Terapia de grupo contra el miedo

"Un d¨ªa, revientas. Y te preguntas: ?Estar¨¦ loca? No nos ense?an a gestionar las emociones. Te encuentras en la vida con miedos que no sabes c¨®mo controlar. Y esto te ayuda a reconocer la emoci¨®n que te hace da?o, y las dem¨¢s". Sara es madre y empresaria. Su d¨ªa a d¨ªa es un corre que te corre continuo. Hasta que acude a su m¨¦dico de cabecera. "No puedo m¨¢s", le dice. Acaba de dar el primer paso para que le atienda en un centro de salud uno de los 21 psic¨®logos cl¨ªnicos que contrat¨® la Comunidad hace un a?o, cuando arranc¨® un programa pionero en atenci¨®n primaria que cuesta m¨¢s de un mill¨®n al a?o. El profesional la incluye en uno de los grupos de terapia por los que han pasado 3.317 de los 7.915 pacientes evaluados individualmente en los primeros nueve meses de vida del proyecto. "Necesitaba apoyarme en alg¨²n sitio para tirar para arriba", cuenta.

Ataques de ansiedad. Casos de depresi¨®n. Estr¨¦s. Dolores sin un origen claro. El miedo se disfraza bajo muchos nombres distintos para atacar a la mente. Frente a ¨¦l, una disyuntiva: pastillas o terapia en grupo. Si el psic¨®logo cl¨ªnico opta por la segunda opci¨®n, el paciente es incluido en un programa de siete sesiones corales que se pueden alargar durante horas, y duran una media de 90 minutos. Asisten entre 10 y 15 personas, con un 73% de mujeres. Y all¨ª, en salas adaptables a distintas disposiciones, se habla y se calla. Se pregunta y se contesta. Se llora. Se observan los problemas del otro, y con esa perspectiva se reexaminan los propios. Lo que ocurre, cuenta Sara, se parece a una escena de la serie televisiva El Grupo, que protagoniz¨® H¨¦ctor Alterio a principios de siglo.

"Aqu¨ª pod¨¦is compartir problemas, vuestros compa?eros os pueden aportar, es participativo, pero depende del paciente", viene a decir la psic¨®loga en la primera sesi¨®n del grupo, recalcando que intervenir en la sesi¨®n no es obligatorio, seg¨²n recuerda Sara.

"Y mucha gente ni siquiera habla", cuenta la paciente. "Tienes que ser consciente de que t¨² solo no puedes gestionar lo que te est¨¢ pasando. Te dan much¨ªsima informaci¨®n de c¨®mo funciona la mente. Muchas veces pensamos que tenemos el control sobre ella, y es mentira", a?ade. "Toda la din¨¢mica de la terapia va enfocada a descubrir qu¨¦ es lo que te est¨¢ provocando esa emoci¨®n y c¨®mo gestionarla".

Madrid tiene un problema con las listas de espera para atenci¨®n psicol¨®gica. De media, los adultos residentes en la Comunidad tuvieron que esperar cuatro meses para ser atendidos por un psic¨®logo (121 d¨ªas), y los ni?os todo un trimestre (92), entre enero y noviembre de 2018. La cifra, adem¨¢s, no refleja el tiempo que transcurre entre esa primera cita y la siguiente. Un problema que se agrava por la propia naturaleza de los tratamientos: la periodicidad semanal o quincenal que se ofrece en el sector privado es una rareza en el p¨²blico, seg¨²n los profesionales.

En consecuencia, el colegio de psic¨®logos madrile?o ha visto en el nuevo programa regional un motivo para el optimismo, aunque los profesionales recalcan que 21 psic¨®logos "son pocos".

"El tratamiento consiste en dar informaci¨®n sobre qu¨¦ son las emociones, el estr¨¦s, y c¨®mo se manejan. Y luego, en entrenamiento en t¨¦cnicas cognitivo-conductuales en grupo para manejar esos problemas", cuenta Antonio Cano, catedr¨¢tico de psicolog¨ªa de la Universidad Complutense y presidente de la sociedad espa?ola para el estudio de la ansiedad y el estr¨¦s, que ha elaborado el protocolo m¨¦dico que aplica la Comunidad. "El tratamiento grupal tiene sus ventajas: la obvia, el ahorro de recursos, que siempre son escasos", enumera. "Otra ventaja es que cuando la gente participa se da cuenta de que los problemas que tiene su vecino de al lado, ¨¦l no los tiene, que ese vecino le da importancia a algo que no es tan importante, y se hace una reflexi¨®n: ?Y s¨ª a mi me pasa lo mismo?", prosigue. "Eso es terap¨¦utico para ambos: se ayudan. El apoyo social es el remedio ancestral contra la depresi¨®n", a?ade. "Y el inconveniente es que de entada algunas personas piensan: ?C¨®mo voy a hablar ah¨ª de mis problemas?".

El programa trata sin medicamentos lo que de otra forma se afronta con pastillas. Seg¨²n Cano, los estudios demuestran que esa aproximaci¨®n es m¨¢s eficaz. El 85% de los pacientes que completaron cuatro o m¨¢s sesiones presentaron mejor¨ªa, seg¨²n la Comunidad. Para los que no lo hacen tras completar el ciclo de sesiones se valora la derivaci¨®n al centro de salud mental o la opci¨®n de una alternativa terap¨¦utica.

"La enfermedad mental es un problema de salud prevalente, es frecuente, sobre todo los procesos moderados o menos graves", cuenta Marta S¨¢nchez-Celaya, m¨¦dico de Familia y gerente Asistencial de Atenci¨®n Primaria SERMAS. "Se ve habitualmente en atenci¨®n primaria", a?ade. "En el d¨ªa a d¨ªa de nuestro m¨¦dicos y enfermeros, un 30% de patolog¨ªas puede llegar a tener que ver con una enfermedad mental. Cuadros moderados de ansiedad, de somatizaciones, depresiones... Es un reto a la hora de atenderlos", explica. "Es f¨¢cil medicalizar la asistencia, pero ve¨ªamos que hab¨ªa alternativas que no inclu¨ªa la medicaci¨®n", argumenta. Y explica el origen del programa: "Se hab¨ªa publicado un estudio y hab¨ªa una experiencia en Reino Unido con terapia grupal, con probar algo antes de medicar a alguien con un cuadro de ansiedad, depresi¨®n leve, o somatizaci¨®n. Un enfoque terap¨¦utico diferente".

La primera entrevista, individual, decide aquellos casos que deben ser tratados con medicinas. El resto, se incorporan al grupo. Hacen pi?a. All¨ª empieza la lucha contra los miedos, que, de repente, para algunos, se empeque?ecen: el combate ya no es uno contra uno.