?Volver¨¢ Puigdemont a Espa?a a recoger el acta de eurodiputado?

La elecci¨®n de Carles Puigdemont como miembro del Parlamento Europeo augura una dura batalla pol¨ªtica y jur¨ªdica, tanto en Espa?a como en Bruselas, antes de que pueda sentarse en el esca?o. El expresidente catal¨¢n?¡ªcomo el n¨²mero dos de su lista, Toni Com¨ªn, tambi¨¦n elegido¡ª se enfrenta a varias trabas, entre las que destaca la obligaci¨®n, seg¨²n la Junta Electoral Central, de acudir en persona al Congreso de los Diputados en Madrid para recoger el acta de eurodiputado. Sin embargo, el pol¨ªtico gerundense, huido en Waterloo desde hace un a?o y siete meses, se muestra seguro de repetir las victorias judiciales de Alemania y B¨¦lgica, esta vez para entrar en la Euroc¨¢mara. "Tenemos la hoja de ruta lista", apuntaba enigm¨¢tico este domingo sin querer aportar m¨¢s detalles.

Su abogado, Gonzalo Boye, comparte esa actitud, misteriosa y retadora, y guarda con celo la estrategia que pondr¨¢ en marcha en los pr¨®ximos d¨ªas. En declaraciones por v¨ªa telef¨®nica a EL PA?S asegura que tiene clara una cosa: Puigdemont se sentar¨¢ en la Euroc¨¢mara en la sesi¨®n inaugural del 2 de julio en Estrasburgo. La traves¨ªa hasta el cargo se antoja complicada, y junto a la supuesta necesidad de acudir a Madrid para recoger su acta y acatar la Constituci¨®n, afronta el obst¨¢culo de que, seg¨²n un documento extraoficial del Parlamento Europeo, no contar¨¢ con inmunidad hasta tomar posesi¨®n en la sesi¨®n inaugural del 2 de julio.

El tiempo del que, presumiblemente, se convertir¨¢ en el en¨¦simo choque de Puigdemont con el Estado ya ha empezado a correr. La Junta Electoral Central dispone, desde este lunes, de 20 d¨ªas para recontar los votos, atribuir los esca?os y proclamar a los candidatos electos. En 2014, la JEC tard¨® 17 d¨ªas en realizar esa tarea, con lo que, de repetirse los tiempos, el 12 de junio se har¨ªa p¨²blica la lista de proclamados, entre los que estar¨¢ el cabeza de lista de Junts per Catalunya.

Ah¨ª empiezan los problemas. La Ley Org¨¢nica del R¨¦gimen Electoral General (Loreg) dice en su art¨ªculo 224.2 que los candidatos electos deben jurar o prometer acatamiento a la Constituci¨®n ante la Junta Electoral en el plazo de cinco d¨ªas desde su proclamaci¨®n. Y se?ala que se declarar¨¢n vacantes los esca?os de los pol¨ªticos que no lo hagan, los cuales quedar¨¢n adem¨¢s suspendidos de los privilegios del cargo hasta que acepten la Ley Fundamental. "No cabe otra posibilidad que la indicada por la Loreg", se?alan a este diario fuentes de la Junta Electoral Central.

Hace cinco a?os, los 54 eurodiputados espa?oles electos fueron citados conjuntamente en la sala Constitucional del Congreso dos d¨ªas despu¨¦s de la proclamaci¨®n de candidatos. Y en un acto presidido por los miembros de la JEC, fueron llamados uno a uno para realizar el juramento o la promesa y recoger a rengl¨®n seguido sus credenciales.

El abogado de Puigdemont defiende que convertir en obligatoria la formalidad de acatar la Constituci¨®n "es contrario a las normas de la UE". En la mayor¨ªa de pa¨ªses de la UE el tr¨¢mite no existe o no es indispensable, pero fuentes de la Junta Electoral replican que si bien no es necesario recoger el acta en persona, el acatamiento de la Constitucio?n es indelegable, y como marca la ley electoral espa?ola, debe hacerse presencialmente ante dicho organismo.

La otra batalla en ciernes gira en torno a la inmunidad de que gozan los miembros del Parlamento Europeo, a quienes no se puede imponer "ninguna restricci¨®n de orden administrativo o de otro tipo a la libertad de movimiento (¡­) cuando se dirijan al lugar de reuni¨®n del Parlamento Europeo o regresen de ¨¦ste¡±, seg¨²n el Protololo de privilegios e inmunidades de la UE. El mismo texto establece que los eurodiputados gozar¨¢n en su pa¨ªs de la misma inmunidad que los diputados nacionales y cuando se encuentren en otro Estado, como en el caso de Puigdemont, tendr¨¢n "inmunidad frente a toda medida de detenci¨®n y a toda actuaci¨®n judicial¡±.

Aunque la organizaci¨®n de las elecciones europeas corresponde a cada uno de los Veintiocho socios de la UE y se basa en sus leyes nacionales, el Parlamento Europeo tambi¨¦n se ha pronunciado sobre el asunto. En un escrito de cuatro p¨¢ginas publicado a mediados del mes pasado, sus servicios jur¨ªdicos estimaron obligatorio que los cargos electos juren o prometan la Constituci¨®n, en este caso en Madrid. Y apuntaron que los nuevos eurodiputados no gozar¨¢n de inmunidad hasta el 2 de julio, cuando se constituye la nueva Euroc¨¢mara en Estrasburgo. Adem¨¢s, el documento extraoficial a?ade que si Puigdemont fuera arrestado cuando se disponga a recoger el acta, corresponder¨ªa a las autoridades espa?olas autorizar o no que pudiera cumplir los tr¨¢mites.

La defensa de Puigdemont est¨¢ convencida, en cambio, de que el expresidente tendr¨¢ inmunidad desde el momento en que sea proclamado cargo electo. Y niega cualquier validez al escrito de la Euroc¨¢mara, que atribuye a una maniobra de su presidente, el italiano Antonio Tajani, miembro del Partido Popular europeo y beligerante con el independentismo catal¨¢n.

Las normas dejan cierto margen de interpretaci¨®n sobre el momento en que entra en vigor la inmunidad. Por tanto, se abren varios escenarios: el m¨¢s arriesgado e improbable ser¨ªa que Puigdemont acuda a recoger su acta en Madrid y si es detenido batalle legalmente para quedar libre gracias a su supuesta inmunidad. El m¨¢s conservador, que trate de obtener la credencial sin moverse de B¨¦lgica y recurra a la Corte de Luxemburgo si Espa?a torpedea su prop¨®sito.

?Volver a Catalu?a?

Si finalmente Puigdemont logra hacerse con el acta, podr¨ªa viajar a Espa?a protegido legalmente, como ha anunciado que har¨¢, y empezar su trabajo de eurodiputado con normalidad, pero el Tribunal Supremo tendr¨ªa a¨²n la opci¨®n de solicitar que se le retirase la inmunidad. Esa nueva refriega conllevar¨ªa el inc¨®modo peaje de que el proceso atraiga otra vez los focos internacionales, justo lo que pretende el entorno independentista, que en los ¨²ltimos tiempos ha visto decaer la estrategia de internacionalizaci¨®n. Si el Supremo interviene, Puigdemont tendr¨ªa derecho a ser o¨ªdo por la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos del Parlamento, que elaborar¨ªa un informe recomendando a los eurodiputados que mantengan o suspendan la inmunidad, y finalmente ser¨ªa una votaci¨®n en el hemiciclo la que decidir¨ªa si se le despoja de protecci¨®n para ser juzgado. Entre los precedentes, en 1991 la Euroc¨¢mara levant¨® la inmunidad al entonces parlamentario Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos tras una petici¨®n realizada un a?o antes por el Supremo.

La solicitud entra?a riesgos. Cuando se pide el fin de la inmunidad por varios cargos, como probablemente ser¨ªa en el caso de Puigdemont, el Parlamento puede concederla para algunos y denegarla para otros, lo que podr¨ªa provocar una repetici¨®n de lo ocurrido con la fallida orden europea de detenci¨®n tramitada en Alemania contra el expresidente.

En la amplia sucesi¨®n de hip¨®tesis que abre la elecci¨®n de Puigdemont, Espa?a podr¨ªa encontrarse con un escenario a¨²n m¨¢s explosivo pol¨ªticamente. Cualquier eurodiputado puede pedir amparo al Parlamento Europeo si considera que se est¨¢n violando sus privilegios e inmunidad. En ese caso, se inicia un procedimiento como el del suplicatorio para levantar la inmunidad, pero con el Estado en cuesti¨®n como parte ¡°acusada¡±.