Chupito alfarero
Este periodista deportivo descubri¨® sumergi¨¦ndose en las profundidades de la Costa Marr¨®nuna pi?a, "una afici¨®n muy unida"
A Miguel S¨¢nchez Lorenzo solo se le notan las veintitr¨¦s primaveras en el rostro y quiz¨¢, tambi¨¦n, en la ilusi¨®n con la que habla del periodismo, su profesi¨®n. Por lo dem¨¢s, dialoga con la determinaci¨®n de un veterano y tiene un discurso s¨®lido.
Ya desde peque?o, ten¨ªa las ideas claras, aunque en su casa fueran del Bar?a, ¨¦l nunca se sinti¨® a gusto apoyando a un equipo de f¨²tbol que casi siempre ganaba. No le ve¨ªa la gracia. Como era del madrile?o barrio de Pac¨ªfico, le pidi¨® a su padre que le llevara a ver un partido del Rayo Vallecano, la escuadra que les pillaba m¨¢s a mano y solo le hizo falta un encuentro para engancharse y amarlo. Hasta hoy, que tiene el coraz¨®n ¡°part¨ªo¡±, puesto que tambi¨¦n es del Alcorc¨®n. Trabajando en el medio digital Pobla FM, le preguntaron qu¨¦ combinado querr¨ªa cubrir a nivel informativo y escogi¨® al equipo del sur porque todav¨ªa ten¨ªa fresco el alcorconazo, pese a que contaba con solo trece a?os cuando aquella gesta (le marcaron cuatro al todopoderoso Real Madrid) tuvo lugar. ¡°Fue brutal¡±, se?ala sonriente.
Lo que descubri¨® sumergi¨¦ndose en las profundidades de la Costa Marr¨®n fue una pi?a, ¡°una afici¨®n muy unida, unos jugadores a los que se puede tratar de t¨², debido a que son muy cercanos, y un personal del club de lo m¨¢s accesible¡±. Por eso se qued¨®. Pero hay m¨¢s. Coincidir cada fin de semana con la misma hinchada le sirvi¨® para ponerle cara, historia y mote, a algunos de sus miembros m¨¢s destacados. De ah¨ª nacieron el ¡°Brujo¡±, que vaticina los resultados de los encuentros, no siempre con mucho acierto; ¡°los chaperos¡± (Edmonde y Baquerator), un par de seguidores que tienden a golpear una chapa cuando jalean a los suyos o ¡°la presidenta¡±, Cristina, que no falla a ning¨²n partido, llueva o truene.
Sin embargo, si hay algo que ha provocado que Miguel se haya convertido en una figura conocid¨ªsima en los mentideros balomp¨¦dicos de la localidad ha sido su gran creaci¨®n: el #chupitoalfarero. Naci¨® en una cena con sus compa?eros de trabajo, cuando, mientras le estaban entrevistando, le obligaron a tomarse un trago de algo muy fuerte que le dej¨® sin habla. Lo de ¡°alfarero¡± vino porque es la forma en la que suelen referirse a los alcorconeros, debido a su vinculaci¨®n hist¨®rica con el oficio del barro. A partir de ah¨ª, se le encendi¨® la bombilla y comenz¨® a usarlo en twitter. Se trata de un hashtag gracias al cual las y los seguidores expresan su alegr¨ªa, des¨¢nimo o proporcionan datos, curiosidades y estad¨ªsticas. Despu¨¦s, ¨¦l recopila todo lo que se ha vertido en la red y nutre sus cr¨®nicas semanales con la voz de la afici¨®n.
Puede que el entusiasmo de Miguel no tenga nada que con su juventud sino con una actitud ante la vida, con sus ganas de hacer, de ser, de cambiar, de dar lugar a los chicos, en presupuesto, puesto que los grandes ya ocupan mucho espacio, de equilibrar la balanza o de servirse de otras unidades de medida, de apostar todo por los David porque nunca le fueron los Golliat.
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