Independentismo en combusti¨®n
Entre septiembre y octubre se abre un escenario con muchos interrogantes. Un buen term¨®metro de la convulsi¨®n ser¨¢ la presencia de l¨ªderes en la Diada
La investidura fallida de Pedro S¨¢nchez hizo aflorar, hace unas semanas y a trav¨¦s del voto, la existencia de distintas sensibilidades en el independentismo. En febrero Esquerra Republicana (ERC) y los exconvergentes se pusieron de acuerdo y contribuyeron junto a la derecha a tumbar los presupuestos pactados por el PSOE y Unidas Podemos, forzando una convocatoria electoral. En cambio, en la sesi¨®n de investidura de julio hubo divisi¨®n entre el voto negativo de los puigdemontistas de Junts per Catalunya y la abstenci¨®n de ERC. En la lucha por la hegemon¨ªa del independentismo, la discrepancia aflora. Y en las pr¨®ximas semanas, el soberanismo ¡ªcon una s¨®lida base del 44% del electorado catal¨¢n¡ª va a acelerar su combusti¨®n permanente, como la zarza ardiente b¨ªblica, a la espera de un Mois¨¦s capaz de hacer una ex¨¦gesis pol¨ªtica que permita salir del laberinto.
El primer pelda?o de esa escalera que pondr¨¢ a prueba al independentismo ser¨¢ la investidura de Pedro S¨¢nchez, en caso de llegar a un acuerdo previo de izquierdas. Que el PSOE encuentre la alianza con Unidas Podemos es una manera de avanzar ¡°a que las condiciones objetivas sean mejores¡±, explica el exdiputado Joan Tard¨¤, quien toma todas las cautelas pues la situaci¨®n actual del escenario pol¨ªtico espa?ol ¡°tiene las connotaciones de un vodevil; las instituciones no est¨¢n en su mejor momento¡±. En cualquier caso, los republicanos buscan avanzar hacia el ¡°di¨¢logo y no el bloqueo¡±. Por eso van a abstenerse si hay acuerdo. En el campo soberanista, hay otras opiniones. JxCat votar¨¢ en contra. La diputada Laura Borr¨¤s explic¨® recientemente est¨¢ divisi¨®n, afirmando que ERC se parece mucho a la vieja Converg¨¨ncia por su idea pragm¨¢tica o inmediatista de la pol¨ªtica.
La lucha por la hegemon¨ªa hace vivir al independentismo bajo la amenaza permanente de la fitna: una divisi¨®n que el Islam ve negativamente porque fractura la comunidad de creyentes pero que en pol¨ªtica puede clarificar el panorama. Y es que entre septiembre y octubre se abre un escenario con muchos interrogantes: el pr¨®logo ser¨¢ la divisi¨®n ante la Diada del 11 de septiembre. Luego, la negociaci¨®n de los presupuestos de la Generalitat para 2020, y despu¨¦s, probablemente, la convocatoria o no de elecciones auton¨®micas anticipadas. Sobre todo ello pesa el enorme cumulonimbo de la sentencia de los l¨ªderes independentistas presos ¡ªprobablemente entre finales de septiembre y mediados de octubre¡ª que proporcionar¨¢ unas tormentosas semanas pol¨ªticas. Se pondr¨¢ a prueba hacia d¨®nde va el barco del independentismo con una tripulaci¨®n cansada de navegar sin rumbo. Todo ello da una oportunidad al tacticismo para situar la ansiada ?taca en las coordenadas que mas convengan para sus inmediatos intereses pol¨ªticos.
Un buen term¨®metro de la convulsi¨®n ser¨¢ la presencia de l¨ªderes pol¨ªticos en la Diada. ¡°El 11 de septiembre hay que ir a manifestarse, pero lo que digo, yo que soy una de las 40 personas del n¨²cleo fundacional de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), es que la ANC est¨¢ perdiendo su papel de galvanizador de la movilizaci¨®n popular para convertirse en un contrapoder¡±, asegura el republicano Tard¨¤. Algunos dirigentes de su partido afirman que no acudir¨¢n a la marcha, pues se sienten cuestionados e insultados por los independentistas m¨¢s puristas ¡ªlos llamados hiperventilados¡ª que les recriminan su tibieza con el espa?olismo y sus pactos y acercamientos al PSC, uno de los partidos anatemizados por apoyar la aplicaci¨®n del 155. La mirada desde el socialismo del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, sit¨²a el conflicto en otra dimensi¨®n: ¡°Formalmente parece que los de ERC sean los m¨¢s negociadores, pero en realidad en Catalu?a hemos pactado m¨¢s Ayuntamientos y diputaciones con JxCat que con los republicanos, que son los m¨¢s cuestionados por el sector m¨¢s radical del independentismo¡±. Tambi¨¦n relativiza la divisi¨®n David Cid, diputado de Catalunya en Com¨², quien afirma que ERC dice tender la mano a socialistas y comunes pero ¡°contin¨²a gobernando la Generalitat con los exconvergentes, porque eso no le desgasta; el independentismo ha cimentado una s¨®lida base electoral que se rige emocionalmente y en la que es anatema pactar el Gobierno de Catalu?a con socialistas o comunes¡±.
Con estos mimbres no resulta f¨¢cil establecer paralelismo en lo que a pactos se refiere entre Barcelona y Madrid. El recorte del gasto aplicado hace unos d¨ªas por el vicepresidente del Gobierno catal¨¢n, el republicano Pere Aragon¨¨s, instado por la Administraci¨®n central para cumplir el objetivo de d¨¦ficit, pone de relieve la fragilidad de una Generalitat que vive con los presupuestos prorrogados desde 2017, que se niega a negociar multilateralmente la nueva financiaci¨®n y que se resiste a incrementar con profundidad impuestos como el de sucesiones para garantizarse ingresos. Todos los partidos, excepto JxCat coinciden en que la legislatura est¨¢ agotada, que deber¨ªan pactarse los presupuestos y luego convocar elecciones auton¨®micas. Hay que capear el temporal de la sentencia y esperar que surjan tal vez nuevos liderazgos capaces de hallar soluciones. Lo parad¨®jico es que tanto Ciudadanos ¡ªprincipal partido en n¨²mero diputados en el Parlament¡ª como el residual PP se encuentren fuera de cualquier f¨®rmula de soluci¨®n por su incapacidad para proponer o llegar a acuerdos m¨¢s all¨¢ de s¨ª mismos.
Sea como fuere, el bot¨®n rojo para convocar elecciones lo tiene el president Quim Torra, quien seg¨²n fuentes de JxCat, parece haberle cogido gusto al cargo. Lo cierto es que para los exconvergentes este no es un buen momento para unos comicios en los que los republicanos tienen la posibilidad de hacerse ¡ªcomo en las generales y municipales¡ª con el liderazgo. JxCat espera su momento y es muy probable que ¨¦ste llegue con la sentencia del proc¨¦s. ¡°Prepar¨¦monos para un oto?o duro y muy caliente¡±, aseguraba uno de los colaboradores de Puigdemont en un grupo de whatsapp de los fieles a Waterloo. Efectivamente, muchos esperan la sentencia para recuperar su parte del pastel pol¨ªtico. No hay que olvidar que en el laberinto independentista, Esquerra es el partido m¨¢s votado, pero Puigdemont es el pol¨ªtico que m¨¢s apoyo logra en las urnas, tal como sucedi¨® en las europeas. Y es que el electorado soberanista es fundamentalmente emocional y parece huir de la felicidad de lo material. Eso da una baza importante a la Crida del expresidente de la Generalitat.
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