Hortaleza, un centro de menores con hasta 67 conflictos en una semana
Informes internos de una residencia de acogida de Madrid denuncian masificaci¨®n y adolescentes que duermen en el suelo por falta de camas
Muchos de los adolescentes que se han jugado la vida al cruzar el Estrecho escondidos en los bajos de camiones y otros que arriban en pateras que a veces dejan regueros de muerte, acaban en el Centro de Protecci¨®n de Menores de Hortaleza, en Madrid. No les espera el ed¨¦n. Leer los partes internos de incidencias de esta residencia (que obran en poder de la Comunidad de Madrid) da escalofr¨ªo. Vigilantes que pegan con porras a los menores, menores que agreden a vigilantes o que tiran de cuchillo en un disputa por una croqueta, adolescentes que, literalmente, duermen en colchonetas en los pasillos cuando no en mantas o s¨¢banas sobre el suelo... Los afortunados, lo m¨¢s antiguos, en camas. Son menores que llegaron a Espa?a sin la compa?¨ªa de sus padres.
Fruto de esta masificaci¨®n, los conflictos se suceden. Hasta 67 en solo una semana de finales de? marzo. Raro es el d¨ªa que la polic¨ªa no tiene que desplazarse una o dos veces a la residencia. Un portavoz de la Comunidad de Madrid, due?a del centro, asegura que recientemente se han habilitado otras 200 plazas y que ello ha permitido descongestionar este centro. Sin embargo, los propios menores y distintas fuentes consultadas afirman que este jueves hab¨ªa en el centro de Hortaleza 103 menores, el doble de su capacidad. ¡°Hay mucha gente durmiendo en los pasillos¡±, se?alaron estos medios.
La Comunidad de Madrid, due?a del centro, asegura que se han habilitado 200 nuevas plazas para menores y que ello ha descongestionado el centro de Hortaleza. Los menores lo niegan
El centro de Hortaleza tiene capacidad para 52 menores de entre 15 y 17 a?os, pero el hacinamiento ha sido, y en menor medida aun lo es, su ogro. En un lugar con 52 plazas, la Comunidad ha llegado a acoger recientemente hasta 173 menores en este centro, el triple de su capacidad. Las principales quejas entre los muchachos, a d¨ªa de hoy, y aparte del hacinamiento, son por la comida, ropa insuficiente para cambiarse o pasear por la calle y el mal estado en general del centro. A lo que se unen las trifulcas, dentro y fuera de la residencia.
El parte de incidencias de la semana del 12 al 18 de abril constata en ese periodo ¡°34 conflictos, 12 por peleas entre menores, 17 entre menores y personal del centro (educadores, vigilantes¡) por incumplimiento de las normas internas, y 5 enfrentamientos entre menores y vecinos de la zona¡±. La polic¨ªa tuvo que desplazarse ¡°diez veces en esos siete d¨ªas¡±.
La conflictividad llega tambi¨¦n a la calle, seg¨²n estos partes. Lo que genera quejas vecinales. El Ayuntamiento de Madrid, aunque no es el due?o de este centro, tuvo que tomar cartas en el asunto y negoci¨® con la Comunidad contratar a un grupo de mediadores que tratasen de apaciguar refriegas y prestar apoyo integral a los internos. Lo hizo a trav¨¦s de Cruz Roja. "Se trataba de buscar a personas que hablase el mismo idioma que los menores y que fuesen sus interlocutores para todo", se?alan fuentes jur¨ªdicas.
Domingo dif¨ªcil: tres heridos con abundante sangre
El domingo 24 de marzo pasado, se produjo una de las peleas m¨¢s virulentas entre menores y vigilantes de seguridad de Hortaleza. Al llegar la polic¨ªa, el grupo se tranquiliz¨®. Toda la residencia estaba en vilo. Los menores alegaron que los vigilantes no les dejaban entrar a su habitaciones y que, como ellos les hab¨ªan pegado, ¡°les devolvieron los pu?etazos¡±. Los vigilantes alegaron que en ese momento los menores carec¨ªan de permiso para acceder a las habitaciones. El Samur tuvo que llevar al hospital a un vigilante y a dos menores, todos ellos ¡°con fuertes heridas y sangrado abundante¡±. Seis chicos fueron sancionados con ¡°dormir en los pasillos de la planta baja¡±. Seg¨²n el parte de incidencias, a las seis ma?ana volvieron del hospital los dos menores que se llev¨® el Samur. Quer¨ªan entrar en sus habitaciones y los vigilantes les retuvieron por orden de la educadora¡±, se?alan los mediadores en un informe. El conflicto se recrudeci¨® y la polic¨ªa tuvo que personarse por segunda vez en el centro.
