Los 700 muertos olvidados de Montcada i Reixac

El cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona) tiene un peque?o parterre de c¨¦sped donde crecen una palmera y tres arbustos ornamentales. El parterre est¨¢ empotrado entre paredes de nichos y sirve para aparcar las herramientas del encargado del cementerio. Este rinc¨®n ajardinado pasa desapercibido, sin ninguna se?al que indique que bajo tierra hay unos 700 cad¨¢veres no identificados, personas ejecutadas entre julio de 1936 y abril de 1937.

En el cementerio de Montcada fueron asesinadas cerca de 1.300 personas por ser consideradas afines al alzamiento militar contra la Rep¨²blica, muertas en su gran mayor¨ªa por patrullas de la CNT-FAI. Es la fosa m¨¢s grande de la violencia en la retaguardia republicana en Catalu?a. Las autoridades franquistas exhumaron unos 1.200 cad¨¢veres en Montcada; de estos, aproximadamente 700 no fueron identificados. El n¨²mero de v¨ªctimas ser¨ªa m¨¢s elevado porque parte de los ejecutados eran posteriormente incinerados en los hornos de la vecina cementera Asland, explican los investigadores locales Ricard Ramos y Josep Bacardit en el libro 940 d¨ªas. La guerra civil en Montcada i Reixac.

Los asesinatos durante la Guerra Civil en la Catalu?a republicana ascendieron a 8.352, seg¨²n los datos del Memorial Democr¨¢tico de la Generalitat. A partir de 1939, los tribunales militares franquistas sentenciaron a muerte en Catalu?a 3.358 personas ¨Ccifra contabilizada por el Archivo Nacional de Catalu?a. El Ayuntamiento de Barcelona instal¨® este a?o en el F¨°rum un mural en recuerdo de las 1.686 personas fusiladas por el franquismo en este punto del litoral compartido con Sant Adri¨¤ de Bes¨°s. Estas v¨ªctimas est¨¢n enterradas en la fosa de Montju?c.

En el cementerio de Montcada no hay ning¨²n elemento informativo ni se?alizaci¨®n que indique que hay una fosa de la Guerra Civil. En un muro hay una placa de piedra en un p¨¦simo estado, de 1943, en la que a duras penas puede leerse un tributo a 23 vecinos de Batea (Tarragona) ¡°transportados y vilmente asesinados el 27 de octubre de 1936 en este cementerio¡±. El cementerio tiene un monumento perfectamente conservado dedicado a cinco militares sublevados y fusilados en la zona, una l¨ªnea de l¨¢pidas de 21 vecinos de Montcada que fueron ejecutados en otras comarcas, y tambi¨¦n una columna dedicada a 20 partidarios carlistas del golpe de Estado.

La ley catalana de 2009 de localizaci¨®n e identificaci¨®n de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura obliga a preservar la memoria de las v¨ªctimas de los dos bandos: ¡°El Gobierno de la Generalitat ha de impulsar un protocolo de actuaci¨®n para dignificar las fosas comunes en los cementerios municipales y destinar los recursos necesarios para llevar a cabo este protocolo, si es necesario, con la colaboraci¨®n de los ayuntamientos respectivos¡±. El Ayuntamiento de Montcada confirma que no ha habido nunca ning¨²n plan para instalar placa informativa o conmemorativa alguna. Ramos explica que el ¨²nico intento de establecer un monumento fue por parte de Falange, en los inicios de la posguerra, aunque no se lleg¨® a materializar. Ramos estima que los actos propagand¨ªsticos del franquismo en el cementerio de Montcada dejaron de celebrarse unos diez a?os despu¨¦s del conflicto militar.

