Visi¨®n refrescante
Mat¨ªas Uris autoedita un libro de fotograf¨ªa a la vez que Alberto Otto publica uno de relatos
Se conocen desde hace muchos a?os, pero llevaban tiempo sin coincidir. Son de la misma generaci¨®n y tienen incontables amigos en com¨²n. Cuando se encuentran, Mat¨ªas Uris y Alberto Otto se ponen al d¨ªa. Una nueva casualidad vuelve a unir sus trayectorias: los dos acaban de publicar libros. Uno es de fotograf¨ªa, el otro de relatos. Habituales del paisaje underground madrile?o desde los tiempos del Fotolog, ambos est¨¢n acostumbrados a ver desaparecer personajes con la misma rapidez que aparecen. ¡°Somos ya muy mayores¡±. Inmersos siempre en distintos proyectos, comparten una visi¨®n refrescante en todo lo que les ocupa.
Basura digital. Mat¨ªas Uris ha autoeditado ¡®Toshiva¡¯. ¡°Quer¨ªa hacer el proyecto con total libertad desde el principio y prefer¨ªa no tener que estar esperando a que una editorial quisiera publicarlo¡±. M¨¢s de 250 fotograf¨ªas llenan sus 350 p¨¢ginas. ¡°Es un relato introspectivo sobre el consumo obsesivo de im¨¢genes y c¨®mo la invasi¨®n del jpg condiciona nuestras vidas¡±. Trabaja sobre la acumulaci¨®n de im¨¢genes, la basura digital. ¡°A m¨ª siempre me ha producido ansiedad tener mi vida en unos discos duros, no s¨®lo las fotos profesionales sino las personales. Archivos y archivos almacenados¡±. El nombre del proyecto, un libro con apariencia de disco duro, une la popular marca inform¨¢tica con el dios hind¨² de la destrucci¨®n.
Mirada propia. 'Un chalet en la Gran V¨ªa', el primer libro de Alberto Otto, nace de su amor por la ciudad de Madrid. Una colecci¨®n de 70 relatos breves que en su mayor¨ªa tienen el mismo punto de partida: im¨¢genes escritas en el m¨®vil. "Empec¨¦ a anotar ideas improbables sobre la ciudad. Despu¨¦s lo convert¨ª en peque?as historias. Comenc¨¦ a compartirlas en Instagram para que mis amigos se rieran. Me di cuenta de que entre todas constru¨ªan una ciudad que me daba mucha risa y pens¨¦ en que eso era un libro". Licenciado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, el madrile?o narra con su particular sentido del humor situaciones que ha visto o que le encantar¨ªa haber visto. Realidad y ficci¨®n se mezclan con algunos protagonistas reconocibles. "Hay muchos ilustres an¨®nimos de la ciudad, de esos que nos cruzamos continuamente en el centro. Les he puesto motes y vidas, los he convertido en personajes que quiero mucho". Ah¨ª est¨¢n Lady Spray, Miau Chen o Viola, f¨¢cilmente identificables.
Volver a los or¨ªgenes. Fot¨®grafo autodidacta, Mat¨ªas Uris estudi¨® dise?o gr¨¢fico en la escuela Pedro Almod¨®var de Ciudad Real. ¡°Cuando llegu¨¦ a Madrid me compr¨¦ una c¨¢mara digital y empec¨¦ a hacer fotos¡±. Era la ¨¦poca en la que eclosion¨® el street style. Empez¨® a colaborar con distintos medios y a ingresar dinero con sus instant¨¢neas. Poco a poco se fue profesionalizando. La afici¨®n se convirti¨® en un modo de vida. ¡°Ahora me estoy enganchando a hacer libros¡±. El a?o pasado el manchego public¨® ¡®Make Today Magic¡¯, un libro sobre las fiestas en su pueblo. Nacido en 1981 en Aben¨®jar (Ciudad Real), lo desarroll¨® junto al antrop¨®logo y fot¨®grafo Jorge Moreno. ¡°Nos abrieron las puertas de sus casa, nos invitaron a ver c¨®mo hac¨ªan las comidas t¨ªpicas o c¨®mo se arreglaban¡±. Le regal¨® el libro al autor de ¡®Dolor y gloria¡¯, nacido en un pueblo vecino. ¡°Al hacerle un retrato para una entrevista aprovech¨¦ la oportunidad¡±.
