¡®K¨®pera¡¯ lleva el mar a Vallecas
El barrio fue escenario de una f¨¢bula musical sobre la lucha vecinal con canciones de artistas locales
Una plataforma construida por encima de unas canchas permite ver, desde Entrev¨ªas, en Vallecas, todo Madrid. Es el mirador de Payasol Fof¨®, desde donde el pasado s¨¢bado, se pod¨ªa ver el mar. Al menos durante la hora y media que dur¨® K¨®pera, un espect¨¢culo teatral y musical que tuvo como escenario el entorno formado por el mirador y la torre San Jos¨¦, un edificio de viviendas con un gran patio interior, abierto a la calle. Esta vez, Vallecas s¨ª que fue puerto de mar, como reivindican sus habitantes durante la fiesta del agua, conocida como Batalla Naval, que se celebra cada julio.
M¨¢s de 200 personas se arremolinaron all¨ª para descubrir la historia del barrio y la lucha de sus vecinos por conseguir viviendas dignas durante las pasadas d¨¦cadas, a trav¨¦s de un libreto ambientado en el futuro dist¨®pico. Los asistentes, de todas las edades, guardaron un silencio tan ceremonial como el que embarga a los asistentes al Teatro Real. Aunque m¨¢s que una ¨®pera, la obra era, con su casticismo, su s¨¢tira y su historia de vecinos, una zarzuela.
"Maravilloso", comentaba una se?ora, de 64 a?os, a sus amigas. "Ojal¨¢ hicieran esto m¨¢s a menudo", respond¨ªa otra, durante uno de los intermedios en los que el p¨²blico y el elenco se trasladaba al siguiente escenario al ritmo de una charanga de m¨²sicos vestidos de p¨¢jaro. La historia transcurre en 2054, momento en el que los casquetes polares se han derretido y los continentes est¨¢n inundados. Tanto, que Vallecas cuenta con salida al mar. Y los barcos atracan en el mirador, trayendo nuevos vecinos que buscan refugio. "Queremos mostrar los activos escenogr¨¢ficos que tiene la ciudad. En esa zona del mirador y la torre hay elementos arquitectonicos muy potentes y los hemos utilizado como telones y escenarios para la obra", cuenta Miguel Jaenicke de Vivero de Iniciativas Ciudadanas (VIC), un colectivo que busca trasladar la innovaci¨®n a los espacios p¨²blicos, que ha trabajado mano a mano con Inprozess, una plataforma cultural de artistas y con LHRC, que aglutina a arquitectos.
En el mismo escenario donde hace unas d¨¦cadas se desarrollaba la lucha vecinal y Vallecas constru¨ªa su identidad, transcurre la obra, con un libreto en forma de f¨¢bula con palomas, las habitantes tradicionales del barrio, y ovejas, que representan a los migrantes. "Hemos recuperado la memoria de las comunidades, mediante testimonios y hemeroteca, y lo hemos mezclado con las din¨¢micas urbanas actuales,como la gentrificaci¨®n y la turisficaci¨®n, y con referentes literarios cl¨¢sicos como la lucha entre el bien y el mal, la burocracia o los sistemas opresores", explica Jaenicke.
Mar¨ªa Dilemas, de Inprozess, fue quien present¨® la propuesta inicial al proyecto de arte p¨²blico Imagina Madrid, de Intermediae-Matadero, dependiente del ¨¢rea de Cultura del Ayuntamiento de la capital. Imagina Madrid fue quien, tras aprobarlo, invit¨® a los otros dos colectivos a sumarse a la iniciativa dotada con 60.000 euros. Juntos han dado forma a esta ¨®pera durante 15 meses. "Hemos querido llevar este g¨¦nero teatral a la calle. No pod¨ªamos hacer, adem¨¢s, una ¨®pera al uso, porque iba a ser muy complicado escribir las partiruras, por eso elegimos canciones propias de la memoria del lugar, de grupos de rock, de pop y de rumba del barrio y las pasamos al l¨ªrico", explica la artista.
Un coro de m¨¢s de 50 personas integrado por profesionales y vecinos interepreta los temas. La integraci¨®n de los que viven all¨ª es vital en este trabajo. Profesionales de diferentes disciplinas se han mezclado con los locales para los diferentes departamentos que una ¨®pera de gran formato requiere: vestuario, maquillaje... "Hemos contado con personas que participaban ya en otros coros y vecinos y vecinas amateur que se han enganchado a cantar en conjunto y que m¨¢s all¨¢ de esta ¨®pera, podr¨¢n seguir cantando", comenta Jaenicke
No solo los vecinos han participado en esta obra en la calle. El p¨²blico tambi¨¦n puso su granito de arena: pod¨ªa dar la r¨¦plica, aplaudir cuando lo considerara oportuno y abuchear a los malos. En este caso, el guardia Ram¨®n y sus secuaces, representantes del INFIMA (Instituto Financiero de Inversiones muy Acertadas, o Alocadas, como puntualizan en una ocasi¨®n durante la obra), la instituci¨®n que gestiona esas nuevas viviendas en las que se realojar¨¢ a los vecinos de siempre y a los nuevos, no siempre con imparcialidad. Por eso, los protagonistas se unen y colaboran contra la injusticia. Como los vecinos.
"Vallecas tiene una larga tradici¨®n de asociacionismo, de reivindicar derechos, de defender lo p¨²blico. Ese tejido que nos hemos encontrado tiene forma de asociaciones vecinales, de padres y madres. Todos han puesto mucho de su parte", resume Jaenicke. Tambi¨¦n las autoridades, que han aportado el equipo t¨¦cnico y de sonido, adem¨¢s de colaborar en la log¨ªstica. "Una ayuda inestimable", a?ade el arquitecto sobre la colaboraci¨®n de las entidades en este proceso que ha llevado un formato, enclaustrado en los teatros, a uno de los barrios obreros de Madrid por antonomasia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.