El MNAC se estrena en el manga con Osamu Tezuka
El museo acoger¨¢ en octubre unos 200 originales del influyente creador de ¡®Astro Boy¡¯, en el marco de la 25? edici¨®n del sal¨®n del c¨®mic japon¨¦s de Barcelona
Esos ojos grandes (luego m¨¢s saltones) y la velocidad endiablada y casi alucinatoria de los actuales c¨®mics japoneses deben mucho al padre, entre otras creaciones, de Astro Boy, Osamu Tezuka, quien revolucion¨® el panorama de tal manera que el sobrenombre de Manga no Kami-sama, (literalmente, Dios del Manga) parece incluso qued¨¢rsele corto. Su prestigio, en cualquier caso, es tal que tendr¨¢ el honor de ser el primer autor de manga que se expondr¨¢ en el Museu Nacional d¡¯Art de Catalunya (MNAC), con 200 originales en una muestra producida por Ficomic, conjuntamente con el museo, el Festival International de la Bande Dessin¨¦e de Angulema y Tezuka Productions, la empresa que creara el propio dibujante en 1968. El trabajo ser¨¢ visible a partir del 31 de octubre, una prestigiosa manera de celebrar que el sal¨®n Manga Barcelona, que organiza Ficomic, inaugura ese d¨ªa su ya 25? edici¨®n.
Macoto Tezuka, hijo del dibujante y directivo de la empresa familiar, participar¨¢ tanto en algunas de las actividades del Sal¨®n del Manga como en la organizaci¨®n de la muestra, que el MNAC mantendr¨¢ hasta el 6 de enero de 2020, perfilando as¨ª una nueva ventana en su programaci¨®n a la b¨²squeda de nuevos visitantes j¨®venes a trav¨¦s de su colaboraci¨®n con Ficomic, algo que ya apunt¨® con las muestras dedicadas hace pocos meses a Corto Malt¨¦s y la de El V¨ªbora. Comix contracultural.
La trayectoria de Osamu Tezuka (1928-1988) tiene justificada su presencia en el museo, ni que fuera por su ingente producci¨®n: trabajador infatigable, realiz¨® 150.000 l¨¢minas para m¨¢s de 700 t¨ªtulos, en los que aparecieron m¨¢s de mil personajes, am¨¦n de 60 obras de animaci¨®n.
Influencias de Disney
Pero no es la cantidad sino la calidad lo que distingui¨® a Tezuka, considerado el padre del manga moderno cuando, al poco de acabada la Segunda Guerra Mundial, y tras realizar en 1946, con 18 a?os, su primer trabajo, Diari of Ma-Chan, en 1947, cre¨® Shin Takarajima (La nueva isla del tesoro). Un bombazo: 400.000 ejemplares. El secreto estaba no tanto en la trama (resiguiendo el cl¨¢sico de Stevenson, un ni?o llamado Pete se hace con un bot¨ªn tras luchar contra piratas y can¨ªbales gracias a la ayuda de su perro y del mism¨ªsimo Tarz¨¢n) como en su propuesta formal. Apuntaba ah¨ª ya una puesta en p¨¢gina distinta de la cl¨¢sica, de regusto waltdisneyano (al que adoraba), con un movimiento y una velocidad inusuales en el marco de unas historias que en su caso sol¨ªan ser siempre bastante m¨¢s largas que las que hab¨ªan caracterizado hasta entonces el g¨¦nero, normalmente de pocas p¨¢ginas y vi?etas y m¨¢s marcadas por el humor.
La aceleraci¨®n y las formas redondas y de ojos m¨¢s grandes se acentuaron con los a?os, especialmente a partir de 1952 con la llegada de Astro Boy, nacido como secundario un a?o antes en Capitan Atom. El poderoso androide, que vivir¨ªa hasta 1968 y dio pie a 23 tomos, se convertir¨ªa tambi¨¦n, en 1963, en la primera serie animada de la televisi¨®n japonesa, dirigida por el propio Tezuka. Batir¨ªa r¨¦cords de audiencia y pasar¨ªa al poco a la NBC norteamericana. Luego llegar¨ªan otros iconos del manga como Kimba, el le¨®n blanco o La Princesa Caballero. Con los a?os, abordar¨ªa tambi¨¦n el espacio para p¨²blicos m¨¢s adultos, como F¨¦nix, Adolf o la serie del cirujano Black Jack, quiz¨¢ un gui?o a la Medicina, carrera en la que se hab¨ªa licenciado en 1961.
Toda esa labor acab¨®, sin pretenderlo, creando escuela y dejando una impronta visible en mangakas (autores de manga) de la talla del d¨²o Fujiko Fujio (Doraemon), Shotaro Ishinomori (Cyborg 009, Kamen Rider) o el padre del gekiga (manga m¨¢s dram¨¢tico de estilo), Yoshihito Tatsumi. Pero quiz¨¢ la mejor herencia de Osamu Tezuka fuera su voluntad, como afirma su hijo Macoto, de transmitir a los ni?os, a trav¨¦s de sus personajes, ¡°la preciosidad de la paz, la miseria de la guerra y la importancia de la vida¡±. De museo.
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