Precisas direcciones. Nacido en 1986 en una cl¨ªnica de la calle O?Donnell, en la solapa del libro Alberto Otto resume su vida, incluyendo precisas direcciones. "Pas¨® su infancia en un piso de terraza cerrada con aluminio de la calle de La Laguna. Cruz¨® la adolescencia en una habitaci¨®n de muebles modulares en la calle Oca?a. Estudi¨® en la puerta del edificio B de la Facultad de Filolog¨ªa de la Complutense. Ahora vive en la calle Segovia a la altura de la calle del Nuncio". No tiene miedo a que merodeen por su casa. "He puesto donde vivo por si alguien quiere pasar saludar". Infancia en Carabanchel, adolescencia en Aluche e independencia en La Latina. "Madrid es a la vez suficientemente grande y suficientemente peque?a". Trabaja como director creativo de Pelonio, un estudio multidisciplinar que desarrolla proyectos para marcas. Est¨¢ encantado. No le importa fichar a diario desde hace 8 a?os.
Homenaje p¨®stumo. Lo primero que Matias Uris autoedit¨® fue un fanzine protagonizado por Cristina La Veneno. ¡°Le hice las ¨²ltimas fotos en una sesi¨®n inolvidable en mi casa. Al morir cuatro semanas despu¨¦s quise publicarlas junto a algunas in¨¦ditas como homenaje¡±. Quedan contados ejemplares. Parte de lo recaudado es para Transexualia, asociaci¨®n que trabaja por la inserci¨®n laboral de transexuales y a la que la estrella de ¡®Esta noche cruzamos el Mississipi¡¯ pertenec¨ªa. ¡°Qu¨¦ merecida la placa que le han puesto en el Parque del Oeste¡±.
Puesta de largo. A la presentaci¨®n de 'Un chalet en la Gran V¨ªa', en La Central de Callao, acudieron Carlos Vermut y Carlos D¨ªez D¨ªez, entre otros muchos amigos del autor, cuya escritura elogiaron p¨²blicamente Andr¨¦s Aberasturi y Diana Aller. El libro cuenta con la colaboraci¨®n de Conxita Herrero como ilustradora de la portada y las guardas. Tras la buena acogida, Otto ya piensa en volver a publicar. "Tengo la tentaci¨®n de escribir sobre y para ni?os", admite mientras vapea. "Ya no fumo, pero vapeo de todos los sabores y es como chupar un pen drive".
Recordado Fotolog. Mat¨ªas y Alberto hacen ejercicio de memoria y recuerdan donde se conocieron. "?Fue en el Nasti!". En aquellos momentos, alrededor de 2002, causaba furor una red social pionera: Fotolog. "Ayud¨® mucho a conocernos en persona. Era la excusa perfecta para saludarnos", coinciden. Sub¨ªan fotos, las comentaban y se iban haciendo amigos hasta llegar a desvirtualizarse, si se daba el caso. Otros solo se segu¨ªan desde la distancia. ¡°Me encanta que la gente tenga un mote y, en Fotolog, los motes eran nuestros nicknames¡±, cuenta Otto. "Acababa de llegar a Madrid e hice mis mejores amigos entonces, que siguen siendo los de ahora", se?ala Uris. "En aquella ¨¦poca no todo el mundo ten¨ªa c¨¢mara digital, no hab¨ªa c¨¢maras en el m¨®vil y yo ten¨ªa una buena c¨¢mara. Todos ven¨ªan a m¨ª".
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