El d¨ªa que Mas llam¨® a Millet en pleno registro
El fiscal del ¡®caso Palau¡¯ rememora la irrupci¨®n de los Mossos en el coliseo modernista, de la que se cumplen 10 a?os
A Emilio S¨¢nchez Ulled le queda lejos aquella ma?ana de verano en la que entr¨® al Palau de la M¨²sica. La lejan¨ªa es f¨ªsica ¡ªvive en Bruselas, donde es consejero de justicia en la macroembajada espa?ola¡ª pero tambi¨¦n emocional. Y sin embargo, hay sensaciones que no olvida. Como el nudo en el est¨®mago que sinti¨® al irrumpir, junto a un grupo de Mossos, en el coliseo modernista. ¡°?bamos con una cautela absoluta por lo que el Palau representaba social y culturalmente¡±. O los ¡°nervios¡± que vio reflejados en el rostro del capo, F¨¨lix Millet, luego convertido en saqueador confeso. Millet ¡°no paraba de recibir llamadas¡±. La primera, seg¨²n dijo ¨¦l mismo y reconocen diversos testigos, la del entonces l¨ªder de Converg¨¨ncia, Artur Mas.
¡°Es que es Mas, es que es Mas¡±, trat¨® de justificarse Millet cuando el fiscal le reprendi¨® por usar el tel¨¦fono m¨®vil en pleno registro. La llamada, de Palau (de la Generalitat) a Palau (de la M¨²sica) no fue vista entonces como algo premonitorio. Con el tiempo, el expolio de la instituci¨®n musical deriv¨® en el gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de Converg¨¨ncia: por primera vez, se prob¨® la financiaci¨®n ilegal del partido de Mas.
Pero aquella ma?ana del 23 de julio de 2009 ¡ªfecha clave en la historia contempor¨¢nea de Catalu?a de la que hoy se cumplen diez a?os¡ª, S¨¢nchez Ulled no pod¨ªa siquiera imaginarlo. ¡°?bamos por una salida sospechosa de dinero, pero no sab¨ªamos gran cosa. Recuerdo que, en la reuni¨®n previa al registro con la polic¨ªa, les dije que el asunto era tan burdo [la Agencia Tributaria hab¨ªa detectado un uso excesivo de billetes de 500 euros] que no cre¨ªa que hubiera financiaci¨®n ilegal¡±.
El fiscal anticorrupci¨®n, ahora en servicios especiales, se r¨ªe de su falta de olfato, subsanada despu¨¦s con una investigaci¨®n en la que demostr¨® que Converg¨¨ncia se embols¨® 6,6 millones en comisiones ilegales pagadas por Ferrovial a cambio de la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica. Con ese mismo sentido del humor coment¨® S¨¢nchez Ulled a los mossos que se anduvieran con ojo en el registro: ¡°Les dije: ¡®Tened cuidado porque, si rompemos algo, esto es patrimonio de la humanidad¡±.
Nada rompieron los agentes, que apenas pisaron zonas nobles del Palau. El registro se centr¨® en despachos anodinos donde, seg¨²n un empleado, se guardaban papeles. ¡°En un local-trastero encontramos una carpeta donde aparec¨ªa una cuenta en Suiza con bastante dinero¡±, recuerda S¨¢nchez Ulled, que de inmediato pidi¨® una comisi¨®n rogatoria y la retirada del pasaporte de Millet. Fue un d¨ªa intenso, un registro de 12 horas del que apenas se ausent¨® unos minutos para comer un bocadillo en un bar cercano.
Un a?o y medio y el Supremo sigue sin dictar sentencia
La Audiencia de Barcelona dict¨® sentencia sobre el caso Palau en enero de 2018, nueve a?os y medio del registro de los Mossos en la instituci¨®n musical. La investigaci¨®n avanz¨® a buen ritmo los primeros a?os, pero luego entr¨® en un letargo de recursos que alejaron la posibilidad real de encarcelar a los culpables. Adem¨¢s de las condenas a Millet y Montull, saqueadores confesos, el tribunal sentenci¨® al extesorero de Converg¨¨ncia, Daniel Os¨¢car, a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel. Ninguno de los 12 condenados est¨¢ en prisi¨®n.
Tanto las defensas como la Fiscal¨ªa recurrieron la sentencia ante el Tribunal Supremo. Pero ¨¦ste a¨²n no se ha pronunciado pese a que ya ha transcurrido un a?o y medio. Ni siquiera hay fecha prevista para celebrar la vista, informa Reyes Rinc¨®n. El Supremo deber¨¢ dictar la resoluci¨®n definitiva, lo que podr¨ªa llevar Millet, Montull, su hija Gemma Montull y Os¨¢car a la c¨¢rcel.
¡°Durante el registro, sonaba m¨²sica de ¨®rgano. ?Era la Toccata y fuga en re menor, BWV 565 de Bach! Es la que ponen en las pel¨ªculas a los genios del mal¡±, r¨ªe de nuevo en conversaci¨®n desde Bruselas. Un grupo de japoneses en visita guiada miraban con caras de desconcierto a los Mossos saliendo con cajas de cart¨®n, mientras los empleados del Palau aguardaban. S¨¢nchez Ulled a¨²n les recuerda. ¡°Algunos pon¨ªan cara de estupor. Otros estaban como ofendidos, no entend¨ªan qu¨¦ hac¨ªamos all¨ª. Y otras caras te llamaban la atenci¨®n porque parec¨ªan decir ¡®se ve¨ªa venir...¡±
Millet sali¨® aquel d¨ªa del Palau rodeado de c¨¢maras, pero en libertad. Y as¨ª sigui¨® ¡ªcon un ligero par¨¦ntesis por otra causa judicial, la de la construcci¨®n fallida de un hotel de lujo¡ª hasta que, en enero de 2018, la Audiencia de Barcelona le conden¨® a nueve a?os y ocho meses de c¨¢rcel por saquear 23 millones de la entidad junto a su mano derecha, Jordi Montull. Estuvo 25 d¨ªas en prisi¨®n ¡ªa casi un d¨ªa por cada mill¨®n que se embols¨®¡ª y luego qued¨® en libertad a la espera de la sentencia definitiva del Supremo.
S¨¢nchez Ulled se queda con el ¡°momento eureka¡± que supuso ver con sus ojos, con primera vez, pruebas documentales de la cacareada financiaci¨®n ilegal de CDC. A?os antes, cuando el expresidente Pasqual Maragall dirigi¨® a Mas en el Parlament su c¨¦lebre frase de ¡°ustedes tienen un problema con el 3%¡±, el fiscal superior, Jos¨¦ Mar¨ªa Mena, puso a S¨¢nchez Ulled a investigar junto a su colega Fernando Rodr¨ªguez. Entonces no pudieron avanzar. ¡°No sab¨ªamos ad¨®nde mirar. Nadie nos daba una pista¡±. Pero aquella ma?ana de julio de 2009, la m¨²sica del 3% empez¨® a sonar.
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