El estr¨¦s de ser diplom¨¢tico en Barcelona

Con sus 95 representantes, Barcelona es una de las ciudades del mundo con m¨¢s c¨®nsules generales. Hay ejemplos hist¨®ricos: el consulado de Estados Unidos se impuls¨® en 1797, el tercero en Europa del reci¨¦n nacido pa¨ªs. En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, ser diplom¨¢tico en la capital catalana se ha convertido en una tarea inc¨®moda a ra¨ªz del proceso independentista. La Generalitat ha intentado movilizar a los representantes extranjeros en su intento de internacionalizar el soberanismo; cinco c¨®nsules honorarios han sido cesados por ser considerados cercanos al independentismo; y ha habido protestas y ataques a legaciones diplom¨¢ticas.

El presidente catal¨¢n, Quim Torra, volvi¨® a utilizar su reciente encuentro anual con el cuerpo consular para pronunciar un encendido discurso de pol¨ªtica aut¨®ctona. ¡°La situaci¨®n de injusticia persiste y el ejercicio de la democracia en nuestro pa¨ªs sigue comprometido¡±, dijo en relaci¨®n con los l¨ªderes independentistas presos. Un a?o antes, Torra hab¨ªa dicho a los c¨®nsules que no renunciar¨ªa al derecho a la autodeterminaci¨®n y que contaba con ellos para defender que ¡°en Catalu?a, el concepto de rep¨²blica es sin¨®nimo de libertad¡±.

¡°Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil ser c¨®nsul en Barcelona¡±, denuncia un diplom¨¢tico

En 2017, el entonces presidente Carles Puigdemont asegur¨® al cuerpo consular que el Govern iba a superar las ¡°dificultades¡± que vinieran en torno al refer¨¦ndum ilegal del 1-O, que deriv¨® en su huida de la justicia espa?ola a B¨¦lgica. Un a?o antes, Puigdemont lleg¨® a afirmar ante diplom¨¢ticos que ¡°dentro de unos meses¡± Barcelona ser¨ªa capital de un Estado.

La mayor¨ªa de los c¨®nsules acreditados en la ciudad de Barcelona ¡ª41 de carrera y 54 honorarios, seg¨²n los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores¡ª declinaron ser citados en este art¨ªculo alegando un deseo de privacidad diplom¨¢tica. Varios de ellos, sin embargo, hablaron en condici¨®n de anonimato o derivaron a sus embajadas en Madrid.

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Una de las excepciones fue el c¨®nsul alem¨¢n, Peter Rondorf. ¡°Las empresas requieren un marco legal estable. Sin duda, la incertidumbre pol¨ªtica conlleva consecuencias econ¨®micas negativas¡±, afirma sobre el debate independentista, que ha rechazado p¨²blicamente.

Pese a que pr¨¢cticamente ning¨²n pa¨ªs reconoci¨® en 2017 la declaraci¨®n unilateral de secesi¨®n de Catalu?a, el proc¨¦s ha hecho que muchos diplom¨¢ticos en Barcelona se hayan sentido atrapados en una pugna. Algunos se quejan de temer ser utilizados por la Generalitat o acusan a Exteriores de querer acotarles.

Los c¨®nsules tienen funciones sobre todo administrativas, como ayudar a sus compatriotas con tr¨¢mites diversos. Las relaciones pol¨ªticas recaen en las embajadas. Pero no es inusual que los c¨®nsules tengan contacto con la clase pol¨ªtica o empresarial local, una potestad que la Generalitat ha tratado de explotar y que el Gobierno ha seguido con recelo.

Como decano del cuerpo consular en Barcelona, que agrupa a todo el colectivo diplom¨¢tico, el brit¨¢nico Lloyd Milen coordina encuentros con entidades pol¨ªticas, empresariales o culturales. ¡°Todos somos profesionales. Entendemos nuestro papel¡±, dice el c¨®nsul. Junto a buena parte de sus colegas diplom¨¢ticos se reuni¨® en abril con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que el a?o pasado rebati¨® las afirmaciones que hizo el president Torra ante los c¨®nsules. Pero en la cita, afirma Milen, no recibieron directrices. El propio Borrell neg¨® que hablaran sobre la cuesti¨®n independentista.

