Los pactos certifican el auge de ERC y PSC y la ca¨ªda neoconvergente

La investidura, ayer, de los 947 alcaldes catalanes pone punto final al ciclo electoral que arranc¨® con las elecciones generales y permite ver la fotograf¨ªa definitiva del poder local en Catalu?a. Pese al veto que la direcci¨®n de Esquerra quer¨ªa imponer al PSC, los socialistas terminaron siendo determinantes en operaciones clave para los de Oriol Junqueras como la de Sant Cugat del Vall¨¨s o Figueres (Alt Empord¨¤), en las que sali¨® perdiendo Junts per Catalunya. Los republicanos fracasaron en su intento de asalto a Barcelona pero s¨ª gobiernan en Lleida y Tarragona. Los neoconvergentes conservan Reus y Girona.

La foto final de las alcald¨ªas ofrece algunas diferencias con respecto a la de la noche electoral del 26-M, una jornada en la que Esquerra se erigi¨® como la fuerza m¨¢s votada en Catalu?a. Aunque ese d¨ªa los republicanos fueron la lista con m¨¢s apoyos en 342 municipios, a trav¨¦s de la negociaci¨®n de los pactos ERC tiene desde ayer 359 alcaldes, Se trata de datos provisionales pero que muestran 100 alcald¨ªas m¨¢s que las que la formaci¨®n de Junqueras obtuvo en 2015.

Junts per Catalunya, la marca bajo la que acudi¨® el PDeCAT a las elecciones, sigue siendo la formaci¨®n con m¨¢s alcaldes (369) si bien perdi¨® 68 con respecto a hace cuatro a?os. Las negociaciones para cerrar los gobiernos municipales fueron especialmente nocivas para los neoconvergentes, que perdieron bastiones importantes como Figueres (Alt Empord¨¤) o Sant Cugat del Vall¨¨s. En estos dos casos, los republicanos dejaron solos a sus socios en el Ejecutivo de la Generalitat y optaron por alianzas amplias de izquierdas que inclu¨ªan a los socialistas. Eso a pesar de los avisos de la c¨²pula de ERC, que antes de la campa?a advirti¨® de que solo llegar¨ªa acuerdos con formaciones ¡°progresistas¡± y ¡°con un compromiso absoluto con la rep¨²blica¡±. En Vilafranca del Pened¨¦s o Calella (Maresme) los neoconvergentes pactaron con el PSC, un partido al que siempre le recuerdan que apoy¨® la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155.

La hegemon¨ªa del PDeCAT y de ERC en cifras globales de alcald¨ªas se ve moderado si se tiene en cuenta el tama?o de los municipios. Dentro de las once ciudades catalanas con m¨¢s de 100.000 habitantes, los neoconvergentes solo tienen dos: Reus (Baix Camp) y Girona. En ambos casos se trataba de las listas m¨¢s votadas y hubo intentos por parte de las otras formaciones para tirar adelante gobiernos alternativos de progreso.

Los republicanos tienen las alcald¨ªas de Tarragona y Lleida (esta ¨²ltima por primera vez en 80 a?os), donde hay un pacto de gobierno con Junts per Catalunya. En Manresa, ambas formaciones independentistas se turnar¨¢n la alcald¨ªa: un a?o los neoconvergentes y tres los de Esquerra.

El PSC obtuvo 87 alcald¨ªas (frente a las 122 de 2015) pero logr¨® mejorar significativamente sus resultados en varios municipios del ?rea Metropolitana de Barcelona. Los comunes lograron finalmente salvar la alcald¨ªa de la capital catalana pero sus resultados siguen siendo modestos. Pese a la sensaci¨®n del frenes¨ª de los pactos, los datos del Observatorio de Gobierno Local de la Fundaci¨®n Carles Pi i Sunyer muestran que desde la instauraci¨®n de la democracia, en cada mandato, solo un tercio de los gobiernos es monocolor.