¡°Capote me inspir¨® para arrancar un reportaje sobre la reconversi¨®n de Sagunto¡±
El escritor Ferran Torrent ha elegido el cl¨¢sico de Truman Capote y afirma que se quedar¨ªa a vivir en cualquier libro "cuya acci¨®n transcurra entre la Revoluci¨®n sovi¨¦tica y el Mayo franc¨¦s"
El novelista Ferran Torrent (1951, Sedav¨ª) nos cita en una c¨¦ntrica librer¨ªa valenciana. Aprovecha para recoger all¨ª un encargo; se trata de cinco novelas policiacas que le acompa?ar¨¢n durante el periodo estival y se sumar¨¢n a los cientos de ejemplares -ignora la cifra exacta- que pueblan las estanter¨ªas, mesas y vitrinas de su hogar. Si tuviera que elegir un libro donde quedarse a vivir no lo duda: ¡°Cualquiera cuya acci¨®n transcurra entre la Revoluci¨®n sovi¨¦tica y el Mayo franc¨¦s¡±. Nos cuenta por qu¨¦ ha seleccionado para esta entrevista el cl¨¢sico de Truman Capote A sangre fr¨ªa. ?l lo ley¨® en una edici¨®n en catal¨¢n de 1966 (Editorial Proa) y destaca su primer p¨¢rrafo. Sepamos la causa.
Pregunta. ?Por qu¨¦ A sangre fr¨ªa y por qu¨¦ ese primer p¨¢rrafo que dice as¨ª: ¡°El poble de Holcomb es troba en una alta plan¨²ria semblada de blat, a l¡¯oest de Kansas, una solit¨¤ria regi¨® que els altres ve?ns de l¡¯Estat en diuen 'cap enll¨¤'".
Respuesta. Porque me sirvi¨® de inspiraci¨®n para arrancar mi primer reportaje. La revista El Temps me hab¨ªa encargado escribir sobre la reconversi¨®n sider¨²rgica de Sagunto. No sab¨ªa por d¨®nde empezar, pero ten¨ªa claro que quer¨ªa hacer algo con revestimiento literario. Entonces, deb¨ªa ser en 1984, record¨¦ que hab¨ªa le¨ªdo la novela de Capote. La busqu¨¦ en las estanter¨ªas y ese primer p¨¢rrafo me inspir¨®. Recuerdo que pens¨¦: ?Qu¨¦ mejor manera de empezar que hacerlo de la mano de un maestro como Capote?? Tengo que decirte que mis inicios como reportero fueron bastante accidentados.
P. ?Y eso? Usted parece un hombre curtido en mil batallas.
R. Mira, consegu¨ª una entrevista en exclusiva con el embajador de Nicaragua que estaba de paso por Valencia. Acud¨ª a su hotel y tuvimos una larga charla. Cuando regres¨¦ a la redacci¨®n de El Temps, la grabadora no hab¨ªa registrado una sola de sus palabras. No hubo entrevista.
P. Han pasado 35 a?os. ?Ha rele¨ªdo la novela de Capote?
R. S¨ª. Con las relecturas captas puntos nuevos, obtienes diferentes visiones. Al final, yo creo que leer es un estado de ¨¢nimo, ?no? El cincuenta por cien de mis lecturas son relecturas. Desde hace un tiempo separo aquellos libros que me gustan para tenerlos a mano cuando me apetece releerlos. Eso no quita para que tambi¨¦n me guste mucho leer a autores nuevos y desconocidos.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le impacto de A sangre fr¨ªa ?
R. Cuando acab¨¦ de leerla pens¨¦: el puto cabr¨®n este [Capote], ?qu¨¦ bien lo ha contado! Sent¨ª rabia, una rabia sana, pero rabia. Ya era consciente de lo dif¨ªcil que era hacer un buen reportaje, y Truman Capote hab¨ªa hecho una novela-reportaje. Me fascin¨®, en aquel momento, la estructura de la novela, la forma en que Capote relataba los hechos.
P. ?A qui¨¦n recomendar¨ªa su lectura?
R. Creo que A sangre fr¨ªa es una novela que satisface al lector m¨¢s exigente y tambi¨¦n al menos exigente. Me parece recomendable para aquellos lectores interesados en sucesos reales; es interesante conocer bien el suceso, los hechos que se narran, para poder valorar la novela.