La Direcci¨®n General de Memoria Democr¨¢tica de la Generalitat informa que en 2019 no est¨¢ prevista ninguna intervenci¨®n en la fosa del cementerio de Montcada. Por lo que respecta a la posibilidad de exhumar los cad¨¢veres sin identificar en Montcada, el Departamento de Justicia del gobierno catal¨¢n recuerda que ¡°se establece la apertura de nuevas fosas a partir de criterios t¨¦cnicos, como las peticiones de familiares, los hallazgos de restos en superficie o el grado de documentaci¨®n de la existencia de una fosa¡±. En Catalu?a, seg¨²n la Generalitat, hay m¨¢s de 500 fosas con cerca de 20.000 personas enterradas, la gran mayor¨ªa combatientes del ej¨¦rcito republicano. El Departamento de Justicia destaca que en 2017 se inaugur¨® en el Parque de Collserola (Barcelona) un homenaje al periodista Josep Maria Planas, muerto en 1936 por un pelot¨®n de la FAI. En la Fatarella (Tarragona) se descubri¨® en 2017 una placa dedicada a 34 campesinos tambi¨¦n asesinados por la FAI. En el cementerio de Lleida se inaugur¨® en 2010 un monumento a las personas asesinadas por el franquismo pero tambi¨¦n en el bando republicano.

Los catedr¨¢ticos de Historia Contempor¨¢nea Joan Villarroya y Josep Maria Sol¨¦ i Sabat¨¦, en el libro Viol¨¨ncia i repressi¨® a la rereguarda catalana (1936-1939), argumentan las razones de la especial violencia de la CNT-FAI en Montcada: ¡°Los pelotones de los comit¨¦s de Montcada, Cerdanyola y Ripollet, formados al abrigo de las f¨¢bricas de Asland en Montcada y la Uralita de Cerdanyola¡±, fueron represaliados tras el alzamiento anarquista de 1933 en Ripollet, un hecho que ¡°profundiz¨® todav¨ªa m¨¢s las diferencias pol¨ªticas¡±. Una veintena de los ejecutados en el cementerio eran vecinos de Montcada, dice Ramos, mientras que el resto proced¨ªa de toda Catalu?a. Ramos subraya que aquellos hechos supusieron un trauma en Montcada, por la participaci¨®n de gente del pueblo, por ¡°la complicidad de la mayor¨ªa de obreros anarquistas de la Asland¡± y porque los m¨¢s viejos recuerdan ¡°c¨®mo contaban los muertos por los tiros de gracia de madrugada¡±.

Los ejecutados en Montcada eran principalmente religiosos y hombres de la Lliga, el partido del catalanismo moderado de Francesc Camb¨®, pero tambi¨¦n empresarios, propietarios agr¨ªcolas, abogados, farmac¨¦uticos o comerciantes. La Generalitat promovi¨® en abril de 10937 un tribunal especial para esclarecer los hechos y perseguir a los autores de aquella violencia. Bajo el liderazgo del juez Josep Maria Bertran de Quintana se abrieron 17 fosas y se localizaron 2.073 cad¨¢veres, ¡°unos 1.600¡± en Montcada, apuntaba un informe de Bertran de noviembre de 1937. Bertran solo exhum¨® 450 cad¨¢veres en Montcada y las autoridades franquistas continuaron con el trabajo a partir de 1940.

Fusilados no identificados

Vilarroya y Sol¨¦ i Sabat¨¦ recogieron algunas de las descripciones judiciales que se realizaron de los cad¨¢veres exhumados para poder identificarlos a partir de los datos que enviaban familiares, como es el caso de Josep Bardella Paul, oriundo de Sant Sadurn¨ª d'Anoia: ¡°Un pa?uelo con las iniciales A. B. Otro pa?uelo con las mismas iniciales; un l¨¢piz de madera con las letras 'Empre buenas cosechas'; una caja de cerillas de cinco c¨¦ntimos; una peseta de plata; tres calique?os y medio¡±. Las iniciales A. B. podr¨ªan responder a las de su hermano Antoni Bardella, exconcejal de la Lliga y comerciante que fue ejecutado en julio de 1936 en Vallirana.

La mayor¨ªa de fusilados en Montcada no fueron identificados y volvieron a ser inhumados. Es el caso de los despojos de una mujer, la descripci¨®n de la cual aparece transcrita en la obra de Villarroya y Sol¨¦ i Sabat¨¦: ¡°Estuche de cuero marr¨®n nuevo y sin lentes; dos pa?uelos blancos muy usados sin iniciales; una goma de borrar l¨¢piz; un estuche para guardar agujas de coser de pasta amarilla y morada; un l¨¢piz de madera; todo esto mencionado se encontraba en el cad¨¢ver de una mujer de unos 35 a 40 a?os que llevaba un vestido oscuro estampado¡±.