La noche que puso en jaque la paz de El Masnou
Una protesta contra un centro de menores migrantes en un municipio de Barcelona termina con cuatro j¨®venes tutelados heridos
Las consignas contra la presencia de menores migrantes no acompa?ados ¡ªlos llamados mena¡ª a¨²n resuenan sobre los muros del albergue Josep Maria Batista i Roca de El Masnou (Barcelona). ¡°El pueblo es peque?o. Ya os cazaremos¡±, se escuchaba corear el jueves a decenas de personas a las puertas del centro, que acoge a medio centenar de menores. Dos manifestaciones de signo opuesto ¡ªa favor y en contra de los mena¡ª confluyeron ante el albergue y los altercados terminaron con cuatro menores, un educador y un vigilante de seguridad heridos. La convivencia en este peque?o municipio costero de la comarca del Maresme tampoco ha salido bien parada.
En un parque a unos metros del albergue, el tronco de un ¨¢rbol tiene marcado a rotulador y en letras may¨²sculas ¡°Puta T¨¢nger¡±. De esta ciudad lleg¨® hasta El Masnou hace un a?o Issam Bouhkari, de 16 a?os. ¡°Ayer, yo me qued¨¦ dentro del centro porque no quiero problemas¡±. Seg¨²n testigos presenciales, los menores y los educadores se confinaron en el interior del centro por temor a ser agredidos. Solo un peque?o grupo de chavales se encar¨® a los manifestantes desde el tejado del albergue. Los altercados terminaron con gritos y lanzamientos de piedras.
El conflicto comenz¨® tras una presunta agresi¨®n sexual de un mena a una joven
En el origen del conflicto est¨¢ una presunta agresi¨®n sexual cometida por un chico tutelado a una menor del municipio. Los Mossos d¡¯Esquadra detuvieron el 30 de junio a uno de estos j¨®venes, acusado de tocamientos y de intentar violar a la joven, si bien los acompa?antes de ¨¦l le recriminaron su actitud y se lo llevaron antes de que cometiese la agresi¨®n. Se da la circunstancia de que el 28 de junio, tambi¨¦n en el Maresme, otros dos mena fueron acusados de una agresi¨®n sexual a una mujer en Canet de Mar.
La noche de protestas enfrentadas que vivi¨® El Masnou ha puesto en jaque la convivencia en el municipio. ¡°Empez¨® siendo una manifestaci¨®n para denunciar la agresi¨®n, pero al rato parece que era una manifestaci¨®n del pueblo espa?ol contra el pueblo marroqu¨ª¡±, comenta Mariam, una vecina del pueblo de padres marroqu¨ªes que el jueves acudi¨® a la concentraci¨®n en apoyo a los menas. ¡°Yo he nacido aqu¨ª, me he criado con los hijos de algunos de los que ayer estaban gritando ¡®moros fuera¡¯. Cuando dicen eso tambi¨¦n me lo est¨¢n diciendo a m¨ª¡±. ¡°Lo de ayer [por el jueves] supone un punto de inflexi¨®n en la convivencia del pueblo¡±, agrega Laia, una amiga suya de 21 a?os.
El alcalde, Jaume Oliveras, convoc¨® ayer a las entidades sociales del municipio para ¡°dar una respuesta c¨ªvica, serena y contundente¡± contra el estigma y la xenofobia. El PSC, por su parte, ha pedido al Govern que convoque una comisi¨®n de crisis. ¡°Me qued¨¦ perplejo. Los antimena eran un grupo muy ecl¨¦ctico, con gente del pueblo, pero tambi¨¦n de fuera. Me preocupa mucho porque significa que ese discurso distorsionado, con bulos, ha calado¡±, lamenta Ernesto Su?¨¦, portavoz del PSC en El Masnou. ¡°No son personas problem¨¢ticas. Son cr¨ªos. Mi hija tiene 14 a?os y convive con ellos. No hay m¨¢s problemas que con cualquier adolescente de su edad¡±, agrega.
Son las 17.00 y Bouhkari y otro menor se dirigen a la playa. El joven cuenta que no tiene a ning¨²n familiar en Espa?a y que su intenci¨®n es quedarse. ¡°A m¨ª me gusta Espa?a, yo no quiero volver a Marruecos¡±. Aunque admite que le costar¨¢ regularizar su situaci¨®n administrativa. La Generalitat estima que a lo largo de 2019 llegar¨¢n a Catalu?a 5.000 menores migrantes.
¡°No son chicos problem¨¢ticos. Son cr¨ªos¡±, valora un edil del PSC
¡°?Por qu¨¦ hay tantos racistas aqu¨ª?¡±, protesta airado el amigo de Bouhkari, que prefiere no dar su nombre. La asociaci¨®n Exmena ha denunciado la criminalizaci¨®n del colectivo y la falta de protecci¨®n de los chavales. ¡°Los que han de tener miedo son los menores. El peligro no est¨¢ aqu¨ª [dentro del centro], sino en las calles¡±, denuncia su portavoz, Lamiae Abassi.
A pocos metros del albergue viven Joan y Amalia. Acaban de volver de vacaciones y no estaban presentes durante los incidentes. ¡°Nunca hemos tenido problemas con ellos. Nos saludamos. Son muy educados¡±, apunta Joan. ¡°Lamentamos mucho que la gente piense as¨ª de ellos¡±, agrega Amalia. Los vecinos aseguran que nunca han sufrido ning¨²n incidente, pero s¨ª admiten que no est¨¢n integrados. ¡°No est¨¢n integrados porque no pueden estarlo. No les dejan¡±, zanja Joan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.