Agosto visto por un replicante
La impresi¨®n general es que una de las principales consecuencias de la d¨¦cada de crisis que hemos vivido es el descalabro del principio de representaci¨®n pol¨ªtica.
Agosto se presta, si uno es disciplinado, a la opci¨®n italiana de la ¡°slow life¡±, vida lenta, y ello permite observar m¨¢s tranquilamente algunas cosas que pasan. No es que solo pasen en agosto, pero en estos d¨ªas uno puede prestar m¨¢s atenci¨®n a ellas. La impresi¨®n general es que una de las principales consecuencias de la d¨¦cada de crisis que hemos vivido es el descalabro del principio de representaci¨®n pol¨ªtica. Esto es, la diversidad de mecanismos que vinculan sociedad e instituciones, es decir partidos, sindicatos, parlamentos, gobiernos. Agosto nos adormece bastante, y parece que nos da bastante igual que si hay nuevas elecciones, ser¨¢n las cuartas en cuatro a?os. ?Qui¨¦n no ha aprendido nada en cuatro a?os? ?Los votantes? ?los partidos pol¨ªticos?. ?O ni unos ni otros?
Tomemos como ejemplo la crisis del Open Arms. Era bastante obvio que la escala de opciones se iba reduciendo por horas, ni siquiera d¨ªas. Pero Salvini la enfoc¨® como una supuesta oportunidad electoral. Mal, muy mal, pero Salvini tiene su p¨²blico. Conte, el jefe de Gobierno, se ha redimido, tarde, haciendo lo obvio, que es poner en su sitio a Salvini desde el primer d¨ªa. En r¨¦gimen parlamentario, el Jefe de Gobierno manda, y los ministros obedecen o dimiten o son destituidos.
Pero en cuesti¨®n de horas, no de semanas. Por suerte, lo que queda del estado de derecho y de la separaci¨®n de poderes en Italia ha intervenido ¡ªcuando ha sido posible¡ª para acoger en aguas italianas al barco, y desembarcar algo m¨¢s tarde a los desgraciados que iban a bordo. En el caso espa?ol, los miembros del Gobierno han hablado poco, decidido poqu¨ªsimo, y todo a trancas y barrancas. Las evasivas del se?or ?balos, o las desafortunadas declaraciones de tal o cual ministra diciendo cosas como que el Open Arms no tiene ¡°permiso para socorrer n¨¢ufragos¡± son para echar a correr. La conclusi¨®n de tal tonter¨ªa ser¨ªa que todo barco navegando en alta mar no deber¨ªa en ning¨²n caso socorrer a n¨¢ufragos de no tener el supuesto permiso en regla, permiso que otorga ?qu¨¦ autoridad internacional?¡ Mientras, un se?or diputado de Cs, que se llama De Quinto, dice en las redes que los n¨¢ufragos est¨¢n ¡°bien comidos¡±. Y cuando alguien se lo recrimina en las mismas redes, responde muy ofendido ¡°?acaso te he insultado yo, imb¨¦cil?¡±. Lo m¨¢s surrealista es que este se?or no es en absoluto consciente de que es el quien ha insultado gravemente a los n¨¢ufragos, ha escupido sobre su dignidad, y todo ello¡ ?Para qu¨¦?. Todo ello para hacerse el gracioso a costa de terceros en situaci¨®n de total desamparo.
Pero no nos dejemos agobiar por este tipo de noticias tan desagradables. En paralelo hemos visto y sabido cosas que el replicante de Blade Runner no creer¨ªa. El primer ministro brit¨¢nico con un pie sobre la mesa en la noble sala del El¨ªseo, donde le recibe el presidente Macron. ?Uno se imagina a De Gaulle recibiendo a Mac Millan, mientras este pone su pie en una sala donde el menor mueble debe de ser de cuando Luis XVI? Hemos visto a Donald Trump encaprich¨¢ndose de Groenlandia, afirmar que la quiere comprar, y ofenderse porque el Gobierno de Dinamarca, y el de Groenlandia, le dicen ¡ªeducadamente¡ª que no. Y en este caso, no es no.
Una ¨²ltima reflexi¨®n sobre los ¡°desaparecidos en combate¡±¡ Este mes de agosto ha visto al se?or Rivera menguar y menguar en su hiperactividad pol¨ªtica, quiz¨¢ est¨¦ reflexionando sobre la reprimenda de alguno de sus mentores iniciales. O sobre las razones de algunas dimisiones, y de gente con talento, en su c¨ªrculo m¨¢s cercano. Tambi¨¦n estamos echando de menos a In¨¦s Arrimadas, que en Catalu?a demostr¨® en su d¨ªa una fuerza pol¨ªtica que la llev¨® a liderar el primer grupo parlamentario del Parlament. Y que al dejarse ¡°invitar¡± a seguir a su l¨ªder al Congreso de los diputados, se ha ido diluyendo como una acuarela desaguada¡ ?Qu¨¦ desperdicio! Y en este cap¨ªtulo de pol¨ªticos menguantes, en esta segunda mitad de agosto el l¨ªder de Podemos se ha ido atrincherando en un espeso silencio.
Si vamos a elecciones, queda dicho que ser¨¢n las cuartas en cuatro a?os, cada cual deber¨¢ sacar sus conclusiones sobre lo sucedido desde la ¨²ltima vez. Ah, y hablando de ¡°desaparecidos en combate¡± no olvidemos a los h¨¦roes de Waterloo, Puigdemont y Com¨ªn, que llegados al borde del precipicio parecen seguir decididos a dar un ¨²ltimo paso al frente.
Pere Vilanova, Catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica (UB)
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