A comerse Madrid en el tenis

Orientada al sur de la Caja M¨¢gica, donde estos d¨ªas se disputa el Mutua Madrid Open de tenis, se encuentra escondido uno de los secretos mejor guardados del torneo. Su zona VIP de restauraci¨®n, de m¨¢s de 7.000 metros cuadrados, recrea un viaje al pasado y al presente de una ciudad que cada vez se siente m¨¢s identificada con uno de los eventos m¨¢s importantes del a?o, celebrado en Madrid desde hace 17 a?os y, m¨¢s en concreto, en el recinto situado en el barrio de San Ferm¨ªn, al suroeste de la capital, desde hace 11.

Un enorme oso apoyado sobre una raqueta, a imagen y semejanza del escudo de la ciudad, recibe a todos aquellos que, aprovechando la presencia del torneo, quieren adentrarse un poco m¨¢s de la ciudad. Dividido en cinco subsecciones, al pasar por su puerta comer se convierte en una excusa para conocer la capital a trav¨¦s del enorme museo que rodea a la comida. "Se trata de que Madrid tenga una presencia importante en el torneo. Que la gente de todo el mundo que viene al torneo y los jugadores, que no les da tiempo a salir, se sientan como en Madrid", explica Antonio Arenas, director de Comunicaci¨®n del torneo.

Cada tres ediciones, el torneo de tenis m¨¢s importante de Espa?a renueva uno de sus mayores tesoros. Hace unos a?os fueron las diferentes regiones del mundo que albergan Grand Slams (Australia, Francia, Inglaterra y EE UU) las protagonistas de la mayor ¨¢rea VIP del circuito ten¨ªstico. Los ¨²ltimos tres, el protagonismo ha sido para las diferentes ¨¦pocas de la historia de la humanidad. Pero en esta ocasi¨®n Madrid se abre camino con m¨¢s fuerza, enlazando el torneo con las ra¨ªces de una ciudad que cada a?o abraza con m¨¢s fuerza el deporte y que, pocos d¨ªas despu¨¦s de que finalice esta edici¨®n, albergar¨¢ otro de los eventos m¨¢s importante del a?o. La final de la Champions, que en este 2019 se celebrar¨¢ solo a unos kil¨®metros de la Caja M¨¢gica.

Fe de ello puede dar Novak Djokovic. El n¨²mero uno del mundo fue uno de los primeros en pasarse por el reci¨¦n redecorado restaurante. El serbio pudo conocer en el Madrid Antiguo, secci¨®n que abre el recorrido, c¨®mo era en otra ¨¦poca la ciudad a trav¨¦s del blanco y el negro de las gigantescas instant¨¢neas de lugares ic¨®nicos de Madrid como la Gran V¨ªa, que transportan a los comensales a otra ¨¦poca antes de entrar de lleno en la segunda secci¨®n, el Madrid de los Museos. All¨ª, las im¨¢genes de los cuadros de Goya, Vel¨¢zquez y compa?¨ªa, cedidos por el Museo del Prado, se alza imponente entre las mesas e incluso en la parte posterior de las sillas.

Todo est¨¢ cuidado al detalle para que cada secci¨®n recuerde a las zonas y per¨ªodos m¨¢s emblem¨¢ticos. En el Madrid Castizo, los cuadros dejan su lugar a los azulejos para simular las tabernas de la Cava Baja o de Cuchilleros y dar un paseo ficticio por la Pradera de San Isidro a pocos d¨ªas de que se celebre el d¨ªa del patr¨®n de la ciudad. A escasos metros aguarda el Madrid de las Letras, con una decoraci¨®n basada en la ¨¦poca en la que autores como Miguel de Cervantes, Quevedo o Lope de Vega, entre otros, fijaron su residencia en el Siglo de Oro. Madriz es la ¨²ltima secci¨®n del recorrido. En ella, las luces de colores dan paso al Madrid m¨¢s moderno antes de finalizar el recorrido a orillas de un lago artificial que, barcas incluidas, simula el parque de El Retiro.