Todos los partes de incidencias ponen de manifiesto un grave problema en el centro de Hortaleza: la droga. Muchos chicos se drogan inhalando pegamento con bolsas, en parques aleda?os de la residencia, desde primeras horas de la ma?ana. Solo en la citada semana, en 25 ocasiones sorprendieron los mediadores a grupos de menores inhalando pegamento.
EL PA?S ha visitado en dos ocasiones, la ¨²ltima el pasado jueves, el entorno de la residencia. Y habl¨® con algunos menores. Dada su edad, no se les identifica en este reportaje. ¡°Yo vine de Marruecos en los bajos de un cami¨®n¡±, cuenta un joven que dice tener 16 a?os aunque aparenta 13 o 14. Lleva pantal¨®n corto y chapurrea castellano con soltura. Lleg¨® hace cinco meses y sigue ah¨ª, pese a que la ley limita la estancia a tres meses.
-?Por qu¨¦ hay peleas entre menores y vigilantes?
-Hay gente durmiendo en colchonetas en los pasillos y no quieren levantarse por las ma?anas y los guardias les agreden con las porras para que se levanten, y entonces se l¨ªa...
Cuenta que ahora, por el jueves, no tienen ¡°agua caliente y que la comida es escasa y se sirve fr¨ªa, y que sigue habiendo "chicos que duermen en colchonetas, m¨¢s de diez".? Pone como ejemplo que ahora est¨¢n durmiendo cinco chicos a la vez en solo tres colchonetas sobre el suelo. Somos humanos, no hay derecho¡±. Tambi¨¦n se lamenta de que les proporcionan muy poca ropa de vestir y que est¨¢n sucios.
De los 142 internos que desfilaron por Hortaleza la semana del 12 al 18 de abril, 16 eran chicas. 105 proced¨ªan de Marruecos, seguido de Guinea Conakry (7) y Mali (3). Tambi¨¦n hay una decena de latinoamericanos, de Vietnam (1), Camer¨²n (2) e incluso Angola (1). Espa?oles hab¨ªa seis.
Los partes de incidencias de esa semana revelan que en Hortaleza hay 90 camas. ¡°Destacamos¡±, se?ala el citado parte, elaborado por mediadores de Cruz Roja pagados por el Ayuntamiento, ¡°la masificaci¨®n y hacinamiento del centro, sobrepasando los recursos disponibles, camas, s¨¢banas, toallas, ropa, etc¨¦tera¡ Varios d¨ªas de esta semana se han llegado a contabilizar m¨¢s de 100 menores pernoctando para 90 plazas oficiales. Lo que dificulta la atenci¨®n y el manejo de conflictos entre los propios menores y el personal del centro¡±. En Hortaleza, las bajas en el equipo educativo ¡°son preocupantes¡±. Y si es que se cubren, se?alan los mediadores, es con educadores ¡°sin experiencia previa ni conocimiento del centro¡±.
Escasez de recursos
En Hortaleza no hay menores delincuentes (es diferente de los llamados centros de reforma, los antiguos reformatorios). Son adolescentes desprotegidos. Tienen entre 15 y 17 a?os, sus padres est¨¢n en sus pa¨ªses de origen y la Comunidad tiene la obligaci¨®n legal de tutelarlos. Tambi¨¦n los hay espa?oles acogidos por grave desestructuraci¨®n familiar. Fuentes jur¨ªdicas indican que bajo ning¨²n concepto se debe criminalizar a estos menores por la conflictividad que pueda haber en el centro, y que, en todo caso, la causa solo cabe encontrarla en las deficiencias y escasez de recursos que sufre este centro.
Los mediadores ponen especial ¨¦nfasis en las consecuencias que esas carencias generan para la convivencia. ¡°Si antes registr¨¢bamos quejas por dormir encima de colchonetas de apenas un metro de largo, sin mantas ni almohadas, ahora esto parece un privilegio: algunos duermen directamente en el suelo encima de una s¨¢bana¡±. Y hay m¨¢s: ¡°Ba?os anegados, habitaciones sin puertas, ventanas sin cristales, zonas sin luz, mobiliario roto¡±.
