Memorable arranque de temporada del nuevo Teatre Lliure con ¡®Falaise¡¯

Memorable arranque de temporada del nuevo Teatre Lliure en Montju?c, lleno a rebosar, con Falaise, magn¨ªfico espect¨¢culo de Bar¨® d¡¯evel ya estrenado en julio en el propio Lliure en el marco del festival Grec y que agot¨® entradas en sus dos funciones. Falaise vuelve ahora para quedarse hasta el 13 de octubre y nadie que ame el teatro o simplemente est¨¦ en su sano juicio deber¨ªa perd¨¦rselo. Lo que hacen los ocho int¨¦rpretes m¨¢s un caballo blanco, blanqu¨ªsimo (Chapakan) y una bandada de palomas es simplemente indescriptible. Las im¨¢genes que generan se cuelan en el alma del espectador para sin duda seguir reapareciendo durante largo tiempo en sus sue?os, nutri¨¦ndolos.

La felic¨ªsima combinaci¨®n de circo, teatro, danza, acrobacia, doma, m¨²sica y escenograf¨ªa produce un impacto extraordinario en el p¨²blico, que sigue la representaci¨®n entre el asombro, la dicha, la risa y una suerte de extra?a y dulce melancol¨ªa que ti?e todo el espect¨¢culo. Falaise (Acantilado) consiste en una serie de episodios y acciones, parte de una trama imprecisa por la que hay que dejarse arrastrar emocionalmente, a cargo de unos int¨¦rpretes sensacionales que act¨²an, bailan, cantan y ejecutan acrobacias. A destacar la vis c¨®mica de Blai Mateu Trias (alguien lo comparaba tras la funci¨®n con Jacques Tati), la habilidad en la doma de Camille Decortye (ambos codirectores) y la capacidad para desestructurar su cuerpo de No?mi Boissou; pero en realidad Falaise es un fabuloso trabajo coral en el que cada int¨¦rprete construye magistralmente un entra?able personaje: al cabo te los llevar¨ªas a todos a casa., incluidos el caballo y las palomas.

Lleno de momentos que te dejan sin respiraci¨®n, saltos arriesgados, danzas hipn¨®ticas, actuaciones musicales brillantes (Decortys y Mateu Trias cantan fragmentos de Vivaldi y Pergolesi y tambi¨¦n hay solos de guitarra el¨¦ctrica y ac¨²stica), el espect¨¢culo te deja alelado cuando los personajes irrumpen a trav¨¦s de brechas que se abren estrepitosas en la impresionante y pl¨¢stica, beckettiana escenograf¨ªa, una obra de arte en s¨ª misma, y se precipitan como ¨¢ngeles de Milton; cuando las palomas se mueven como si fueran unos actores m¨¢s o el caballo llena con su poderosa y on¨ªrica presencia el escenario con el saber estar de las grandes estrellas. Hay escenas como la de Mateu Trias componiendo una surrealista pija de larga melena que es en realidad la cola del caballo o cuando una pareja se va literalmente desmoronando, cay¨¦ndose a trozos, en conmovedora, bell¨ªsima imagen de un amor que se acaba, que son simplemente antol¨®gicos.

El p¨²blico aplaudi¨® a rabiar al final y Mateu Trias desde el escenario, muy en papel de chef de piste, record¨® que las funciones siguen y anim¨® a los espectadores a hacer corre la voz para llenar cada d¨ªa. Los actores pasaron entonces a la platea y de all¨ª, tocando instrumentos en feliz pasacalles, se dirigieron al vest¨ªbulo del Lliure, donde continuaron la fiesta con la preceptiva copa inaugural. Un felic¨ªsimo arranque de temporada, pese a todas las nubes que han pesado sobre la casa, que dir¨ªa el patizambo York, en el que se produjo una bonita mezcla generacional, con j¨®venes y s¨¦niors de nuestra escena, incluidos representantes del Lliure de siempre. Ah¨ª estaban Imma Colomer, Quim Lecina, Carme Callol, Joan Font ¨Crecordando que Comediants cumplen pronto su medio siglo¨C y Guillem-Jordi Graells. El nuevo director del Lliure, Juan Carlos Martel, con su aire de escapado de un cuadro del Greco, daba la bienvenida tom¨¢ndole las medidas a la audiencia y a la temporada y recordando, en su af¨¢n de abrir el Lliure todo lo posible, que Falaise es un espect¨¢culo para un p¨²blico muy amplio, incluidos ni?os a partir de 8 a?os. Ya veremos c¨®mo va todo, pero de entrada, no se puede imaginar comienzo m¨¢s feliz.