En la Comunidad Valenciana, no todo es financiaci¨®n auton¨®mica

1930 se ha puesto de moda entre los estudiosos de la historia econ¨®mica de la Comunidad Valenciana. Ese a?o el PIB per c¨¢pita de la regi¨®n, algo as¨ª como la media de riqueza que generaba cada habitante al a?o, superaba en un 20% la de toda Espa?a. Fue el pico. Pero ya hace tiempo, bastante, que la autonom¨ªa no es tan feliz si se atiende a la misma referencia. En 2018, se situaba 11,6 puntos porcentuales por debajo y eso que desde 2013 se han recuperado posiciones.

¡°En Espa?a crece la desigualdad regional¡±, avanza Daniel Tirado, profesor de historia econ¨®mica de la Universidad de Valencia. En su reciente libro, Desigualdad regional en Espa?a, 1850-2015, del que es coautor, analiza c¨®mo desde hace ya d¨¦cadas, a?os ochenta, la comunidad ha ido alej¨¢ndose de la riqueza media estatal. Tambi¨¦n hay otras cifras econ¨®micas en las que se ve esa distancia, por ejemplo, una que llega a los bolsillos: el salario medio, 1.781,7 euros al mes a finales de 2018, se sit¨²a 257 euros por debajo de la media.

?Por qu¨¦? ?Es achacable a la infrafinanciaci¨®n? La respuesta de los tres expertos consultados para esta informaci¨®n, con matices y diferentes repartos de culpa, puede resumirse en una frase: no todo es financiaci¨®n. Antes de llegar ah¨ª, miran a la productividad, el cociente entre los recursos que se invierten y el producto logrado. ¡°La econom¨ªa valenciana tiene una falta enorme de productividad¡±, se?ala Joaqu¨ªn Azagra, autor de Regiones ricas, regiones pobres, editado este mismo a?o.

A la misma diana dispara Joaqu¨ªn Maudos, director adjunto de investigaci¨®n del IVIE: ¡°Espa?a tiene un problema por su baja productividad, pues en la Comunidad Valenciana es doble, porque todav¨ªa es m¨¢s baja¡±. Seg¨²n el INE, un 4,6% menor. El tambi¨¦n catedr¨¢tico de Fundamentos Econ¨®micos, que est¨¢ investigando sobre estos aspectos en la actualidad, apunta a la ¡°especializaci¨®n¡± de la econom¨ªa valenciana en sectores poco productivos, lo que se repite en el caso de la industria, el sector donde es m¨¢s f¨¢cil ganar esa productividad, al focalizarse en actividades como el cuero y el calzado. ¡°Hay poca especializaci¨®n en bienes de equipo, telecomunicaciones, qu¨ªmica, electr¨®nica¡±, detalla y, en cambio, se destina poco dinero a inversi¨®n y desarrollo (I+D) y mucha inversi¨®n en ¡°capital ocioso en la construcci¨®n residencial¡±.

Maudos, no obstante, s¨ª que hace hincapi¨¦ en la infrafinanciaci¨®n cuando se le pregunta por ella. Subraya que ¡°un tercio de la deuda auton¨®mica es achacable a esto¡± y que hay una dotaci¨®n menor de capital p¨²blico por habitante, un 20% menor.

Quien s¨ª pone el acento en esta cuesti¨®n es el consejero de Econom¨ªa, Rafael Climent: ¡°Si tuvi¨¦ramos una financiaci¨®n justa, tendr¨ªamos m¨¢s dinero para hacer pol¨ªticas industriales. Aunque s¨ª, es un problema¡±. El pol¨ªtico y candidato por Comprom¨ªs a las Cortes valencianas defiende que para mejorar la posici¨®n hay que incrementar el peso en la econom¨ªa de la Industria y la agricultura, en conjunto, entre el 20% y el 25%. Ahora lo cifra en el 18%.

M¨¢s pendientes del tiempo largo y de la estructura que de la coyuntura ef¨ªmera, Azagra y Tirado no niegan responsabilidad a la infrafinanciaci¨®n. El primero mira a la estructura productiva, a los a?os en los que ¡°el capital se orienta al amparo del euro en la construcci¨®n y el sector inmobiliario¡±, es decir, a los a?os previos a la crisis y a la burbuja inmobiliaria.

¡°No se puede negar el problema, es obvio¡±, abunda el primero, quien, no obstante, se?ala que ¡°la econom¨ªa no ha sabido adaptarse a los cambios que se dan desde los a?os ochenta y noventa¡±. Se refiere a los cambios tecnol¨®gicos y a la mayor globabilizaci¨®n. Tambi¨¦n hubo un momento parecido ¡°a finales del siglo XIX y en este momento Valencia no se situ¨® mal¡±.