Cabify intensifica su desaf¨ªo a las administraciones catalanas

Cabify va directo hacia un choque con las administraciones catalanas. La Generalitat podr¨ªa multar con hasta 54.000 euros a la plataforma de alquiler de coches con conductor por presuntos incumplimientos de la ley que obliga a pedir el servicio con 15 minutos de antelaci¨®n. Cabify dice cumplir y recurrir¨¢, pero en breve deber¨¢ adaptarse a la normativa del ¨¢rea metropolitana de Barcelona que fija un intervalo de una hora.

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Catalu?a es term¨®metro y laboratorio de la exacerbada pugna entre los servicios de transporte concertado de viajeros (conocidos por las siglas VTC) y las poderosas organizaciones de taxis. La disputa deriv¨® en huelgas y protestas el pasado enero, despu¨¦s de que el Gobierno cediera a comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos la potestad de regular las plataformas online, que han revolucionado el transporte urbano en el mundo.

Cabify se mueve en una zona gris desde que el pasado marzo volvi¨® a Barcelona tras marcharse en enero, junto a Uber, al considerar que la ley catalana sobre VTC hac¨ªa imposible su actividad. La empresa madrile?a trata de esquivar las restricciones de la Generalitat al operar como agencia de transporte (a trav¨¦s de otra compa?¨ªa) y no intermediaria entre clientes y propietarios de coches. Al aceptar las condiciones, al cliente se le notifica que solo tendr¨¢ que esperar 15 minutos la primera vez que pida un coche, al interpretar Cabify que la ley no es v¨¢lida en el resto de viajes.

Sin embargo, en alg¨²n caso esos l¨ªmites no se respetan. Recientemente El PA?S pudo comprobar c¨®mo un primer servicio tardaba 12 minutos y, seg¨²n el conductor, hubiese tardado menos de estar m¨¢s cerca. El ch¨®fer, de 49 a?os y que declina dar su nombre, ya trabajaba para Cabify antes de las protestas de enero. Cobra un sueldo fijo m¨¢s variables, lamenta que hay ¡°m¨¢s demanda que oferta¡± y asegura ser acosado cada d¨ªa por taxistas. En la v¨ªspera, dice, le da?aron la puerta del coche con una pistola de balines.

Fuentes del Departamento de Territorio y Sostenibilidad advierten de que Cabify tendr¨¢ que adaptarse a la normativa y que ser¨¢n firmes en su aplicaci¨®n. Aunque evitan especular, recuerdan que si, por ejemplo, una empresa de autobuses incumple la ley se le puede rescindir el contrato que le permite ofrecer el servicio.

La Generalitat notific¨® a finales de mayo a Cabify la apertura de 54 expedientes (cada uno puede derivar en multas de hasta 1.000 euros) relacionados con presuntos incumplimientos del intervalo de 15 minutos que debe esperar el cliente desde que solicita un coche hasta que llega. Cincuenta de los expedientes son por inspecciones efectuadas entre el 7 y el 10 de marzo, tras anunciar Cabify su retorno a Barcelona, por lo que son una radiograf¨ªa muy incompleta de los tres meses que lleva en la capital catalana.

¡°Nuestro modelo de negocio como empresa de transporte se ajusta a la normativa auton¨®mica y recurriremos cualquier sanci¨®n¡±, responden desde Cabify, que volvi¨® a Barcelona con 300 veh¨ªculos y tiene m¨¢s de 250.000 usuarios. Fuentes de la compa?¨ªa evitan valorar si el objetivo de recurrir la ley es que la disputa acabe pasando de tribunales ordinarios al Tribunal Constitucional para que siente c¨¢tedra y acabe blindando su modelo de negocio.

Tambi¨¦n reh¨²yen valorar la normativa sobre VTC del AMB, que fija una precontrataci¨®n de 60 minutos de los coches en sus 36 municipios, un endurecimiento de las condiciones tal y como reclamaba el colectivo de los taxistas. El reglamento fue aprobado a finales de mayo y entrar¨¢ en vigor al mes de publicarse en el diario oficial de la Generalitat. Da competencias al Instituto Metropolitano del Taxi para hacer cumplir la norma y es el arma sancionadora de la AMB. Vulnerar la precontrataci¨®n puede acarrear multas de hasta 1.400 euros.