En la piel del Tribunal
Que estos d¨ªas buena parte de las conversaciones se pierdan especulando sobre los umbrales de castigo que har¨ªan la sentencia asumible da la medida de la anormalidad que vivimos
¡°No me gustar¨ªa estar en su piel¡±, con un punto de iron¨ªa, dada su posici¨®n en el banquillo de los acusados, Jordi S¨¢nchez advert¨ªa al Tribunal que le juzga sobre la responsabilidad que les ha ca¨ªdo encima: ¡°ojal¨¢ que su sentencia sirva para ayudar a resolver lo que la clase pol¨ªtica de su momento no fue capaz de resolver¡±. No fue el ¨²nico que se pronunci¨® en este sentido en los alegatos finales, previos al ¡°Visto para sentencia¡±. Y de hecho algunos abogados ya hab¨ªan abierto este camino.
En estas pocas palabras se concentran algunas claves de la situaci¨®n en que estamos. La principal de ellas, la anomal¨ªa que significa que el destino inmediato de un conflicto pol¨ªtico de tanta envergadura dependa de los tribunales. No es su funci¨®n. Algo falla en un r¨¦gimen pol¨ªtico que, por lo menos desde 2014, est¨¢ dando se?ales de agotamiento de materiales por el rechazo obsesivo a cualquier reforma por parte de quienes lo gobernaron. Que estos d¨ªas buena parte de las conversaciones se pierdan especulando sobre los umbrales de castigo que har¨ªan la sentencia asumible da la medida de la anormalidad que vivimos. En una ¨¦poca en que todo acaba en forma de series televisivas, quiz¨¢s en unos a?os asistamos al estreno del relato por cap¨ªtulos del cu¨¢ndo y c¨®mo el gobierno de Rajoy subrog¨® sus responsabilidades a la justicia.
Para los partidos que han venido combatiendo al soberanismo catal¨¢n, el recorrido judicial del conflicto confirma la fortaleza de un Estado capaz de activar sus mecanismos de defensa y protecci¨®n de la legalidad. En apoyo de esta actitud se sit¨²a la magnificaci¨®n de la gravedad de los hechos que ha convertido a los rebeldes sin armas en golpistas. Los partidos de la derecha han hecho de ello baluarte ideol¨®gico. El PSOE se apunta con la poca peque?a. Pero cualquiera que vaya un poco m¨¢s all¨¢ de las consignas de repetici¨®n obligatoria sabe que la sentencia tendr¨¢ consecuencias pol¨ªticas. Y que una suma de irresponsabilidades nos ha llevado a una situaci¨®n que era evitable.
Mariano Rajoy tuvo cinco a?os para encauzar el problema y no tom¨® una sola iniciativa hasta el 155
Jordi S¨¢nchez la imputa a ¡°la clase pol¨ªtica de su momento¡±. Sin duda, jug¨® un papel capital el gobierno de la ¨¦poca, presidido por Mariano Rajoy que tuvo cinco a?os, desde 2012 a 2017, para encauzar el problema y no tom¨® una sola iniciativa pol¨ªtica hasta el d¨ªa de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155. Pero Jordi S¨¢nchez no puede olvidar la parte que le corresponde al independentismo: la irresponsabilidad de no haber sabido parar a tiempo. De pretender llevar su proyecto m¨¢s all¨¢ de las fuerzas y la capacidad de la que dispon¨ªan (sabiendo perfectamente que no alcanzaban). Hasta que entre las vacilaciones y el ruido se les fue de la manos, sin que nadie se sintiera con autoridad para parar y se impuso la evidencia: no solo los poderes del Estado y la ruptura de la legalidad estaban fuera de su alcance, sino que, como ha recordado el abogado Xavier Melero, la estrella judicial del momento, huyeron a toda prisa de las instituciones que controlaban. Probablemente, nunca imaginaron las consecuencias. Pensaban que a lo sumo acabar¨ªan con condenas por inhabilitaci¨®n como los promotores del 9-N. Pero una vez m¨¢s fall¨® el desconocimiento de la otra parte. Y el soberanismo se qued¨® colgado de una fantas¨ªa: el inexistente mandato del 1-O. La soluci¨®n pol¨ªtica ¡ªla que habr¨ªa evitado llegar a la anomal¨ªa actual¡ª fue imposible por una tr¨¢gica combinaci¨®n de incompetencia y frivolidad. Ahora, lo m¨¢s probable es que se imponga una siniestra normalizaci¨®n del conflicto. Naturalizar el estancamiento. Hasta que llegue el pr¨®ximo estallido. Que es lo que buscan los que razonan en t¨¦rminos de derrota incondicional del enemigo. Y as¨ª indefinidamente.
En toda esta historia, pesa mucho el desconocimiento. Desde Madrid, Catalu?a queda muy lejos. Y se hacen pocos esfuerzos para entrar en los matices. La construcci¨®n m¨ªtica del soberanismo es un ejemplo: visto como un bloque homog¨¦neo, pose¨ªdo mentalmente e impenetrable es dif¨ªcil encontrar la estrategia pol¨ªtica adecuada para relacionarse. No se han enterado de que el independentismo es muy diverso y con espacios de intereses contrapuestos y los gobiernos espa?oles ni siquiera han sabido especular con ello. Estaban mal acostumbrados. Sab¨ªan que Pujol controlaba el territorio y se despreocuparon demasiado. Y cuando este falt¨®, no entendieron nada. Fue en 2014 que el Rey Juan Carlos abdic¨® y Pujol hizo su famosa confesi¨®n.
El independentismo no supo parar a tiempo y pretendi¨® llevar su proyecto m¨¢s all¨¢ de sus fuerzas y capacidad
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Juicio al Proc¨¦s
- Barcelona
- Independentismo
- Asociaciones pol¨ªticas
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Catalu?a
- Generalitat Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Refer¨¦ndum
- Elecciones
- Casos judiciales
- Gobierno auton¨®mico
- Partidos pol¨ªticos
- Ideolog¨ªas
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia