Todos los caminos de Madrid pasan por Vox
El PP se abre a gobernar con el partido de ultraderecha en la Comunidad, Cs intenta evitarlo en el Ayuntamiento y Monasterio reclama un peso acorde a su representaci¨®n
El d¨ªa despu¨¦s de las elecciones municipales y auton¨®micas del 26 de mayo descubri¨® al PP, a Ciudadanos y al PSOE intentando descifrar el jerogl¨ªfico de Vox. La formaci¨®n de extrema derecha, que logr¨® 12 diputados y cuatro concejales clave para formar el Gobierno auton¨®mico y el municipal, reclam¨® este lunes entrar en esos Ejecutivos. Ese planteamiento, que busca normalizar su presencia en las instituciones y profundizar en el pacto a tres que firm¨® con el PP y Ciudadanos en Andaluc¨ªa, provoc¨® reacciones encontradas entre socios potenciales y rivales declarados. ?La raz¨®n? Vox tiene la llave para investir como presidenta regional y alcalde de la capital a dos pol¨ªticos del PP que no ganaron las elecciones: Isabel D¨ªaz Ayuso y Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida. Y eso abocar¨¢ a todas las formaciones a largos d¨ªas de tensas negociaciones.
"Nuestro objetivo es hacer valer nuestros esca?os, y s¨ª, probablemente entrar en el Gobierno es la mejor manera de hacerlos valer y que se vea sobre todo el trabajo que queremos desarrollar", dijo en RNE Roc¨ªo Monasterio, la l¨ªder regional del partido de Santiago Abascal. "Pero esto ya se hablar¨¢. Lo primero es conseguir sentarnos con las partes, que no se hagan cordones sanitarios, que se olviden los insultos y estigmas dirigidos contra Vox durante la campa?a", a?adi¨®. "Los resultados de ayer, que no est¨¦ el socialismo en Madrid, que haya salido Carmena, ha sido gracias a partidos como Vox", advirti¨®.?
En enero, el PP, Ciudadanos y Vox firmaron un acuerdo para poner fin a 40 a?os de gobiernos socialistas en Andaluc¨ªa. Sin embargo, la formaci¨®n de extrema derecha se limit¨® en esa ocasi¨®n a prestar su apoyo a la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), sin entrar en el Gobierno, y tuvo que digerir que la formaci¨®n de Albert Rivera le obviara en la foto final, actuando como si no fuera parte de la alianza.
Desde entonces, muchas cosas han cambiado. Abascal ya ha entrado con 24 diputados en el Congreso, tambi¨¦n tiene representaci¨®n en el Senado y ser¨¢ decisivo en la formaci¨®n del gobierno de casi una decena de capitales de provincia ¡ªMadrid, Oviedo, C¨®rdoba, Huesca, Teruel o Alicante¡ª. En consecuencia, Vox no admitir¨¢ el mismo trato de Andaluc¨ªa en Madrid. Quiere estar en la foto y negociar su entrada en los Ejecutivos de Madrid, donde su propuesta de m¨¢ximos ¡ªsiempre susceptible de ser rebajada¡ª probablemente incluya la petici¨®n de carteras relevantes que le permitan tener un papel protagonista durante los pr¨®ximos cuatro a?os. Este lunes, sus portavoces solo avanzaron ese deseo, sin entrar en m¨¢s detalles.
"Nosotros ya hemos hecho un ejercicio de generosidad pol¨ªtica, de sacrificio, de demostraci¨®n de que no ten¨ªamos inter¨¦s en llegar por llegar", explic¨® en la SER Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, en referencia al pacto de Andaluc¨ªa. "Ahora las cosas son distintas. (...) En proporci¨®n a nuestra fuerza en cada sitio, as¨ª deber¨ªa ser la participaci¨®n de Vox en la pol¨ªtica local o la auton¨®mica".
Los partidos reaccionaron a ese posicionamiento de manera muy distinta.
El PSOE inicia una ronda de contactos
El PSOE, que gan¨® con ?ngel Gabilondo las elecciones de la Comunidad por primera vez desde 1987, anunci¨® este lunes que iniciar¨¢ una ronda de contactos con el resto de aspirantes para tantear la posibilidad de una investidura.
"Vine aqu¨ª para aglutinar fuerzas y voy a intentarlo", lanz¨® Gabilondo el mismo domingo por la noche. Desde entonces, el PSOE elucubra la posibilidad de que Cs le apoye en la Comunidad a cambio de que los socialistas voten por Bego?a Villac¨ªs en la capital. Una operaci¨®n complicada que necesitar¨ªa del apoyo de un tercero, como M¨¢s Madrid.
"Es lo que procede por ser primera fuerza", explic¨® sobre la ronda de contactos un colaborador de Gabilondo. "Por responsabilidad se invita al resto para abrir abierta y detalladamente un di¨¢logo para otear el horizonte y ver si hay que arremangarse [y ponerse a negociar en serio", continu¨®. "Pero Aguado [el candidato de Ciudadanos] va muy r¨¢pido diciendo que quiere ser vicepresidente del PP", a?adi¨®, antes de recordar que la formaci¨®n de Albert Rivera ya explicit¨® en campa?a su veto a cualquier acuerdo con el PSOE, y su preferencia por un pacto con el PP. "Ser¨¢ un expl¨ªquense ustedes, porque es un poco raro ese cord¨®n sanitario a Gabilondo", remat¨® este interlocutor.
Los estrategas socialistas asumen que sus proyectos tienen pocas opciones de ¨¦xito. Pero buscan cumplir un objetivo que sirva de precedente para pr¨®ximas citas electorales: evidenciar que Ciudadanos prefiere pactar con la extrema derecha de Vox para darle el gobierno al PP, que detenta el poder en la regi¨®n desde hace 24 a?os, en lugar de impulsar el cambio hacia la izquierda.
Villac¨ªs, con el PSOE y sin Vox
Para Ciudadanos el problema no es el PSOE, al que por ahora descarta como socio potencial por su af¨¢n de superar al PP como l¨ªder de la derecha. Es Vox. Todos los portavoces de la formaci¨®n naranja intentaron obviar este lunes que el partido de extrema derecha es necesario para sacar adelante los ejecutivos conservadores de la capital y la Comunidad.
"Nosotros vamos a sentarnos con el PP", dijo el l¨ªder auton¨®mico de la formaci¨®n, Aguado, en un intento de reproducir la f¨®rmula andaluza, cuando el PP negoci¨® por separado con los representantes de Rivera y Abascal. Y Bego?a Villac¨ªs incluso abog¨® por buscar un pacto alternativo de PP, PSOE y Ciudadanos en el Ayuntamiento, apostando por lograr la complicidad de Jos¨¦ Vicente Pepu Hern¨¢ndez con el argumento de que as¨ª se restar¨ªa capacidad de decisi¨®n a la ultraderecha.
"La mejor f¨®rmula es una coalici¨®n", dijo Villac¨ªs del pacto que aspira a firmar con Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida (PP). "[Pepu Hern¨¢ndez] perfectamente podr¨ªa apoyar otro Gobierno que no fuera el de la se?ora Carmena (...) Sigo abri¨¦ndole la puerta y perfectamente podr¨ªa hacerlo", a?adi¨®, explicitando su preferencia por un m¨¢s que improbable acuerdo PP-Cs-PSOE. "No veo a Vox en el gobierno municipal para nada", remat¨®, informa F. J. Barroso.
Sin apostar por ese acuerdo, Mart¨ªnez Almeida (PP) tambi¨¦n insinu¨® este lunes su preferencia porque Vox apoye su investidura pero no entre en el gobierno municipal, al mencionar que ser¨ªa deseable conformarlo con quienes conocen bien el trabajo del Ayuntamiento ¡ªVox ha logrado representaci¨®n por primera vez¡ª.
"Estoy dispuesto a negociar con Vox", dijo el alcaldable; "pero lo razonable es que los que hemos estado en la oposici¨®n [por PP y Cs] y conocemos a fondo el Ayuntamiento podamos gestionarlo, aunque no voy a cerrar la puerta a ninguna posibilidad".
Todo est¨¢ en el aire. De hecho, no es descartable que Ciudadanos llegue a pelear porque Villac¨ªs sea alcaldesa en lugar de Mart¨ªnez Almeida. El PP depende de sus votos para investir a sus candidatos como presidentes de las comunidades aut¨®nomas de Murcia y Castilla y Le¨®n. ?Se podr¨ªa pedir a cambio la alcald¨ªa de la capital de Espa?a?
"A¨²n no hay nada planteado", contest¨® una fuente de la direcci¨®n nacional que cuenta con la confianza de Albert Rivera, que formar¨¢ un comit¨¦ de pactos para uniformizar las negociaciones de los acuerdos que intentar¨¢ alcanzar por toda Espa?a. "Habr¨¢ que empezar a negociar, pero lo normal es que cada sitio se plantee la negociaci¨®n seg¨²n las circunstancias de ese sitio, sin negociaciones cruzadas".
