Tacones Manoli: Bernarda Alba se arranca por buler¨ªas

¡°?Cerrad puertas y ventanas! ?Mi hija ha muerto!¡±. As¨ª acaba La Casa de Bernarda Alba y as¨ª pone fin la cantaora Chelo Pantoja a la funci¨®n Tacones Manoli, un espect¨¢culo flamenco que arranc¨® ayer en un antiguo palacio de Madrid. La ¨²ltima producci¨®n de Lets Go (promotora de Medias Puri y U?as Chung Lee, dos fiestas exitosas de la capital) est¨¢ inspirada en la obra de Federico Garc¨ªa Lorca y ofrece teatro inmersivo. Es decir, el p¨²blico puede moverse libremente por todas las estancias del palacio.

Durante las dos horas que dura la funci¨®n, el espectador se mueve por los pasillos, estrechos y con poca luz, y entra en las habitaciones seg¨²n lo que quiera ver. En un universo lorquiano, varias escenas suceden a la vez: en la cocina, un chico toca la guitarra y una bailaora act¨²a; en la escalera Bernarda Alba canta y se lamenta; en el sal¨®n dos chicas taconean con rabia casi pele¨¢ndose; en el ba?o una muchacha reza frente a un espejo lleno de estampas de v¨ªrgenes.

Felype de Lima, el director art¨ªstico de la obra, explica que la organizaci¨®n por el espacio de los 15 artistas fue lo m¨¢s dif¨ªcil de escribir: ¡°Tard¨¦ meses en llegar a un esquema diab¨®lico y matem¨¢tico. Los artistas suben, bajan, aparecen en otro lado y no paran en ning¨²n momento. Cada uno vive dentro de la casa y tiene su propia historia, est¨¢ medido al minuto". La est¨¦tica no le cost¨® elegirla: velas, v¨ªrgenes, calaveras, espejos y bailaores con escafandras. "La ambientaci¨®n ten¨ªa que ser l¨²gubre para que el espectador se meta en el ambiente. Si es oscuro, ser¨¢ m¨¢s misterioso y secreto, dar¨¢ m¨¢s miedo".

La protagonista, la jerezana Chelo Pantoja, se siente c¨®moda en este formato porque le aporta proximidad con el p¨²blico: ¡°A m¨ª me gusta tenerlo cerca. Estoy viviendo algo ¨²nico y diferente en cada actuaci¨®n, porque nunca suena igual y porque el p¨²blico se coloca en un sitio diferente cada vez¡±. Pantoja explica que para los artistas, los espectadores son fantasmas. No pueden interactuar con ellos, no pueden mirarles a la cara. El d¨ªa anterior a la presentaci¨®n, cuenta Pantoja, en un ensayo con p¨²blico una chica se sent¨® en su sitio y su personaje ten¨ªa que abrir el caj¨®n donde ella estaba. ¡°Cuando abr¨ª el caj¨®n fing¨ª que se hab¨ªa quedado atascado hasta que la muchacha se dio cuenta y se levant¨®¡±, cuenta riendo Pantoja.

El director De Lima pens¨® la idea de llevar La casa de Bernarda Alba a un palacio tras un viaje a Nueva York en el que vio una funci¨®n de Sleep No More, un teatro inmersivo inspirado en Sheakspare. ¡°Despu¨¦s de ver la obra no pod¨ªa dormir, quer¨ªa hacer algo grande en Madrid. Lo tuve claro: desde peque?o hab¨ªa querido hacer a Lorca y este palacio era perfecto. Tiene 29 espacios para las habitaciones de las hijas, el corral, las cocinas, las habitaciones de las criadas¡±. La promotora Lets Go traslad¨® la idea de su nuevo espect¨¢culo a Puri, la antigua due?a de la mercer¨ªa Medias Puri que se convirti¨® en discoteca hace dos a?os. Ella pens¨® en Chelo Pantoja, su amiga de la infancia.

Pantoja, que despu¨¦s de 31 a?os en Madrid no ha perdido ni una pizca de su acento gaditano, vino a la capital con Lola Flores. ¡°La mejor escuela¡±, asegura. Cuando le ofrecieron el papel de Bernarda Alba no lo dud¨® un momento: ¡°Me hizo mucho ilusi¨®n porque nunca hab¨ªa hecho ese papel y porque yo y mi madre Manoli nos parecemos mucho a ella¡±, cuenta la cantaora. ¡°Tenemos las tres mucho amor que dar pero somos tambi¨¦n muy cabronas. Somos muy del matriarcado porque la vida nos ha hecho as¨ª. Siempre digo que soy como Encarna de noche porque todo el mundo me cuenta sus problemas¡±, contin¨²a. Mientras contesta a la entrevista, los actores comienzan a taconear, cantar y aplaudir hasta que Pantoja les grita para que bajen el volumen. ¡°?Ves?¡±, dice, ¡°Bernarda es la ¨²nica que tiene voz de monstruo aqu¨ª¡±.

En la obra, cuenta De Lima, Chelo Pantoja empieza siendo Manoli cuando da la bienvenida al p¨²blico. Explica la din¨¢mica del espect¨¢culo y grita: ¡°El juego empieza en 5, 4, 3, 2, 1¡­¡±. Y durante la cuenta atr¨¢s se le empieza a correr el maquillaje. Cuando llega a cero, ya es Bernarda Alba y empieza a caminar cojeando.

La intenci¨®n de De Lima, adem¨¢s, era revitalizar el c¨ªrculo flamenco en Madrid. ¡°Es una pena que en Espa?a no vayamos a ver flamenco¡±, le dice al p¨²blico al final de la funci¨®n.

Un an¨¢lisis con el que Pantoja discrepa: ¡°La gente en Espa?a s¨ª que va a ver flamenco. Lo que pasa que al p¨²blico hay que introducirle. Yo es que soy de cuna, mis ra¨ªces y mis descendientes son flamencos¡±, dice orgullosa.

Pantoja aprovecha para celebrar la renovaci¨®n propia de un g¨¦nero en constante movimiento: ¡°El flamenco se renueva cada d¨ªa, siempre ha habido fusi¨®n. No hay que olvidar la ra¨ªz, que est¨¢ en los tablaos, pero tambi¨¦n hay que darle una oportunidad a los j¨®venes que cantan maravillosamente. Rosal¨ªa, por ejemplo, no es flamenca, pero est¨¢ induciendo a las masas de p¨²blico joven. Que empiecen ah¨ª y luego les traeremos hasta la ra¨ªz, que es a donde hay que llegar¡±.