies, tambi¨¦n. Tanto Serra como T¨¤pies las crearon a partir de la creaci¨®n de otras obras.
28 a?os despu¨¦s
¡°Tapi¨¨s realiz¨® estas obras en 1991, un a?o despu¨¦s de abrir su fundaci¨®n; son una reacci¨®n a su propia identidad y reflejan mucho de la vida del estudio y de la vida que hac¨ªa¡±, explica el director del centro Carles Guerra. En estas pinturas, que parecen tener vida propia porque han acabado onduladas por el material sint¨¦tico en el que est¨¢n hechas, pueden verse muchas manchas y huellas del artista y muchos de sus signos de identidad: cruces, ojos, pies, huesos, gafas, letras y objetos.
18 de las 21 piezas ya se vieron el mismo a?o 1991, cuando el director de entonces de la Fundaci¨®n, Manuel J. Borja-Villel, las expuso por primera vez. "Las vi en 1991 y vengo a verlas ahora", explicaba M¨°nica que acudi¨® ayer acompa?ada de su pareja. Ahora se muestra el conjunto en su integridad por primera vez de la mano de los comisarios, el propio Guerra y N¨²ria Homs, la jefa de colecciones del centro. Junto a las obras tambi¨¦n pueden verse una serie de esculturas de bronce y de tierra chamoteada del mismo periodo, otra vez campanas y libros, pero tambi¨¦n cr¨¢neos cubiertos por venas. ¡°Est¨¢ muy presente la idea del dolor y de la muerte¡±, explica Homs que sit¨²a las obras en un momento en el que el artista perdi¨® a su madre y se vivi¨® la pol¨¦mica por la escultura del calcet¨ªn que propuso para la sala oval del MNAC. Algo que afect¨® negativamente al pintor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.