Que domine el rosa

La Comunidad Valenciana cierra hoy su ciclo electoral con la celebraci¨®n de las elecciones municipales y europeas. Ma?ana, metabolizados los resultados, los 18 sherpas acreditados por el PSPV-PSOE, Comprom¨ªs y Unidas Podemos-Esquerra Unida empezar¨¢n a negociar en serio el qu¨¦, el qui¨¦n y el c¨®mo del acuerdo que alumbrar¨¢ un nuevo ejecutivo valenciano.

Despejadas las inc¨®gnitas que imped¨ªan el avance, ya todas las cartas estar¨¢n sobre la mesa.

Si Joan Rib¨® est¨¢ en condiciones de renovar mandato como alcalde de Valencia, la socialista Sandra G¨®mez puede acabar sentando plaza en la presidencia de la Diputaci¨®n de Valencia. No es mal escaparate la instituci¨®n provincial para quien se perfila como un valor en alza del socialismo valenciano y con aspiraciones de coger el relevo de Ximo Puig al frente de la secretar¨ªa general del PSPV-PSOE. Operaci¨®n de corte similar se contempla en el bloque del centro-derecha valenciano: si el alcaldable de Cs, Fernando Giner, se hace con la vara de mando municipal, el PP vender¨¢ su apoyo a cambio de aupar a su candidata, Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, a la presidencia de la Diputaci¨®n.

Pero est¨¢bamos con el futuro Consell. Rosa, mucho rosa. Jean-Gabriel Causse, autor del ensayo ¡°El asombroso poder de los colores¡± (Editorial El Ateneo), recomienda este tono porque es euforizante y genera en los dem¨¢s respuestas positivas: ¡°Si vistes de rosa -afirma- te sonr¨ªen m¨¢s a menudo¡±. Causse relataba la siguiente an¨¦cdota hace unos d¨ªas en entrevista concedida al diario La Vanguardia: ¡°En la c¨¢rcel de alta seguridad de Seattle (EE.UU) se pintaron algunas celdas de color rosa para relajar a los presos m¨¢s agresivos¡±. Atenci¨®n negociadores del pacto de gobierno: la experiencia result¨® exitosa.

Mientras los sherpas hacen su trabajo, Ximo Puig hace lo propio. El presidente del Consell en funciones aprovecha la interinidad para perfilar, con meticulosidad de orfebre, el dise?o de su futuro ejecutivo. Eleva consultas a personas de su confianza -ajenas, en su mayor¨ªa, al devenir pol¨ªtico cotidiano- que han acreditado desde diferentes ¨¢mbitos su conocimiento de la Comunidad Valenciana. Son interlocutores que han reflexionado sobre el papel de esta regi¨®n perif¨¦rica del Mediterr¨¢neo y sobre c¨®mo afrontar los llamados retos del siglo XXI en un escenario global, caracterizado por la incertidumbre y la complejidad: emergencia clim¨¢tica, envejecimiento poblacional, robotizaci¨®n, etc¨¦tera.

Garantizar la estabilidad y el equilibrio de un gobierno a tres bandas es premisa indispensable para poner en pr¨¢ctica los proyectos que bullen en la cabeza de Puig. Cobra fuerza la posibilidad de crear una Conselleria de Presidencia cuyo garante -a Manolo Mata le silban los o¨ªdos, sin duda- asegure que el pr¨®ximo Consell emita como una orquesta bien afinada, ajena a interferencias que alimenten titulares informativos y desvirt¨²en la acci¨®n del gobierno. Ximo Puig se sabe pato cojo -no repetir¨¢ como secretario general ni como candidato presidencial- y eso, lejos de ser un inconveniente, es una oportunidad: satisfechas las facturas de Comprom¨ªs y Unidas Podemos, tendr¨¢ las manos libres. Con permiso de Jos¨¦ Luis ?balos.