La t¨®mbola de Black Eyed Peas

M¨¢quinas, sonrisas y flores. Las m¨¢quinas eran instalaciones mec¨¢nicas que pod¨ªan moverse, accionadas por motores, poleas y transmisiones. Representaban caballos, norias y dem¨¢s objetos fruto de la imaginaci¨®n delirante de Jord¨¤ Ferr¨¦, creador de la Companyia Antigua I Barbuda, responsable de aquel despliegue. Estaban desplegadas por el espacio central del Cru?lla y a su alrededor el p¨²blico se reun¨ªa curioso, como queriendo desentra?ar los secretos de la mec¨¢nica, alma de cada ser met¨¢lico all¨ª mostrado. La sonrisa ya afloraba de manera natural al perder la vista por un espacio que se ofrec¨ªa di¨¢fano y a primera hora de la tarde sin aglomeraciones. El Cru?lla arrancaba en el F¨®rum su d¨¦cima edici¨®n y, por si alguien se hab¨ªa dejado la sonrisa en casa ¨Cno era fin de semana, un simple mi¨¦rcoles no ayuda a sonre¨ªr¨C, algunas personas repart¨ªan flores.

La m¨²sica comenz¨® poco m¨¢s tarde de la apertura de puertas, con la noruega Aurora y su pop electr¨®nico con ¨ªnfulas modernas y resultados francamente sosos. El p¨²blico, educado, la premi¨® con aplausos de cortes¨ªa y se dispuso a perder el control un poco m¨¢s tarde, cuando Black Eyed Peas comenzaron su concierto, ya con una peque?a multitud frente a su escenario ¨C14.000 personas seg¨²n fuentes oficiales¨C. Y realmente la actuaci¨®n del tr¨ªo-cuarteto fue una verdadera fiesta. La duda entre tr¨ªo y cuarteto se debe a que en el grupo sobreviven sus tres recitadores principales, will.i.am, apl.de.ap y Taboo ¨Cs¨ª, llamarse Paul o Richard parece no proceder¨C mientras que Jessica Reynoso, sustituta de Fergie, pareci¨® a¨²n una aspirante a pertenecer al grupo. Y en cuanto abri¨® la boca se pudo notar su origen, un concurso de talentos filipino, porque al cantar quiso m¨¢s que interpretar demostrar que ten¨ªa buena voz.

El concierto del grupo fue una jarana, una fiesta de hip-hop positivo ¨Cnada de chicos malotes y sonidos oscuros¨C, ramalazos de pop, latigazos de Electronic Dance Music, EDM para los amigos, citas a White Stripes, cuando son¨® Seven Nation Army aquello pareci¨® el campo de Osasuna y aire general de t¨®mbola cuando se entrega el premio m¨¢s preciado. Lo dicho, una juerga de tomo y lomo que puso al p¨²blico a saltar, espoleado por la exigencia que desde el escenario le impel¨ªa a hacer coros para conseguir la afon¨ªa ya en las primeras horas de festival. Temas como Rock That Body, Pump It o Just Can¡¯t Get Enough, este ¨²ltimo protagonizado por Jessica, vestida como para realizar una prueba de acromatopsia, protagonizaron el arranque del concierto.

Estas constantes se mantuvieron durante todo su desarrollo, con el grupo contento de volver a aspirar a ser lo que fue, una banda que hace diez a?os llen¨® el Estadio del Espanyol en Cornell¨¤-El Prat. Pero 10 a?os son una eternidad en el pop y, por ejemplo, Black Eyed Peas no se han percatado de que en su ¨¢mbito tocar con bater¨ªa ac¨²stica es m¨¢s antiguo que llevar quevedos. Pero ellos a lo suyo, a alargar los temas ¨Clas versiones de Where Is The Love i I Gotta Feeling fueron m¨¢s largas que el d¨ªa D¨C, a recibir cari?o y a protagonizar una tabarra festiva implacable. Si se quer¨ªa fiesta, fiesta hubo en la primera noche de un Cru?lla que con su programaci¨®n de mi¨¦rcoles aument¨® un d¨ªa su propuesta. Hasta la madrugada del domingo hay tiempo de sobras para seguir sonriendo.