La crueldad de Peeping Tom roza pero no hiere
El grupo belga present¨® ¡®Kind¡¯ en el TNC en el marco del festival Grec
El p¨²blico que llenaba a rebosar el TNC aplaudi¨® y ovacion¨® el ¨²ltimo montaje del exitoso grupo belga Peeping Tom. Estrenaron Kind una obra que bucea en la infancia y que cierra la trilog¨ªa que se inici¨® con Vader (padre) que se convirti¨® en el mejor espect¨¢culo del Grec de 2014 y Moeder(madre) de 2016.
Kind no tiene la ternura de Le Salon, la po¨¦tica y originalidad de 32, rue Vandenbraden, sin duda la mejor obra que este grupo ha presentado en nuestra ciudad, la seducci¨®n y riqueza gestual de Louer, la fuerza de Vader o el desgarrador sentimiento de ausencia de Moeder. Todas ellas piezas m¨¢s bailadas que Kind, que apuesta m¨¢s por la teatralidad. Los retorcidos cuerpos de Peeping Tom ya no danzan tanto en su ¨²ltima pieza. Una l¨¢stima.
No obstante Kind es una obra sugestiva con momentos brillantes que se alternan con secuencias en las que se busca ¨²nicamente el efecto. La violencia, la sordidez y el sadismo arrancan la carcajada del p¨²blico. Son efectos superficiales. No tienen la profundidad y riqueza de gesto e ideas de otras obras anteriores. Es un montaje muy cinematogr¨¢fico M¨¢s cercano a las pel¨ªculas de Tarantino que a la de Lars von Trier. As¨ª el p¨²blico se r¨ªe cuando ve que un cazador no deja de disparar a una pobre excursionista.
Peeping Tom sit¨²a a la protagonista de su historia, una ni?a en un cuerpo de mujer, magistralmente interpretada por la mezzosoprano Eurudike De Beul, en un frondoso bosque, en que piedras y ¨¢rboles se entroncan para expresar realidad e imaginaci¨®n. La enorme piedra suspendida que amenaza en aplastar las ilusiones infantiles es de una gran fuerza. Los momentos divertidos abundan como son el juego con el ciervo con piernas de mujer, la guapa actriz que juega con el lazo como si estuviera en un rodeo, una especie de indio americano que apostado en una gran piedra salta con una p¨¦rtiga, la mujer que sale de entre las piedras, el enorme gusano, los grandes huevos, todo ello logra la sonrisa del p¨²blico, al igual que temas m¨¢s serios, como ver la mano amenazante de un adulto subir por la pierna de la ni?a hasta su sexo, s¨ªmbolo de la perdida de la inocencia o los amenazantes padres clones que aterrorizan a su hija. A todo ello hay que sumar el universo infantil que est¨¢ en la mente de esta adorable y perversa ni?a. Muchas ideas, muchas im¨¢genes sorprendentes pero pronto los seguidores de este grupo se olvidar¨¢n de este montaje frente a los anteriores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.