El nombre de la calle Carlos Maurr¨¢s

En 2017 el Ayuntamiento aprob¨®, a propuesta del Comisionado de Memoria Hist¨®rica, el cambio de denominaci¨®n de 52 calles, sustituyendo nombres de vinculaci¨®n franquista. As¨ª, la del General D¨¢vila ha pasado a ser la calle de Max Aub; la del General Orgaz, de Fortunata y Jacinta; la del General Moscard¨®, calle de Edgar Neville (nada ¡°sospechoso¡± de izquierdismo, por cierto), etc¨¦tera.

No s¨¦ si entre los r¨®tulos que tuvo presentes el dicho Comisionado lleg¨® a estar el nombre de Carlos Maurras, nombre que lleva, nada menos, una bocacalle del Paseo de la Castellana, en Chamart¨ªn. Tal vez por corresponder a un escritor franc¨¦s y no a un general franquista pas¨® inadvertido. Pues, en efecto, Carlos Maurras no es sino Charles Maurras.

El a?o pasado, en Francia, en el Livre des comm¨¦morations nationales 2018, en la lista de las conmemoraciones de ese a?o, junto a la celebraci¨®n del centenario del Armisticio de 1918, del cincuentenario de mayo del 68 y otras muchas se desliz¨® inicialmente el a?o del nacimiento de Charles Maurras, 1868: de ¨¦l se cumpl¨ªan 150.

Se arm¨® un esc¨¢ndalo. La ministra de Cultura, Fran?oise Nyssen, transmiti¨® a la opini¨®n p¨²blica que hab¨ªa ordenado al director de la publicaci¨®n retirar el Livre y reimprimirlo despu¨¦s de haber eliminado la referencia a Maurras.

Aqu¨ª, en cambio, mantenemos la calle a ¨¦l dedicada. No hay, que yo sepa, en toda Francia una ¡°rue Charles Maurras¡±, pero nosotros seguimos tan contentos con 'nuestro' ¡°Carlos Maurr¨¢s¡±. El bautizo de la calle tuvo lugar, al producirse la expansi¨®n del Paseo de la Castellana (esto es, de la ¡°Avenida del General¨ªsimo¡±), el 21 de octubre de 1953. Charles Maurras fue el pensador pol¨ªtico de la extrema derecha francesa m¨¢s destacado de su tiempo: fundador de Action fran?aise, mon¨¢rquico, nacionalista furibundo, antidem¨®crata virulento, antirrevolucionario (?y aqu¨ª antirrevolucionario significa contrario a la Revoluci¨®n Francesa!), antisemita convencido, aunque tambi¨¦n german¨®fobo pugnaz. En estos y parecidos t¨¦rminos lo caracteriz¨® Joaqu¨ªn Leguina en un art¨ªculo de El Pa¨ªs en 1993.

Maurras simpatiz¨® con el r¨¦gimen de Vichy. Despu¨¦s de la guerra fue condenado a cadena perpetua y a degradaci¨®n nacional, lo que supuso su expulsi¨®n de la Acad¨¦mie fran?aise, para la que hab¨ªa sido elegido en 1938. A?o en que, adem¨¢s, hab¨ªa viajado a la Espa?a llamada ¡°nacional¡± y se hab¨ªa entrevistado con Franco en Burgos.

En el aludido art¨ªculo Leguina propon¨ªa ¡°equilibrar¡± el nomencl¨¢tor madrile?o en lo tocante a nombres de escritores franceses dando a sendas v¨ªas, por ejemplo, los de Andr¨¦ Malraux y Albert Camus, ambos, adem¨¢s, con vinculaciones espa?olas, y, dec¨ªa Leguina, de la orilla izquierda. Me parecer¨ªa de perlas. M¨¢s, desde luego, haciendo desaparecer simult¨¢neamente a Carlos Maurras del callejero capitalino. Hay equilibrios imposibles.

Pedro ?lvarez de Miranda es catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y miembro de la RAE