¡®Dogville¡¯ pierde en el Lliure su tensi¨®n sobrecogedora

Fr¨ªa, distante y sin la implacable tensi¨®n que en Dogville, la famosa pel¨ªcula de Lars von Trier, con Nicole Kidman, Paul Bettany y Lauren Bacall en los papeles principales, atenazaba al espectador hasta su violento y sobrecogedor final. A la adaptaci¨®n teatral de esta obra maestra que S¨ªlvia Munt dirige en el Lliure de Montju?c ¡ªDogville: un poble qualsevol, con dramaturgia de Pau Mir¨® y la propia Munt¡ª le falta pegada, emoci¨®n e intensidad; el montaje, a ratos pretencioso, parece m¨¢s un ejercicio acad¨¦mico en el que los personajes no transmiten todo su potencial dram¨¢tico.

No deja de resultar extra?a esa sensaci¨®n de frialdad, teniendo en cuenta que Dogville es una pel¨ªcula muy teatral, rodada en una nave en la que el director y guionista dan¨¦s encierra las miserias de los habitantes de un peque?o pueblo al que llega una joven perseguida por unos g¨¢ngsteres. Tras la acogida inicial, la bondad mutar¨¢ en explotaci¨®n, humillaci¨®n y violaci¨®n, en un crescendo que acaba en un estallido de destrucci¨®n final.

Drama sobre la expiaci¨®n, la corrupci¨®n y la crueldad, la producci¨®n del Teatre Lliure busca una mirada distinta, m¨¢s cercana, ambientando la acci¨®n en un escenario realista: el bar de un centro c¨ªvico de un pueblo cualquiera. Potencia los aires de drama rural y marca distancias con un final muy distinto al del filme, que cambia el rumbo vital de la protagonista.

Hay mucho potencial dram¨¢tico, pero la propuesta pierde ritmo y energ¨ªa cuando se proyectan escenas filmadas en exteriores; buscar auxilio en el cine para hacer avanzar un relato teatral cuyo origen es, precisamente, una gran pel¨ªcula, no deja de ser decepcionante.

S¨ªlvia Munt hilvana una serie de microescenas que, por separado, funcionan a veces, pero en la direcci¨®n de actores no hay un pulso firme que genere la tensi¨®n imprescindible que otorga a Dogville sus se?as de identidad. El equipo de actores, en el que destacan las tablas de Andreu Benito y Llu¨ªs Marco, ofrece m¨¢s solvencia profesional que caracterizaciones memorables. Bruna Cus¨ª y David Verdaguer no acaban de perfilar la complejidad emocional que marca la relaci¨®n entre Virginia y Max, el escritor que acaba traicionando su confianza.