No solo hay agresiones entre menores y vigilantes y a la inversa. Esa semana se dio el caso de un vigilante que agredi¨® a un mediador. Este denunci¨® en comisar¨ªa los hechos y sus colegas, en se?al de protesta, hicieron un plante. Se quedaron en la calle y no entraron al centro hasta bien entrada la noche. Narran los menores el caso de un vigilante que mantuvo un fuerte encontronazo con varios menores y que, tras llegar la polic¨ªa, el vigilante se lanz¨® sobre uno de ellos y le dio un fuerte golpe en la cabeza, "a traici¨®n y cuando el menor ya estaba esposado".
Turbulenta fue tambi¨¦n, y solo es una m¨¢s, la semana del 22 al 28 de marzo. Se llegaron a contabilizar en el centro hasta 158 menores, el triple de su capacidad. 110 eran de Marruecos. Y 15, chicas de distintas nacionalidades. Pero ese no es el r¨¦cord. Justamente una semana antes se contabilizaron 173 adolescentes. En siete d¨ªas, hubo 67 conflictos, seg¨²n narran los mediadores en otro de los informes a los que ha tenido acceso este peri¨®dico. Hubo 27 peleas entre j¨®venes, y 39 entre j¨®venes y personal del centro. Y la polic¨ªa tuvo que ir otras diez veces a poner orden.
Asimismo, los mediadores sorprendieron en 37 ocasiones a j¨®venes aspirando pegamento en el parque. Que por el centro desfilasen en esa semana 158 menores (173 la semana antes), no significa que todos durmieran all¨ª todos los d¨ªas. En 52 plazas y 90 camas, la media de pernoctaciones durante varios d¨ªas de esa semana fue de 110 internos, en todo caso, m¨¢s del doble de su capacidad. En colchonetas y en el suelo.
Once menores a Barcelona, y sin un euro
El s¨¢bado 23 de marzo fue movido en Hortaleza. Hab¨ªa menores preocupados por rumores que apuntaban a la intenci¨®n de repatriarles a sus pa¨ªses. Los menores celebraron una especie de asamblea. Algunos marroqu¨ªes comentaron que sus padres les hab¨ªan dicho que la polic¨ªa hab¨ªa estado en sus casa para preguntarles si deseaban el retorno de sus hijos desde Espa?a.
Conflictos por falta de comida y por el uso de los juegos de la play station. Un menor cort¨® la luz de la residencia porque no le dejaban jugar
Ese d¨ªa la polic¨ªa llev¨® a dos menores que se hab¨ªan fugado de un centro de acogida de Andaluc¨ªa y que proced¨ªan de Mali. Hubo conflicto entre menores que se diputan el uso de la play station. Un menor cort¨® toda la luz de la residencia enfadado porque no le dejaban jugar. El informe se?ala que, ese d¨ªa, a las puertas de la residencia, y desde primeras horas de la ma?ana, ya se ven adolescentes en el parque inhalando pegamento. La polic¨ªa tiene que personase otra vez en Hortaleza porque los menores, seg¨²n el parte de incidencias, ¡°les amenazan, insultan y tiran piedras¡± cuando tratan de recriminarles su actitud.
Al centro se acercaron el 23 de marzo, once menores de otro centro de acogida similar al de Hortaleza y ubicado en la Casa de Campo. Los mediadores tratan de disuadirles de sus intenciones: ¡°Llevan sus pertenencias encima y dicen que se van a Barcelona, sin ning¨²n recurso econ¨®mico". Un chico, por su lado, confiesa a los mediadores que volver¨¢ a su pa¨ªs de origen ¡°en cuanto su madre le perdone¡±.
200 plazas m¨¢s para descongestionar Hortaleza
Un portavoz de la Comunidad de Madrid explic¨® a este peri¨®dico que ya no existen problemas de hacinamiento en el centro de Hortaleza. El citado portavoz se?al¨® la pasada semana que en Hortaleza hab¨ªa en ese momento un equilibrio entre las plazas oficiales (52) y la cifra de internos. Y aludi¨® a un reciente acuerdo entre la Comunidad y los sindicatos que ha permitido poner en marcha otras 200 plazas en otras residencias (existe ya una en la Casa de Campo) y en pisos tutelados distribuidos por Madrid.
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