De un ¡®congreso¡¯ antifascista a un Elvis Presley chino

En el Primera Persona suele darse algo no tan frecuente como cabr¨ªa presuponer en todo evento literario-musical: un clima ¨ªntimo. A la primera de cambio, se alcanz¨® la tarde-noche del viernes. Arranc¨® con un deber moral hoy: un acto bautizado Antifascista. Era chocante: el attrezzo de globitos, juegos de playa y un caballito multicolor arrancado de un tiovivo (el festival quiere ser una ¡°feria de variedades del relato vivido¡±) no afect¨® a la sobria gravedad del discurso de los participantes. ¡°En 1999, la Democracia Cristiana austriaca no hizo cord¨®n sanitario y pact¨® con la ultraderecha y la Uni¨®n Europea le impuso sanciones diplom¨¢ticas; hoy se pacta como se pacta y la UE no dice nada¡±, se?al¨® la polit¨®loga Helena Castell¨¤, que alert¨® del ¡°blanqueo¡± del discurso ultra que hacen los partidos parlamentarios y los medios al asumirlo. El fotoperiodista Jordi Borr¨¤s retom¨® el hilo con el andaluz tr¨ªo PP-Ciudadanos-VOX y ¡°las cobras¡± del PSOE y sostuvo que ¡°la extrema derecha en Espa?a no ha necesitado evolucionar desde 1939¡±;? mientras el historiador Carles Vi?as intercalaba jugosas ideas: el descr¨¦dito de la UE, el creciente rol de la mujer en la ultraderecha, el efecto boomerang del cord¨®n sanitario...Mark Bray solt¨® una de clara: hay valores de izquierda no negociables¡±.

Y acto seguido, m¨²sica de Fiebre del s¨¢bado noche, porque de un texto del irland¨¦s Nik Cohn, cronista excelso de la cultura musical urbana del ¨²ltimo medio siglo, naci¨® el mito Tony Manero, que se invent¨®. Con la m¨²sica de fondo que iba pinchando el DJ Kosmos, Cohn se sent¨® en un mullido sof¨¢ y se pas¨® una hora desgranando, cronol¨®gicamente hacia atr¨¢s, su idilio con la m¨²sica y el ruido de las calles. Y as¨ª fue apareciendo, con deliciosa iron¨ªa y excelente prosa, su cruce con Paul Elvis Chan, imitador chino de Elvis (1999), una borrachera en casa de un Jimi Hendrix que ejerc¨ªa de Robin Hood de camareras ultrajadas y m¨²sicos de calle vilipendiados (1968) o el nacimiento de su pasi¨®n musical cuando una noche escap¨® de la zona de su Derry protestante a la cat¨®lica y vio all¨ª bailar a unos Teddy Boys. ¡°Albir¨¦ la magia. Naci¨® una rata¡±. Y las 300 personas en el teatro del CCCB aplaudieron un clima.