Colau logra aprobar el organigrama de su gobierno y del Ayuntamiento

El primer pleno del mandato en el Ayuntamiento de Barcelona ha estado marcado este martes por la ausencia el concejal de Junts per Catalunya, Joaquim Forn, encarcelado preventivamente por su participaci¨®n en el proc¨¦s. Su sill¨®n lo ha ocupado un lazo amarillo. Forn, a quien el Tribunal Supremo permiti¨® recoger su acta de concejal y estar presente en el pleno de investidura de la alcaldesa Ada Colau, no ha sido autorizado a participar en el pleno de este martes, en el que se ha votado el organigrama municipal. Colau ha logrado una holgada mayor¨ªa del pleno para aprobar la composici¨®n del organigrama municipal: 31 votos a favor (Barcelona en com¨², PSC, ERC, PP y Barcelona pel Canvi), cuatro abstenciones (Ciutadans) y cuatro votos en contra (Junts per Catalunya).

La ausencia de Forn no ha alterado el equilibrio del pleno a la hora de votar, porque faltaba una de las ediles del Gobierno, Laura P¨¦rez, que se encuentra de viaje oficial. En el futuro, para evitar ganar la votaci¨®n aprovech¨¢ndose de la situaci¨®n del cabeza de lista de Junts per Catalunya, aunque los 18 regidores del gobierno (comunes y socialistas) est¨¦n presentes en el sal¨®n de plenos, uno de ellos se levantar¨¢ de su esca?o, seg¨²n Colau.

Hist¨®ricamente, as¨ª han actuado los concejales del gobierno de Barcelona cuando un rival pol¨ªtico no ha podido estar en el pleno por raz¨®n de enfermedad o bajas de maternidad cuando no se pod¨ªa delegar el voto. El PSC no ha mostrado ninguna discrepancia y fuentes del partido se?alan que "hist¨®ricamente siempre se han compensado las ausencias, nunca se han saltado las mayor¨ªas cuando ha faltado un concejal". Con todo, apuntan que la situaci¨®n podr¨ªa cambiar en funci¨®n de la situaci¨®n procesal de Forn:. "Otra cosa es si en el futuro hay alguna decisi¨®n judicial que afecte a la condici¨®n de concejal de Forn".

Finalmente, el gobierno ha cedido la presidencia de dos de las cuatro comisiones a ERC, aunque la oposici¨®n ped¨ªa presidirlas todas. Las presidencias de los 10 distritos ser¨¢n la mitad para ERC y el resto, repartidas entre Ciudadanos, PDeCAT y PP. El cartapacio se?ala como hombre fuerte de la alcaldesa al concejal de Presidencia, Jordi Mart¨ª, cuya ¨¢rea se incorpora a alcald¨ªa. Y el gabinete de alcald¨ªa lo dirigir¨¢ Alex Masllorens, que en el mandato pasado fue jefe de Gabinete del entonces primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Masllorens, con amplia trayectoria como asesor de pol¨ªticos de varios colores pol¨ªticos, sustituye a Manu Simarro, que regresa a su trabajo de periodista.

En el reparto de los cotizados asesores, de un total de 124, la gran mayor¨ªa se los queda el gobierno y 39 ser¨¢n para la oposici¨®n. Estas cifras representan que solo el 31% de estos eventuales ser¨¢n para los grupos, que ped¨ªan el 40%. ERC, que ten¨ªa ocho salta a 13 (porque ha doblado los concejales). Junts per Catalunya cae de 14 a 7 (ha perdido la mitad de ediles). Ciutadans se queda los mismos, 7. Y PP y Barcelona pel canvi, que solo tienen dos concejales cada uno, tendr¨¢n seis cada uno. Respecto al ?rea Metropolitana, comunes y republicanos tendr¨¢n seis representantes cada uno; el PSC cinco; Ciudadanos, cuatro; y Junts per Catalunya, tres.

La sesi¨®n ha comenzado en un ambiente que recordaba al primer d¨ªa de clase, porque 31 de los 41 concejales son nuevos y muchos no conoc¨ªan ni siquiera el camino para llegar al sal¨®n de plenos. Los partidos, adem¨¢s, ocupan nuevos espacios en el hemiciclo, aunque todos los grupos municipales tienen alg¨²n concejal en la primera fila.

En la presidencia se sienta Ada Colau y la flanquean dos tenientes de alcalde, Janet Sanz (Barcelona en com¨²) y Laia Bonet (PSC). Una composici¨®n que no es casual ya que representa el gobierno de coalici¨®n entre comunes y socialistas y pretende dar una imagen de gobierno feminista, ha se?alado el ejecutivo municipal.

En la tribuna del pleno, el sindicato Csif de la Guardia Urbana ha protestado con pancartas que denuncian precariedad laboral y trabajadores del metro han mostrado pancartas contra la gesti¨®n de la presencia de amianto en trenes y estaciones.