El independentismo busca nuevos liderazgos antes de la sentencia
La Diada, que se celebra este mi¨¦rcoles, ser¨¢ el pistoletazo de salida de la carrera para afrontar la resoluci¨®n sobre el 'proc¨¦s'
El independentismo se prepara para un oto?o caliente, pero la mirada la tiene puesta en un invierno que se prev¨¦ m¨¢s largo y ¨¢spero si cabe. Las dos principales cabezas del movimiento, Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya, est¨¢n dise?ando ya el momento posterior a la sentencia de la causa del proc¨¦s¡ªque prev¨¦n para octubre¡ª y lo hacen con el convencimiento de que habr¨¢ que renovar los liderazgos, ya sea porque sus actuales cabezas visibles quedar¨¢n inhabilitados o encarcelados por un tiempo largo o porque seguir¨¢n huidos de la justicia como es el caso del expresidente Carles Puigdemont.
La Diada, que se celebra este mi¨¦rcoles, ser¨¢ el pistoletazo de salida de la carrera para afrontar la sentencia. El independentismo llega a ella bajo de forma, admiten sus l¨ªderes. Quiz¨¢ por ello, Puigdemont y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que huy¨® a Suiza, han participado juntos en un v¨ªdeo llamando a la participaci¨®n. El movimiento sigue minado por luchas intestinas para decidir qui¨¦n lo abandera. Puigdemont, desde su refugio belga, sigue apostando por la v¨ªa de la confrontaci¨®n con el Estado y as¨ª lo reproduce su correa de transmisi¨®n en Catalu?a, el presidente Quim Torra. Sus socios de Esquerra est¨¢n a punto de culminar su giro estrat¨¦gico para, sin renunciar a la independencia, acumular nuevas fuerzas que le permitan un envite en un futuro al que esta vez no ponen fecha.
Son las dos estrategias que se enfrentan d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n en las redes, los medios independentistas y en las administraciones que cogobiernan. Dos pulsos que, como dice un hombre de confianza de Oriol Junqueras, siguen sin hallar nexos en com¨²n m¨¢s all¨¢ de la defensa de los nueve dirigentes presos. ¡°Para unos, [JXCAT]el problema viene de que en oto?o de 2017 no hubo suficiente valent¨ªa para culminar la independencia; para otros, [ERC]el fallo es que no hab¨ªa suficiente apoyo social¡±, resume. A diagn¨®sticos tan diferentes sobre el fracaso del oto?o catal¨¢n le siguen estrategias dispares para el futuro.
El problema com¨²n es c¨®mo afrontar la post sentencia. M¨¢s pronto o m¨¢s tarde habr¨¢ elecciones en Catalu?a y si, como prev¨¦n, llegan las inhabilitaciones, habr¨¢ que cambiar liderazgos. Ya no valdr¨¢ con rellenar listas con nombres de dirigentes presos o procesados como han hecho en el ¨²ltimo ciclo electoral.
ERC es quien tiene m¨¢s avanzados los deberes. El domingo celebra un congreso para renovar su direcci¨®n. Y aunque, sobre el papel, el liderazgo lo mantendr¨¢n Junqueras como presidente y la huida Marta Rovira como secretaria general, una nueva generaci¨®n tomar¨¢ el control. El elegido ser¨¢ Pere Aragon¨¨s, vicepresidente del Govern y mano derecha de Junqueras. Salvo imprevistos, ser¨¢ nombrado coordinador nacional, lo que en teor¨ªa le allana la candidatura a la Generalitat; aunque en este punto no hay consenso absoluto en ERC. Algunos sectores preferir¨ªan una direcci¨®n bic¨¦fala y que quien est¨¦ al cargo del partido no sea cabeza de cartel. Son los mismos que defienden como candidato a otro valor en alza, Roger Torrent, presidente del Parlament. Otros dos nombres sobresalen: Marta Vilalta, portavoz de ERC, y la consejera de Justicia, Ester Capella. En otro plano se sit¨²a el exdiputado Joan Tard¨¤, en la rec¨¢mara como voz experimentada.
El poder de Puigdemont
En Junts per Catalunya las cosas est¨¢n m¨¢s complicadas. Puigdemont se niega a ceder poder a terceros por m¨¢s que su ¨²ltimo ¨¦xito [gan¨® las elecciones europeas en Catalu?a] no le haya servido para ser eurodiputado. Rota su promesa de que volver¨ªa a Catalu?a si ganaba las elecciones (fue el candidato independentista m¨¢s votado en 2017) solo un reducido grupo de fieles lo siguen viendo como un candidato efectivo para disputar la Generalitat. El resto buscan en su entorno. Y la situaci¨®n es desoladora. Torra no solo no muestra inter¨¦s en repetir sino que se enfrenta a una inhabilitaci¨®n por no retirar la simbolog¨ªa partidista de la Generalitat en campa?a electoral. La vista se celebrar¨¢ en dos semanas.
En ese desierto de l¨ªderes neoconvergentes emergen los m¨¢s leales a Puigdemont, comenzando por la edil barcelonesa Elsa Artadi y acabando por el grupo de independientes encabezado por la diputada en el Congreso Laura Borr¨¤s. En el espacio tambi¨¦n hay quien observa con inter¨¦s los pasos de otro expresidente, Artur Mas, que emite se?ales de querer regresar a la pol¨ªtica cuando, a finales de febrero, concluya su inhabilitaci¨®n por la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014. ¡°?l tiene muchas ganas, otra cosa es que para muchos en el partido el tiempo de Artur Mas ya ha pasado¡±, dice una voz relevante de Junts per Catalunya. Los nombres est¨¢n encima de la mesa, pero otra cosa es que hablar de sucesi¨®n delante de Puigdemont sigue siendo un aut¨¦ntico tab¨². ¡°?l se sigue viendo como el mejor reclamo electoral y no quiere hablar ni de elecciones ni de sucesi¨®n¡±, dice.
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