El PP, dispuesto a contar con Vox en el Gobierno de la Comunidad
Queda el PP. Con la formaci¨®n conservadora aliviada por la posibilidad de gobernar la capital y la Comunidad durante los pr¨®ximos cuatro a?os, D¨ªaz Ayuso se abri¨® este lunes a la entrada de Vox en su Gobierno.
"?Y si no hay otra alternativa?", se pregunt¨® la candidata. "No lo s¨¦ en estos momentos", reconoci¨®. "Voy a pensar en el electorado de los tres partidos, voy a defender e intentar cumplir los compromisos de mi programa, pero tratando con sumo respeto a los votantes de los otros dos", sigui¨®. "Quiero hablar con los dos partidos y ver en qu¨¦ situaci¨®n estamos. Estoy dispuesto a sacar esto adelante. Tengo que ver qu¨¦ sinton¨ªa tienen los dos [por Ciudadanos y Vox]. No quiero que ninguno de los votantes de los tres se sientan infrarrepresentados".
Son las consecuencias electorales del 26 de mayo. No hay mayor¨ªas absolutas. Ninguno de los ganadores en las principales circunscripciones puede gobernar. Y eso ha dejado al PP y a Ciudadanos en manos de Vox, que ahora reclama dar un paso extra. Andaluc¨ªa ya no es la referencia. En Madrid se est¨¢ construyendo el nuevo paradigma de los pactos a tres entre las tres formaciones de derechas.
Dos severas derrotas del PP se convirtieron en una victoria
Isabel D¨ªaz Ayuso y Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida ser¨¢n proclamados como presidenta de la Comunidad y alcalde de Madrid si alcanzan un acuerdo con Ciudadanos y Vox. Eso permitir¨ªa a su partido, el PP, convertir dos derrotas de las que hacen ¨¦poca en un triunfo impensable hace solo un par de d¨ªas.
D¨ªaz Ayuso perdi¨® 18 diputados y m¨¢s de 300.000 votos con respecto a los comicios de 2015, que gan¨® Cristina Cifuentes; y 42 y m¨¢s de 800.000 sufragios sobre los de 2011, en los que venci¨® Esperanza Aguirre. Almeida, por su parte, se dej¨® seis concejales y 168.000 sufragios con respecto a hace cuatro a?os, cuando Aguirre fue la cabeza de cartel popular; y 16 y 360.000 votos frente a hace ocho a?os, cuando Alberto Ruiz Gallard¨®n fue quien defendi¨® sus mismas siglas. Un resultado a la baja que se reprodujo en todos los municipios de la regi¨®n.
As¨ª, el PP logr¨® 796.000 votos (24,60%), 762 concejales y 47 mayor¨ªas absolutas en toda la Comunidad de Madrid. En 2015, fueron m¨¢s de un mill¨®n de sufragios (32,87%), 921 concejales y 61 mayor¨ªas absolutas en los municipios de la regi¨®n. Son 159 ediles menos. Aunque en ambas ocasiones fuera la fuerza m¨¢s votada, eso supone un retroceso evidente.
La crisis electoral tiene nombres y apellidos. Boadilla del Monte y Torrej¨®n de Ardoz, con sus mayor¨ªas absolut¨ªsimas para el PP, fueron una excepci¨®n. El partido de Pablo Casado conserv¨® Majadahonda o Alcobendas, pero perdi¨® gobiernos emblem¨¢ticos como los de Alcorc¨®n, o graneros electorales tradicionales como el de Pinto ¡ªdonde hab¨ªa ganado todas las elecciones desde 2007¡ª.
En paralelo, vio c¨®mo el PSOE avanzaba por toda la regi¨®n con respecto a 2015, ti?endo de rojo M¨®stoles, Getafe, Fuenlabrada o Valdemoro.
Los socialistas fueron la segunda formaci¨®n con m¨¢s votos (678.914) en la Comunidad y obtuvieron 653 concejales, algo m¨¢s que en 2015, cuando consigui¨® 523. Adem¨¢s, con el 20,96% de los sufragios lograron hasta 25 mayor¨ªas absolutas.
Les siguieron Ciudadanos, con 544.129 votos (16,80%, una mayor¨ªa absoluta) y 257 ediles (en 2015 tuvo 137) y Vox con 248.628 votos y 140 representantes municipales (en las anteriores elecciones tuvo 5).
Y al borde de la irrelevancia qued¨® M¨¢s Madrid, que no consigui¨® echar ra¨ªces municipales con las que alimentar su proyecto auton¨®mico los pr¨®ximos cuatro a?os.
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