Herralde ¡®gana¡¯, tras 50 a?os, el ¡°premio Herralde¡±
El fundador de Anagrama repasa el medio siglo de su sello en ¡®Un d¨ªa en la vida de un editor¡¯
En los indicadores rezaba ¡°premio Herralde¡±, pero en la mesa estaba ayer solo el editor y fundador, Jorge Herralde, junto a la actual editora, Silvia Ses¨¦. Y de alg¨²n modo, el obvio error no era tal y pod¨ªa leerse como que el propio Herralde recib¨ªa ayer en Barcelona su premio hom¨®nimo en forma del libro que presentaba, Un d¨ªa en la vida de un editor, que ha escrito y publicado ¨¦l mismo, repaso a los 50 a?os de vida de su Anagrama, sello que lanzara el primer t¨ªtulo el 23 de abril de 1969.
En rueda de prensa, ¡°el g¨¦nero que m¨¢s aprecio¡±, Herralde explic¨® que en el libro ensaya ¡°un viaje por el mundo de la edici¨®n, un retrato de ¨¦poca desde los a?os 60 hasta anteayer¡±. En ese ¡°plano-secuencia a lo Berlanga¡± ¡ªcon una primera parte hasta el 2000 donde, entre art¨ªculos y entrevistas, repasa su trayectoria, y una segunda con textos in¨¦ditos para la ocasi¨®n¡ª va aflorando el editor que apost¨® por la pol¨ªtica de autor, como reflejan perfiles a grandes autores suyos desaparecidos (Bola?o, Pitol, Chirbes, Mart¨ªn Gaite y Piglia). ¡°La pol¨ªtica de autor ha sido fundamental para Anagrama, pero s¨®lo hay que mantener los que crees mucho¡±, defiende como idiosincr¨¢sico de su sello, junto a la enorme atenci¨®n a Am¨¦rica Latina, adonde viaj¨® por vez primera en 1973 y a la que se ha desplazado ¡°entre una y dos veces al a?o m¨ªnimo¡±. Ah¨ª tiene la labor herraldiana incondicionales fans, especialmente en M¨¦xico: en la universidad de Monterrey est¨¢ la sede, desde 2007, de la C¨¢tedra Anagrama, ¨²nica en el mundo dedicada a una editorial.
En el libro, ¡°la cara b del cat¨¢logo¡±, hay espacio hasta para la pol¨ªtica, con los hitos de la censura franquista (¡°quiz¨¢ fuimos la m¨¢s represaliada, a mucha honra¡ pero de dolorosa consecuencia¡±) y la ¡°¨¦poca siniestra de Aznar¡±, cuando el PP quiso abolir el precio fijo y el sector se levant¨® ¡°como en Fuenteovejuna¡±, con Herralde como ariete. Asoma, asimismo, el editor sagaz observador de los convulsos cambios del sector, de los que su editorial no ha salido indemne, pero no son memorias maliciosas: ¡°La malicia est¨¢ en el adjetivo letal, pero en mis libros no hay ajustes de cuentas, o son m¨ªnimos; y eso que podr¨ªa haber algunos de suculentos¡±. Y a?ade: ¡°P¨®stumamente, podr¨ªan salir papeles sobre mi relaci¨®n con artistas seriamente enfermos, afectados por alguna psicopatolog¨ªa; est¨¢ todo en los archivos¡±, deja caer, socarr¨®n, refiri¨¦ndose a la ingente cantidad de material que clasifica junto a su esposa, Lali Gubern. ¡°Vamos por el a?o 2001: es cosa lenta, pero segura y con un material superestimulante¡±.
50 'cl¨¢sicos' y un premio de periodismo
Un d¨ªa en la vida del editor, con el ir¨®nico subt¨ªtulo marca de la casa y otras informaciones fundamentales, es solo una de las actividades previstas para conmemorar el medio siglo de una editorial que en septiembre lanzar¨¢, en su colecci¨®n de bolsillo Compactos, 50 t¨ªtulos m¨ªticos del cat¨¢logo, en una selecci¨®n hecha conjuntamente con libreros. La creaci¨®n y fallo del primer Premio Anagrama de Cr¨®nica Sergio Gonz¨¢lez en honor al periodista mexicano autor de Huesos en el desierto, con Juan Villoro, Leila Guerriero y Mart¨ªn Caparr¨®s entre los miembros del jurado, y el lanzamiento de nuevas obras de autores se?eros de la casa, como La ¨²nica historia, de Julian Barnes, precisamente el n¨²mero mil de la colecci¨®n de literatura extranjera Panorama de Narrativas, conforman el grueso de los fastos literarios.
Entre esas convulsiones, Herralde ha sufrido los ¡°inevitables¡± conflictos entre editoriales independientes y grandes grupos. ¡°La ¨²nica garant¨ªa de supervivencia de un independiente es la construcci¨®n de un cat¨¢logo de calidad; los grandes grupos me recuerdan a la pol¨ªtica de Ciudadanos: van seg¨²n las encuestas, las modas; m¨¢s que construir cat¨¢logos, los compran; unos somos armadores de cat¨¢logos y los otros, constructores de imperios¡±, matiza. Muy de pasada cita sus bajas, como las de Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, Paul Auster o Enrique Vila-Matas. ¡°Es milagroso que en la vida de Anagrama haya pasado tan pocas veces en un mercado tan desaforado¡±. ?l se ha quedado con las ganas de publicar a Borges: ¡°Es mi autor de cabecera, pero he superado el trauma¡±.
Del que es ¡°el ¨²nico oficio posible para m¨ª¡±, camino elegido por ese joven de 22 a?os que se pas¨® uno enfermo de tuberculosis devorando a Sartre y saliendo convertido en ¡°un joven burgu¨¦s politizado con mala consciencia y que acabar¨ªa haciendo una editorial casi kamikaze en sus inicios como terapia¡±, guarda Herralde un espectacular recuerdo de los a?os 70. ¡°Fue una org¨ªa de colecciones en tiempos movidos¡±, tiempos aquellos ¡°m¨¢s estimulantes que los actuales¡±.
A pesar de haber vendido Anagrama a Feltrinelli, nunca se est¨¢ seguro en el mundo de la edici¨®n. ¡°Nada est¨¢ plenamente construido; siempre hay que estar olfateando el aire del tiempo¡±. Es uno de los consejos que dar¨ªa hoy a quien quisiera ser editor. ¡°Le dir¨ªa que fuera a contracorriente de las modas o que las generara, nunca hay que prestarse a tendencias instaladas; y que se lanzara, desoyera todas las voces y se preparara para la marat¨®n¡±. ?l lo hizo as¨ª hace medio siglo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.