No simplifiquemos un tema complejo

En los ¨²ltimos meses las cuestiones relativas a la seguridad urbana est¨¢n polarizando el debate ciudadano. Es siempre un tema con un elevado impacto emocional que exige, para ser abordado correctamente, un an¨¢lisis sereno. Estamos ante una cuesti¨®n compleja en la que confluyen muchas coordenadas. Cuando discutimos el tema en el movimiento vecinal, se constata de entrada que bajo una misma etiqueta tienden a englobarse tanto problemas que podr¨ªamos considerar relacionados con alg¨²n tipo de violencia (integridad f¨ªsica, robos...) como lo que constituyen alteraciones de la convivencia relacionadas con el uso del espacio p¨²blico (ruidos, veh¨ªculos, perros...). Hay problem¨¢ticas muy distintas en los diversos barrios de la ciudad que una visi¨®n simplista tiende a reducir a una demanda de una actuaci¨®n policial m¨¢s contundente.

Esta misma complejidad se advierte cuando se analizan los procesos que han dado lugar a alguno de los problemas m¨¢s publicitados. Recurrimos a algunos ejemplos que esperamos que permitan captar esta complejidad. Por ejemplo, el de los ¡°narcopisos¡± y la situaci¨®n de violencia que experimenta un sector del barrio del Raval. Hay aqu¨ª redes delictivas, pero tambi¨¦n una degradaci¨®n urban¨ªstica propiciada por especuladores interesados en vaciar el barrio, un cierto tipo de turismo de consumo, una insuficiente pol¨ªtica de atenci¨®n a las drogodependencias, una acumulaci¨®n de pobreza y, durante a?os, una actuaci¨®n policial invisible.

Con otros componentes, esta variedad de elementos aparece en todos los espacios de conflicto. En muchos casos, el aumento de robos y problemas de convivencia coincide con los espacios de turismo masivo. Son un coste social (o una externalidad negativa) asociada a un determinado modelo de negocio. La globalizaci¨®n y el transporte barato favorecen que todo fluya. Tambi¨¦n la delincuencia. Las ocupaciones de pisos en algunos barrios son obra de peque?as mafias, pero tambi¨¦n un subproducto de la crisis ocupacional y de la actuaci¨®n del sector financiero que primero expropi¨® masivamente pero despu¨¦s se ha despreocupado de la gesti¨®n de ¡°su¡± parque de viviendas. El top manta satura algunos espacios p¨²blicos, pero es un resultado directo de una pol¨ªtica migratoria que deja sin alternativas a muchas personas. Muchos de los insoportables problemas de convivencia tienen que ver con comportamientos individualistas propiciados por un consumismo de espejismo irresponsable. Al mismo tiempo que la sociedad patriarcal dominante propicia el enquistamiento de la violencia y las agresiones sexuales.

Queremos poner en evidencia que detr¨¢s de todos los problemas hay un c¨²mulo de factores que los generan ¡ªlas causas de las causas¡ª. Y por ello consideramos que cada tema debe ser abordado en su complejidad por pol¨ªticas transversales y complejas. Y es necesario priorizar la intervenci¨®n en las cuestiones m¨¢s graves. Y saber elegir el conjunto de medidas m¨¢s adecuadas. No intervenir ante situaciones graves es irresponsable y puede generar situaciones irresolubles. Pero hacerlo con terapias inadecuadas puede agravarlas. Limitarse a un tratamiento sintom¨¢tico de meras actuaciones represivas, y olvidar la etiolog¨ªa estructural que provoca las patolog¨ªas, conduce a injusticias, y a da?ar la convivencia.

Por esto pedimos que haya acciones policiales bien dise?adas, y en paralelo a actuaciones que permitan establecer los niveles de convivencia deseables y que potencien instrumentos comunitarios para hacerle frente. Estamos ante situaciones que requieren intervenciones intersectoriales, sostenidas en el tiempo, que vayan a la ra¨ªz de los problemas. En los barrios tenemos mucha experiencia en todo esto. No podemos permitir que el ruido del momento nos impida abordar situaciones dif¨ªciles con respuestas compulsivas. Y por esto exigimos que Estado, Generalitat y Ayuntamiento pongan los medios y los procesos adecuados para abordar las causas de las causas de uno de los graves problemas generado por la crisis social en la que estamos inmersos. Sin olvidar que la efectividad de las actuaciones est¨¢ relacionada con propiciar la participaci¨®n ciudadana en su dise?o.

Albert Recio es Vicepresidente de la FAVB