P. ?Ha visto las pel¨ªculas inspiradas en la novela de Capote? ?Qu¨¦ prefiere, leer primero y ver despu¨¦s, o al rev¨¦s?
R. He visto dos versiones; una muy antigua, en blanco y negro, si no recuerdo mal. Yo prefiero leer primero la novela, pero tambi¨¦n me ha sucedido, a veces, que tras ver una pel¨ªcula y saber que estaba basada en un libro, he ido a comprarlo.
P. ?C¨®mo y cu¨¢ndo descubri¨® el placer de leer?
R. De ni?o. Yo estudiaba en el colegio de los Jesuitas y all¨ª exist¨ªa lo que llam¨¢bamos ¡°la brigada¡±; consist¨ªa en un aula donde, despu¨¦s de comer, nos reun¨ªan a los alumnos y un padre nos le¨ªa durante una hora. ?Sabes lo que pasaba? Que cada d¨ªa era un padre diferente y, por lo general, cada uno eleg¨ªa un libro distinto, as¨ª que te quedabas con las ganas de saber el desenlace de La isla del tesoro, de Moby-Dick o de las aventuras del Padre Brown. Yo llegaba a casa y dec¨ªa que quer¨ªa esos libros para saber c¨®mo terminaban.
Tambi¨¦n, en los cumplea?os, regalaba libros a mis amigos m¨¢s cercanos. Sab¨ªa que eso les fastidiaba porque un libro, para ellos, no era el mejor regalo; y sab¨ªa que luego, para mi cumplea?os, ellos har¨ªan lo propio, tambi¨¦n para fastidiarme. Pero para m¨ª ?era el mejor regalo!
P. ?Qu¨¦ le pide a un libro?
R. Una conjunci¨®n de satisfacciones: que me entretenga, que no me insulte literariamente, que me aporte conocimientos para entender y comprender. Mis obras favoritas son ensayos y novelas relacionadas con el siglo XX.
P. ?D¨®nde y cu¨¢ndo le gusta leer si puede elegir?
R. Tengo costumbres muy british: me gusta cenar temprano y despu¨¦s, si no hay ninguna serie o documental que me interese, me pongo a leer. Siempre leo en la cama, durante dos o tres horas, con peque?os descansos para estirar la espalda.
Mis momentos de lectura favoritos, que recuerdo perfectamente, han sido en Nochevieja. Desde hace unos a?os la celebro as¨ª: por la tarde salgo a comprar algo de cena fr¨ªa, una botella de vino y un libro. No apago la luz hasta que lo termino.
P. ?Cu¨¢ntos libros tiene en su biblioteca?
R. ?Ni lo s¨¦! Los tengo desperdigados. T¨² entras en mi casa y ves libros por todos lados: en las estanter¨ªas, en las mesas, en las vitrinas, en las mesillas de noche. Ahora quiero hacer una selecci¨®n para regalar ejemplares al casino de mi pueblo.
P. Y ?cu¨¢ntos incorpora nuevos al a?o?
R. Tampoco lo s¨¦. Ahora, ya lo has visto, acabo de comprar cinco para tener lectura nueva durante el verano. Yo calculo que al a?o comprar¨¦ entre 70 y 100 libros.
P. ?Lee con l¨¢piz para poder subrayar?
R. No, ya no. He subrayado mucho, ?eh?, pero ahora ya no lo hago. Sin embargo, las frases que me interesan se me quedan. A lo mejor olvido al autor, pero la frase, no.
P. ?Se mantiene fiel al formato papel o se ha dejado seducir por formatos electr¨®nicos?
R. ?No, no, no! Sigo leyendo en papel, a pesar de que algunas ediciones, sobre todo las de tapas duras, me resultan inc¨®modas. Me compr¨¦ un dispositivo de libro electr¨®nico y no he sido capaz de habituarme.
P. ?En qu¨¦ libro se quedar¨ªa a vivir?
R. En cualquiera cuya acci¨®n transcurra entre la Revoluci¨®n Sovi¨¦tica y el Mayo franc¨¦s, en aquellos que narran momentos hist¨®ricos interesantes del siglo XX. A m¨ª me hubiera gustado poder narrar desde la trinchera, estar donde se produce la historia. Cuando el golpe de estado del 23-F yo estaba en Frankfurt (Alemania) y pensaba: '?Joder! Ahora que pasa algo interesante, va y me lo pierdo!'.
Hay un libro maravilloso, La noche qued¨® atr¨¢s, de Jan Valtin, que en el momento de su publicaci¨®n, en 1941, fue un best-seller. Es autobiogr¨¢fico y cuando lo le¨ª pens¨¦: '?Lo que ha vivido este t¨ªo!'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.