La importancia de los colegios profesionales
Estas profesiones han trabajado conjuntamente para defender los intereses propios y de la sociedad frente a los abusos de los poderes p¨²blicos
Hist¨®ricamente han existido profesiones cuyo ejercicio ha tenido una proyecci¨®n social innegable, relacionadas con valores superiores como la salud, la integridad o la justicia, que deben primar y protegerse frente a connotaciones m¨¢s econ¨®micas y especulativas. Desde sus or¨ªgenes gremiales, estas profesiones han trabajado conjuntamente para defender los intereses propios y de la sociedad frente a los abusos de los poderes p¨²blicos, tanto en sus formas absolutistas como liberales, habiendo luchado y ganado fuerza de manera progresiva con el paso de los a?os y jugando un papel importante en la configuraci¨®n moderna del Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho.
Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX que los gremios empezaron a organizarse como colegios profesionales, constituyendo en la actualidad instituciones de la sociedad civil independientes que tienen la esencial finalidad de velar para que la prestaci¨®n de sus servicios responda a las necesidades de la sociedad.
Los colegios profesionales fueron definidos por la Ley de 1974 como corporaciones de derecho p¨²blico con personalidad jur¨ªdica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. Posteriormente, nuestra Constituci¨®n Espa?ola los previ¨® de manera espec¨ªfica en su art¨ªculo 36, y fueron considerados por el Tribunal Constitucional como ¡°otra forma de actuaci¨®n social y colectiva compatible con la estatal y los diversos poderes y funciones¡±. En la actualidad, han devenido necesarios al ir m¨¢s all¨¢ de las cuestiones meramente econ¨®micas de las profesiones, por ello merecen un trato diferenciado y espec¨ªfico que atienda a la importancia real de sus funciones, as¨ª como al papel tan relevante que aportan para la evoluci¨®n del pa¨ªs y de Europa.
La vigilancia que a trav¨¦s de estas Corporaciones se hace del ejercicio de la profesi¨®n resulta imprescindible, puesto que los valores superiores de innegable proyecci¨®n social con los que se trabaja exigen el cumplimiento no solo de una lex artis, sino tambi¨¦n la observancia de una serie de normas deontol¨®gicas, ¨¦ticas y morales. En el caso de la Abogac¨ªa, el deber deontol¨®gico resulta evidente, por cuanto se ha de garantizar el cumplimiento de la confidencialidad profesional para que no se produzca ning¨²n tipo de indefensi¨®n, teniendo los Colegios Profesionales la potestad de sancionar y corregir disciplinariamente a sus colegiados y colegiadas para asegurar que el ejercicio de la profesi¨®n responda al inter¨¦s general. La obligatoriedad de la colegiaci¨®n en nuestro caso y el sometimiento a una deontolog¨ªa com¨²n son garant¨ªa de independencia y fuerza para el abogado y para el profesional que, a veces demasiado aislado, se tiene que enfrentar a los poderes p¨²blicos.
Resulta asimismo imprescindible destacar la labor de vigilancia que ejercen los colegios frente al intrusismo profesional el cual, en aras a proteger un bien jur¨ªdico de relevancia constitucional, supone un delito sancionado en el art. 403 de nuestro C¨®digo Penal.
Hoy por hoy, los Colegios Profesionales son aut¨¦nticos lobbies cuya fuerza y capacidad de influencia en la vida p¨²blica no deben obviarse, pues a trav¨¦s de la presi¨®n ejercida por los mismos en defensa de los leg¨ªtimos intereses de su colectivo, se han convertido en agentes indispensables que act¨²an como un engranaje que despliega enriquecedores canales de participaci¨®n entre la sociedad civil y los poderes p¨²blicos.
Teniendo en cuenta la labor desarrollada por determinadas profesiones, defendemos la necesidad de articular todos esos valores y acciones transformadoras de la sociedad a trav¨¦s de una instituci¨®n de colegiaci¨®n obligatoria, capaz de actuar como un verdadero grupo de presi¨®n que trabaje por los intereses de las profesiones y en beneficio de la ciudadan¨ªa, y que por imperativo legal sea p¨²blico, democr¨¢tico y transparente. S¨®lo as¨ª podemos garantizar un Estado justo y participativo.?
Maria Eug¨¨nia Gay es?presidenta de la Associaci¨® Intercol¡¤legial de Col¡¤legis Professionals de Catalunya?y decana del Col¡¤legi d'Advocats de Barcelona.
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