Alicante, una ciudad frente al mar y de espaldas a su identidad
La campa?a de las elecciones municipales ha devuelto a primera l¨ªnea de batalla las propuestas urban¨ªsticas
Alicante es una ciudad que se define por lo que no es. Como casi todas las ciudades de la costa mediterr¨¢nea, especialmente las espa?olas, crecieron en muy poco tiempo entre los a?os 60 y 70 del pasado siglo en un contexto tur¨ªstico, pese a destinar casi toda su actividad al sector de servicios. Es decir, no es Benidorm, no es Torrevieja. Capitanea una provincia con un fuerte entramado empresarial, pero carece de una industria reconocida y s¨®lida. Es decir, no es Elche, no es Elda. Esta indefinici¨®n, m¨¢s las sospechas de corrupci¨®n que actualmente est¨¢n bajo investigaci¨®n en los juzgados, son los principales causantes de que su planificaci¨®n urban¨ªstica lleve m¨¢s de 30 a?os en espera de ejecuci¨®n. Y con ella, cualquier rumbo que se pretenda dar a su identidad.
La campa?a de las pr¨®ximas elecciones municipales del 26M, sin embargo, ha devuelto a primera l¨ªnea de batalla las propuestas urban¨ªsticas y la b¨²squeda de un modelo de ciudad. Los dos principales partidos en liza, PSOE y PP, han mostrado sus cartas. Los socialistas han recuperado los proyectos de soterramiento del tr¨¢fico que transcurre entre la Explanada y el Puerto, para crear un amplio paseo peatonal, y la construcci¨®n de un Palacio de Congresos en La Sangueta, una zona ubicada al final de la playa del Postiguet. Los populares han anunciado un plan global de reurbanizaci¨®n de los barrios que actualizar¨¢ sus instalaciones e impulsar¨¢ las conexiones entre zonas aisladas.
Ambos partidos, adem¨¢s, coinciden en su visi¨®n de futuro y planean que Alicante sea un polo de atracci¨®n para la industria de la innovaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas. El PP llama a este programa Alicante Futura. El PSOE, Distrito Digital. Los dos coinciden en poner nombre a sus intenciones. Lo que quieren es convertir Alicante en la Silicon Valley del Mediterr¨¢neo, replicar en la ciudad el ¨¦xito obtenido en California (EEUU) de las empresas punteras en tecnolog¨ªa mundial.
Pausa. Es lo que pide Joaqu¨ªn Alvado (Alicante, 1965), arquitecto y profesor de Proyectos Arquitect¨®nicos de la Universidad de Alicante (UA). Sin entrar a valorar ninguna de las propuestas pol¨ªticas, Alvado se?ala que, hasta ahora, el urbanismo ¡°ha concebido las ciudades como algo est¨¢tico¡±. Y eso ha cambiado. La tendencia, tambi¨¦n social, es a considerar las urbes como ¡°sistemas din¨¢micos¡±. Lo cual incluye que en las conversaciones urban¨ªsticas deban abordarse asuntos como ¡°g¨¦nero, participaci¨®n ciudadana, inclusi¨®n, accesibilidad, sostenibilidad, clima o medio ambiente¡±. Entre otras cosas, porque las instituciones europeas, que son las que proveen de fondos a los municipios, as¨ª lo imponen.
A juicio de Alvado, antes de ponerse a trastear con el plano de Alicante, las ¡°estructuras de poder¡± deben comenzar a definir la ciudad por lo que s¨ª es. ¡°Tenemos uno de los paisajes m¨¢s alucinantes de todo el Mediterr¨¢neo¡±, se?ala, ¡°hay pocas ciudades tan integradas en la costa¡± y dominadas por un monte como el Benacantil, el del Castillo de Santa B¨¢rbara. ¡°Tenemos que defender la costa y entenderla como un hecho urbano ¨²nico¡±, sostiene, ¡°el mayor parque urbano costero del Mediterr¨¢neo¡±.
A eso, a?ade un clima id¨®neo para dise?ar ¡°modelos muy sencillos de operaciones sostenibles¡±. Basta cuidar la doble orientaci¨®n de los edificios y generar buenos espacios entre ellos para calentarlos en invierno y enfriarlos en verano. ¡°Si hubi¨¦ramos seguido las variables medioambientales¡±, afirma, ¡°no estar¨ªa todo lleno de aires acondicionados¡±.
Es tan solo un ejemplo. El profesor de la UA tambi¨¦n advierte de que la ciudadan¨ªa no debe excluirse del planeamiento urban¨ªstico porque ¡°escuchar sus problemas te da m¨¢s informaci¨®n de la que puede tener alguien que no los tiene¡±. La participaci¨®n ciudadana, a su juicio, brinda soluciones para la inclusi¨®n social, como generar ¡°movilidad entre barrios marginales, generar cultura en ellos o incluso instalar ascensores donde no los hay¡±. O para las cuestiones de g¨¦nero. ¡°Hay que prestar atenci¨®n a las demandas de grupos de mujeres para saber qu¨¦ necesitan¡± y proporcionarles centros espec¨ªficos para paliar sus carencias.
A todo ello, Alvado une la generaci¨®n de una ciudad inteligente, que sea capaz de administrarse por s¨ª misma en cuanto a ¡°contaminaci¨®n, reciclaje, movilidad o accesibilidad de la informaci¨®n¡±. Y, por ¨²ltimo, ¡°generar el tejido necesario para crear el modelo de ciudad que se desea¡±. ¡°Todas las ciudades quieren ser Silicon Valley¡±, indica, ¡°pero para ello se deben implantar las medidas necesarias para atraer a las empresas del sector¡±. Hacer que los interesados encuentren lo que les interesa. Implicando a todo el entramado social de una ciudad. A su juicio, ofrecer un determinado tipo de instalaciones como efecto llamada depende demasiado del factor ¡°suerte¡±.
El arquitecto alicantino, que acaba de presentar un libro sobre ejemplos de ciudades din¨¢micas en la sede del Instituto Cervantes de Sidney (Australia), se muestra ¡°optimista¡±. Primero, porque el sistema que propone es ¡°imparable¡±, tal como demuestran proyectos de grandes ciudades como Madrid o Londres. ¡°Ya no se puede evitar hablar de estos nuevos modelos¡±. Lo importante, dice, es ¡°introducir desde el principio estos nuevos t¨¦rminos¡± en el desarrollo de un planeamiento urban¨ªstico. Y segundo, porque ¡°Alicante es una ciudad que est¨¢ llena de gente creativa¡± capaz de abordar estos asuntos y aportar ideas eficaces. La clave est¨¢ en apartarse de la rigidez cl¨¢sica y apostar por modelos din¨¢micos que sean capaces de crecer y modificarse con el paso del tiempo. Y aprovechar las ventajas de una ciudad ¡°con un paisaje y un clima privilegiados¡±.
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