1.900 formas de contar la Biblia
CaixaForum Madrid expone 1.600 biblias de todo el mundo traducidas a casi dos mil lenguas atesoradas por el coleccionista Pere Roquet
Todo empez¨® de manera imprevista. Con una pregunta que un misionero le hizo al coleccionista andorrano Pere Roquet. Era el 14 de noviembre de 1995 y ambos se encontraban en el poblado de Lokori, en Kenia.
- ?Qu¨¦ har¨¢ cuando se jubile?
- Una colecci¨®n con inter¨¦s cultural; una de biblias en lenguas extranjeras, seguramente.
En ese momento, Franco Moretti, el misionero colombiano, le entreg¨® un ejemplar del Nuevo Testamento en turkano, el idioma del pueblo Turkana del pa¨ªs africano. Esa es una de las 3.350 lenguas en las que est¨¢ traducida la obra m¨¢s editada de la historia humana: la Biblia (algunas estimaciones calculan m¨¢s de 6.000 millones de ejemplares). Desde entonces, Roquet, de 87 a?os, ha dedicado casi un cuarto de siglo a recopilar 1600 ejemplares de todo el mundo escritos en casi dos mil idiomas. Estos se podr¨¢n visitar hasta el pr¨®ximo 1 de septiembre en CaixaForum Madrid de manera gratuita en la muestra La Biblia: un viaje por las lenguas del mundo.
Entre los ejemplares se encuentra la biblia Septuaginta, una traducci¨®n en griego koin¨¦ de textos hebreos y arameos m¨¢s antiguos que representa una s¨ªntesis jud¨ªa y de la que proceden casi todas las citas del Antiguo Testamento presente en el Nuevo. O una le¨ªda en la clandestinidad, procedente de Corea del Norte, ¡°la m¨¢s dif¨ªcil de encontrar¡±, seg¨²n el propio Roquet. Estas pasan desde el pr¨®spero sur en globo geolocalizados listas para ser recogidas en el pa¨ªs de dinast¨ªa Kim, donde est¨¢ prohibida su lectura, que se castiga con la pena de muerte. ¡°La de Corea no tiene nada escrito, para que no se reconozca que es la biblia¡±, explica el coleccionista.
Este hombre, quien fuera ejecutivo de un banco andorrano hasta su ¡°superjubilaci¨®n¡±, como la describe, ha aprovechado cada viaje, una de sus grandes pasiones, para intentar conseguir textos con los que ampliar su colecci¨®n, que ya ha donado al Gobierno del Principado de Andorra. ¡°Mis tres hijos no pueden continuar con esto, es una locura¡±, asegura.
El cir¨ªlico tambi¨¦n se cuela en la exposici¨®n. ¡°Para m¨ª fue una sorpresa enorme encontrarme con el nivel de difusi¨®n de la biblia. Solo de Rusia 75 a?os, donde ha habido 75 a?os de ate¨ªsmo oficial, tengo 89 biblias. Ha llegado a sitios muy raros, y es un fen¨®meno desconocido¡±, dice. A¨²n se sorprende cuando cuenta que los Nenets, una etnia rusa en Siberia de apenas 40.000 personas, ha traducido una biblia a su lengua, el nenezo. ¡°Con lo lejos que est¨¢n de la civilizaci¨®n occidental¡±. remata.
La eclosi¨®n de textos b¨ªblicos por el mundo, dice Roquet, debe recordarnos que ¡°las lenguas se mueren como nos morimos nosotros¡±. La muestra, en definitiva, versa sobre la riqueza y vulnerabilidad de la forma de comunicaci¨®n humana. En todo el mundo hay un total de 7.111 idiomas, de los que 3.116 no tienen escritura. Hay ejemplares de valor incalculable de lenguas minoritarias y en peligro de extinci¨®n como el yag¨¢n, que cuenta con una ¨²nica hablante nativa: Cristina Calder¨®n, de 91 a?os, ¨²ltimo testimonio vivo de ese idioma hablado por un pueblo amerindio n¨®mada de las islas y canales del extremo sur de Chile y Argentina.
El recorrido por las biblias acaba con los esfuerzos del cristianismo de transmitir su creencia a trav¨¦s de nuevos soportes. Se pueden contemplar ejemplares en lengua de signos y braile, adem¨¢s de varios en formato de c¨®mic y de manga japon¨¦s. Milenios despu¨¦s, la humanidad sigue transmitiendo la fe cristiana por toda la Tierra; incluso fuera de ella. En 1971 un reverendo y cient¨ªfico de la NASA llamado John Stout vio cumplida la misi¨®n que llevaba a?os planeando sigilosamente: llevar la Biblia a la Luna a bordo del Apolo 14.
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