Regenerar
Isabel D¨ªaz Ayuso encarna todas las definiciones contrarias a la palabra
El d¨ªa que en clase explicaron el significado de la palabra regenerar, Ignacio Aguado no acudi¨® al colegio. O bien estaba enfermo o bien ten¨ªa un compromiso ineludible con su equipo de waterpolo. As¨ª que cuando el profesor hizo buscar en el diccionario y apunt¨® en la pizarra bien claro el significado, para que a todos se les quedara en la mollera, el hoy l¨ªder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid andaba ausente.
El profesor debi¨® ocuparse de destacar sus dos definiciones principales, seg¨²n el Diccionario de la Real Academia. Regenerar: ¡°Poner una cosa deteriorada o gastada en buen estado¡±. O bien: ¡°Hacer que una persona abandone h¨¢bitos o conductas que se consideran perjudiciales moralmente¡±. Si leemos atentamente y analizamos como Aguado o sus compa?eros de partido utilizan el t¨¦rmino cara a la gesti¨®n pol¨ªtica en Madrid, queda claro que debieron catear en lengua.
Hoy, Aguado est¨¢ a punto de investir como presidenta a Isabel D¨ªaz Ayuso. Ella encarna todas las definiciones contrarias a la palabra regenerar. Proviene de la cepa aguirrista, ese tufo que contamin¨® cualquier sin¨®nimo de honradez en la pol¨ªtica madrile?a con casos de corrupci¨®n probados y sentenciados. Aquello s¨ª que era una banda con un plan, Rivera. Se afianz¨® como joven valor en el entorno de Cristina Cifuentes, una l¨ªder capaz de destrozar cualquier resto de honorabilidad que pudiera tener el sistema universitario con un m¨¢ster ama?ado. Hoy, sin estrenarse, D¨ªaz Ayuso se enfrenta ya de salida a un caso de corrupci¨®n para cerciorar ese apego constante por el chanchullo, tan genuino en el PP.
Adem¨¢s, Aguado se ha tirado en los brazos de Vox despu¨¦s de fingir un t¨ªmido reparo con pose. Lo que ¨¦l considera regeneraci¨®n cuadra, al parecer, con un sesgo supremacista, excluyente y cavernario. Basado en una reivindicaci¨®n de los peores vientos fascistas que asolan Europa con tinte ca?¨ª. He ah¨ª, su concepci¨®n del centro pol¨ªtico desde los extremos: el de conseguir el poder a toda costa en brazos del dogmatismo filofranquista.
En el delirio dentro del que se ha instalado Ciudadanos, ellos ven conspiraciones de C¨®digo da Vinci donde la mayor¨ªa de los espa?oles, aquejados de una extra?a fiebre de sentido com¨²n, buscan salidas pactadas que empujen al pa¨ªs hacia pol¨ªticas de progreso. Donde la guardia pretoriana y clonada de Rivera y Arrimadas percibe traidores a Espa?a, una nada despreciable mayor¨ªa desea avanzar en busca de conquistas sociales y decencia: un t¨¦rmino que s¨ª, efectivamente, tiene mucho que ver con el verbo regenerar.
El lun¨¢tico equilibrismo de Ciudadanos para la involuci¨®n como estrategia y fin resultar¨ªa de risa sino acarreara como arma la mentira vestida con mensajes de marketing machacones. Pero, al contrario de Goebbels, la pe?a es consciente de que una patra?a, por m¨¢s que se repita, no se transforma en verdad, sino en mero rid¨ªculo. Si la verdadera regeneraci¨®n existe, es algo que se encuentra en las ant¨ªpodas del camino por el que transitan decididos, juntos y de la mano PP, Vox y el partido de Aguado.
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