El ¡®proc¨¦s¡¯ ha hecho que se hayan sentido atrapados en una pugna pol¨ªtica

Fuentes del Ministerio de Exteriores tildan de ¡°fluida¡± la relaci¨®n con los c¨®nsules en Barcelona, pero recuerdan que son las embajadas las encargadas de la relaci¨®n pol¨ªtica. A¨²n as¨ª, el consejero de Acci¨®n Exterior de la Generalitat, Alfred Bosch, se reuni¨® con 11 c¨®nsules entre enero y abril de este a?o, seg¨²n un portavoz de su departamento, que califica los contactos de ¡°regulares y p¨²blicos¡±, pero declina valorar la relaci¨®n con el ministerio.

¡°Tenemos algo de desconfianza con la Generalitat si siempre hay asuntos pol¨ªticos relacionados con cualquier evento¡±, lamenta un diplom¨¢tico de un pa¨ªs de la UE en Barcelona que declina ser identificado.

El diplom¨¢tico sostiene que las multinacionales con inversiones siguen en Catalu?a porque ¡°no ven probable una secesi¨®n¡±. Y hace suya la frase de Jean-Claude Juncker, el presidente saliente de la Comisi¨®n Europea, al afirmar: ¡°Ning¨²n pa¨ªs de la UE reconocer¨ªa una Catalu?a independiente porque no queremos una UE de 98 regiones¡±.

¡°Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil ser c¨®nsul en Barcelona¡±, denuncia otro diplom¨¢tico, que tambi¨¦n solicita el anonimato. Acusa al Ministerio de Exteriores de presionar y tratar de influir al cuerpo consular para que ¡°hagan solo visados¡± y no tengan contactos pol¨ªticos, pero defiende que su funci¨®n es hablar con todo el arco pol¨ªtico y atraer inversiones. El diplom¨¢tico asegura aceptar solo una de cada 15 invitaciones de la Generalitat, pero esgrime que, por cortes¨ªa, se deben escuchar discursos que quiz¨¢ no gusten, como ocurre en otros pa¨ªses.

Seg¨²n el diplom¨¢tico, los cinco ceses de c¨®nsules honorarios ¡ªque son ciudadanos corrientes¡ª han tensionado a la comunidad consular en Barcelona. El ¨²ltimo fue el de Grecia, Fernando Turr¨®, quien el pasado octubre fue destituido, a petici¨®n del Ejecutivo socialista, tras acudir a una manifestaci¨®n con una camiseta con la estelada, la bandera independentista. Los otros cuatro ¡ªLetonia, Filipinas, Bulgaria y Finlandia¡ª fueron cesados durante el Gobierno del PP por ser considerados afines al soberanismo.

Albert Ginjaume, el exrepresentante finland¨¦s, dice que todav¨ªa no sabe por qu¨¦ fue destituido en febrero de 2018, aunque sospecha que fue por organizar, como secretario del cuerpo consular, un almuerzo con Merc¨¨ Conesa, del Partit Dem¨°crata Europeu Catal¨¤ (PDeCAT). Conesa ejerc¨ªa entonces como presidenta de la Diputaci¨®n de Barcelona y como alcaldesa de Sant Cugat del Vall¨¨s, feudo hist¨®rico del nacionalismo catal¨¢n.

Ginjaume niega haberse posicionado pol¨ªticamente y, tras su cese, fue respaldado por escrito por la ejecutiva de todos los c¨®nsules. ¡°Lo que pensemos cada uno de los c¨®nsules honorarios al Estado espa?ol le preocupa relativamente poco. Le preocupa mucho que nuestra manera de pensar y lo que podamos hacer influya a los c¨®nsules de carrera¡±, opina.