Vetada ¡®La Caperucita Roja¡¯ por sexista
Una escuela de Barcelona retira 200 cuentos infantiles de su biblioteca al considerarlos "t¨®xicos"
La escuela T¨¤ber de Barcelona, cuya titularidad corresponde a la Generalitat, ha decidido someter a revisi¨®n el cat¨¢logo de t¨ªtulos que forman parte del cat¨¢logo de su biblioteca infantil. Despu¨¦s de analizar los libros destinados a ni?os y ni?as de hasta seis a?os decidieron retirar 200 t¨ªtulos que consideran ¡°t¨®xicos¡± porque reproducen patrones sexistas, lo que supone el 30% del fondo. En el 60% de los cuentos el problema es menos grave, mientras que solo encontraron un 10% que estaba escrito desde una perspectiva de g¨¦nero. Otros centros tambi¨¦n trabajan en adquirir libros m¨¢s igualitarios.
Se acerca la Diada de Sant Jordi, una cita ideal en la que guarder¨ªas y escuelas recuperan la leyenda o en que muchos padres acudir¨¢n en busca de un cuento para sus hijos. Una ojeada al amplio cat¨¢logo de cuentos sobre el h¨¦roe que acaba con el drag¨®n revela que la mayor¨ªa de t¨ªtulos recoge los estereotipos en que el personaje masculino es el h¨¦roe valiente que debe salvar a la temerosa princesa. Pero en el mercado empiezan a irrumpir t¨ªtulos alternativos como Santa Jordina (In¨¦s Macpherson, editorial La Galera) o La revolta de Santa Jordina (Lyona y David Fern¨¤ndez, editorial ?msterdam), donde la chica es la hero¨ªna y donde, por cierto, el drag¨®n no tiene por qu¨¦ morir.
La leyenda de Sant Jordi es uno de los retirados en la escuela T¨¤ber, pero tambi¨¦n La bella durmiente o La Caperucita Roja, seg¨²n avanz¨® ayer la televisi¨®n municipal Betev¨¦. No obstante, Anna Tutz¨®, una de las madres que forma la comisi¨®n que revis¨® el cat¨¢logo, prefiere no dar t¨ªtulos porque considera que lo importante es poner el foco en el problema de fondo, que va m¨¢s all¨¢ de los cuentos tradicionales. ¡°Adem¨¢s, estos son minoritarios, tambi¨¦n afecta a libros para aprender el abecedario, los colores o los h¨¢bitos. La sociedad est¨¢ cambiando y es m¨¢s sensible a la cuesti¨®n de g¨¦nero, pero esto no se est¨¢ reflejando en los cuentos¡±, apunta.
Sin paridad ninguna en ¡®Los tres cerditos¡¯
Esto se est¨¢ desquiciando. Buscar que los cuentos tradicionales se ajusten a las nuevas ideas de la sociedad, aunque sean buenas, es aberrante. Precisamente una de sus virtudes es su car¨¢cter transgresor. ?Hemos de preocuparnos porque no haya paridad en Los tres cerditos ¡ªseguramente alguien pondr¨ªa el grito en el cielo si fueran Las tres cerditas¡ª o poca en Blancanieves (7x1+la reina/bruja, que es mala), que adem¨¢s muestra maltrato familiar?, ?es sexista La ratita que barr¨ªa la escalera? ?Ser¨ªa mejor que la fea fuera patita? Tiembla uno al pensar en que lo siguiente ser¨¢ entrar a saco en la novela de aventuras. Sin paridad en Los tres mosqueteros (y Milady=mala), Beau Geste, Tres lanceros bengal¨ªes, Las cuatro plumas... Un poco de cordura, por favor.
Las situaciones m¨¢s habituales que hallaron, abunda Tutz¨®, es asociar la masculinidad a valores como la valent¨ªa y la competitividad. ¡°Tambi¨¦n en las situaciones de violencia, aunque sean peque?as gamberradas, es el ni?o el que la realiza contra la ni?a. Con ello se da un mensaje de quien puede ejercer la violencia y contra qui¨¦n¡±, a?ade.
La preocupaci¨®n por el tipo de libro que leen los peque?os se est¨¢ extendiendo en muchas escuelas. En el colegio Montseny de Barcelona tambi¨¦n van a empezar a revisar el cat¨¢logo, aprovechando el proceso de informatizaci¨®n. Y tambi¨¦n anuncia que retirar¨¢n los que consideren sexistas.
En la escuela Fort Pienc, el AMPA tambi¨¦n ha creado una comisi¨®n de igualdad de g¨¦nero que, entre otras cosas, mira con lupa el contenido de los libros. La escuela no tiene biblioteca, pero el curso pasado las familias compraron decenas de libros para crear un espacio tranquilo en el patio para que aquellos alumnos que quisieran pudieran cambiar la pelota por un libro. Entonces, miraron que ninguno de ellos fuera sexista. ¡°Es muy importante el tipo de libros que leen los ni?os porque los libros tradicionales replican los estereotipos de g¨¦nero y est¨¢ bien tener a disposici¨®n libros que rompan con ellos¡±, explica Estel Crusellas, presidenta del AMPA de la escuela Fort Pienc. Esta madre, adem¨¢s, defiende la importancia de cuidar el tipo de lectura cuanto m¨¢s peque?o es el alumno. ¡°Con cinco a?os los ni?os ya han consolidado los roles de g¨¦nero, saben qu¨¦ es ser ni?o o ni?a y qu¨¦ implica. As¨ª que es esencial trabajar con perspectiva de g¨¦nero en la etapa infantil¡±.
La revisi¨®n del cat¨¢logo de infantil de la escuela T¨¤ber se hizo el pasado a?o y ahora est¨¢n abordando los que afectan a primaria. En este caso, asegura Tutz¨®, no se han planteado retirar ning¨²n t¨ªtulo. ¡°En la primera infancia los ni?os son esponjas y absorben todo lo que hay a su alrededor, as¨ª que pueden naturalizar los patrones sexistas. En cambio, en primaria los estudiantes ya tienen m¨¢s capacidad cr¨ªtica y los libros pueden ser una oportunidad para aprender, para que ellos mismos se den cuenta de los elementos sexistas¡±. Desde la escuela Montseny, tambi¨¦n coinciden en que en primaria este tipo de libros son otra herramienta para aprender desde una mirada cr¨ªtica. Ester Murillo, madre del AMPA de este centro considera adem¨¢s que ¡°esta concienciaci¨®n sobre los contenidos de los libros debe ser compartida tanto por las familias como por los profesores, que deben interiorizarlo y transmitirlo en el aula¡±.
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